Amplia búsqueda en Colombia a oriundo de Quemchi que escapó con exlíder de las FARC

COLOMBIA (La Opinión de Chiloé/Agencias) — Un amplio operativo de búsqueda se está realizando en Colombia luego que el exjefe guerrillero de las FARC-EP, Seuxis Pausias Hernández Solarte alias Jesús Santrich, escapara el pasado 30 de mayo del espacio territorial de Tierra Grata, en el departamento colombiano del César, lugar donde se encontraba a la espera de presentarse ante tribunales de justicia imputado por narcotráfico. Según el director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), Pablo Elías González, lo hizo en compañía de Juan Bautista Hernández Aro, alias Daniel, chilote oriundo de isla Mechuque en Quemchi, y que según medios de ese país sería un “acompañante de confianza”, añadiéndose que fueron vistos con potencial destino a Venezuela.

González fue el primero en mencionar el nombre del chileno en entrevista con El Tiempo: “Según Diana Londoño, coordinadora del esquema, Santrich había permanecido todo el día en el espacio territorial de Tierra Grata. En la noche se fue a su dormitorio con (Juan Bautista Hernández), alias Daniel, su acompañante de confianza, que siempre andaba con él”.

Fuentes de la UNP aún no confirman si Hernández Aro militó en las FARC, algo que está en proceso de cotejo para verificar si aparece o no en los listados de excombatientes que la extinta guerrilla entregó al Ministerio del Interior tras la firma del Acuerdo de Paz. Lo que se sabe eso sí es que el aludido es muy cercano a Santrich y que no era parte del esquema de seguridad que lo rodeaba —conformado por excombatientes y agentes de la Policía.

En la nota que el exjefe guerrillero supuestamente dejó en su habitación después de partir del ETCR de Tierra Grata se lee: “’Chatica’, me fui a pasar la noche con un hijo menor, pero no quiero montonera en su casa, así que cuando lleguen a Valledupar llamen a Daniel y me recogen. Estaré listo a las 8.00”. Medios colombianos aseguran que Hernández Aro, al parecer, sería ese Daniel mencionado en la misiva.

Además, un hombre con los mismos nombres y apellidos de Daniel, y también de ciudadanía chilena, fue condenado en 1996 en Panamá por delitos vinculados al narcotráfico. Al cabo de cuatro años, en 2000, y a raíz de que el Papa Juan Pablo Segundo declaró ese el “Año de la Santa Gracia”, la presidenta de la república panameña le rebajó la pena a Hernández Arotras lo cual fue deportado a Chile.

Santrich, quien se posesionó como congresista el pasado 11 de junio —después de 12 días de haber recuperado su libertad— y que ostenta fuero parlamentario, tenía una cita con la justicia el 9 de julio. Para esa fecha lo había citado la Corte Suprema de Justicia a rendir indagatoria, pues el representante tiene una investigación abierta por concierto para delinquir con fines de narcotráfico. Ese día la Sala oiría los argumentos de la Fiscalía y de la defensa del exlíder de las FARC-EP para posteriormente, dentro de un plazo de diez días, definir su situación jurídica: si lo enviaba a la cárcel, a arresto domiciliario, o lo dejaba en libertad mientras avanza la investigación.

Por cargos de narcotráfico, precisamente, Santrich fue detenido el 9 de abril del año pasado, existiendo un pedido en extradición de Estados Unidos, solicitud que sigue en estudio de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Junto con él fueron detenidas varias personas, entre ellos Marlon Marín, sobrino del exlíder guerrillero Iván Márquez, a quien la Fiscalía investiga además por presuntos actos de corrupción con recursos del posconflicto.

Marín, sin embargo, salió del país pocos días después como testigo protegido de la DEA y es la carta clave que Estados Unidos tiene para perseguir a Santrich ya que habría revelado todo un entramado de corrupción y delitos que vinculan al ahora congresista con un «negocio» que involucraría la exportación a tierras norteamericanas de 10.000 kilos de cocaína según el testimonio de Marín ante el ente persecutor colombiano que expuso El espectador, hechos que ocurrieron con posterioridad a la firma del Acuerdo de Paz (1° de diciembre de 2016): entre junio de 2017 y abril de 2018.

El Gobierno de Colombia anunció que pagaría 3.000 millones de pesos colombianos (equivalentes a $638.353.964.- chilenos) a quien colabore en la captura de Santrich. Dada la cercanía aparentemente íntima que tiene el quemchino, medios policiales de ese país lo califican como pieza clave en la fuga del exlíder guerrillero. Según el periódico Semana, Hernández Aro habría guiado al aludido en su escape hacia, probablemente, territorio de Nicolás Maduro.

Fotografía: Hernández Solarte alias Santrich (adelante) y Hernández Aro alias Daniel (atrás)
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