Véase también:
Castro: mujer lleva 11 horas sentada sin vida en la vía pública por dudoso procedimiento.
Castro: diputado Ascencio pide a fiscal nacional investigación tras muerte de mujer en calle Caguach
CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Enormes dudas e inconsistencias han provocado las actuaciones de organismos del Estado tras el deceso de Julia Inés Teca Colun (54 años), mujer que murió sentada a la intemperie este miércoles en calle Caguach y que estuvo cubierta con una sábana por varias horas a la espera que su cadáver sea levantado. A los dichos de Fiscalía, Carabineros y Samu, se sumó también la documentación disponible hasta este momento, que no hace nada más que fortalecer las interrogantes.
Sobre la constatación del deceso, tal y como consignó La Opinión de Chiloé, aquello fue de manera remota, eso es incuestionable y existen testigos que corroboran aquello. Vale decir, durante las más de 11 horas que estuvo la mujer a la intemperie, ningún funcionario de la salud se acercó a calle Caguach a realizar este procedimiento.
Vecinos del sector comentan que insistentemente llamaron al Samu, pero no para que vayan a retirar el cuerpo, sino para que vayan a revisar el estado de la mujer que aparentaba estar sin signos vitales. Nadie Fue.
Sobre este punto, Gonzalo Baeza, Jefe el Samu Chiloé, expresó: «nosotros no fuimos… si uno llama al 131, esa llamada cae a Puerto Montt y aquí el Samu de Chiloé no fue despachado para esa salida, entiendo yo porque la paciente ya llevaba, o me imagino que quizás ya la paciente llevaba varias horas fallecida».
Sin explicar el rol de los equipos de la salud para constatar el deceso, se abocó a expresar que su tarea no es el traslado de cadáveres: «nosotros no hacemos levantamiento de cuerpos ni nada de esas cosas, para eso se llama a Carabineros y ellos toman el procedimiento cuando ocurre alguna situación en la cual nosotros nos encontramos con alguien fallecido en la calle por ejemplo, o en algún domicilio sin saber… no siempre podemos saber lo que le pasó a la persona», aseguró.
Finalizó diciendo, «nosotros no atendemos pacientes fallecidos y ayer efectivamente nosotros… el móvil nunca fue despachado a ninguna salida en el cual hubiera algún paciente grave o en primera instancia fallecido directamente».
Vecinos del sector han indicado que comenzaron a llamar a unidades de emergencia alrededor de las 14.00 horas del miércoles, aunque hay algunos que aseveran que incluso tuvo que haber sido antes, expresando lo que La Opinión de Chiloé ha constatado en vídeos y fotografías que se mantendrán bajo reserva: Julia Inés estaba sentada y apoyada en la fachada de una vivienda (que no era su residencia) sin aparentes signos vitales.
Como quienes se dieron cuenta de esta situación no trabajan en el ámbito de la salud, no sabían si estaba fallecida o no por lo que llamaron al Samu. Nunca llegaron y Gonzalo Baeza así lo confirmó.
Pues bien, ¿quién constató el deceso si ningún funcionario público de la salud fue al lugar? La Opinión de Chiloé tuvo a la vista el certificado médico de defunción n.°3047026 firmado por el médico Óscar Omar Álvarez Olivera, profesional de la red de salud pública quien determinó que la mujer murió a las 16.00 horas.
Como causal, consignó que fue un paro cardiorrespiratorio como causa inmediata y bronquitis-alcoholismo como causas originarias.
Es más, en el mismo documento, el profesional detalla que tal causal la estampó por «información de testigos», mientras que como lugar de deceso señaló que era su casa habitación, a pesar que ello ha sido descartado por residentes del sector, su propia familia y el Registro Social de Hogares. Fue la real dueña de la propiedad en calle Caguach a la altura del 802 que facilitó su vivienda para que la víctima fuera cambiada para ser trasladada a la funeraria, por lo que jamás fue su domicilio: ésta se ubica en el sector La Chacra.
Por otro lado, La Opinión de Chiloé tuvo acceso a un supuesto examen para la detección de COVID-19 que se le habría practicado a la mujer en el SAR de Castro, documento donde se descarta la presencia del virus por SARS-CoV-2, y que fue entregado a sus deudos.
A través de la orden n.°124549 se indica que fue solicitado al laboratorio Biolab por una médico de apellido Astroza, quien sería una pediatra, y fue validado a las 18.25 horas de ese mismo día.
Este documento, sin embargo, ha levantado algunas suspicacias y dudas, al menos, por dos razones:
- La primera, se indica que la muestra fue tomada alrededor de las 13.10 horas, cuando la mujer ya habría estado fallecida a 14 cuadras de donde se asienta el SAR ¿quién tomó la muestra si ningún profesional médico estuvo en calle Caguach?.
- La segunda, si la víctima realmente estaba a esa hora en el SAR tras concurrir a pedir atención por molestias respiratorias ¿por qué la dieron de alta si estaba agonizando o por qué no estaba siendo monitoreada si era sospechosa de coronavirus y presentaba complicaciones respiratorias? porque minutos después estaba sin vida a 14 cuadras.
Fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé prefirieron abstenerse de abordar las implicancias que tendría algún supuesto examen COVID-19 «ideológicamente falso» porque sería extremadamente grave. En cuanto a lo segundo, si Julia Inés se fue del SAR agonizando o si concurrió con molestias y no se le mantuvo monitoreada mientras se esperaba el resultado del test, entonces no sólo podría configurarse una eventual negligencia médica cometida por profesionales de la salud (perseguible penalmente), sino que también una falta de servicio (perseguible a nivel civil).
A este respecto, el diputado Gabriel Ascencio (DC) ya había esbozado algo al mencionar que hizo un reclamo mediante oficio al Servicio Médico Legal, al Servicio de Salud Chiloé, al Ministerio Público y Carabineros de Chile por todo lo que ha rodeado este fallecimiento, manifestando al Fiscal Nacional la necesidad de una investigación y «la molestia de la comunidad de Castro con la descoordinación existente entre los servicios de emergencia, y en el que también se vio involucrado el Fiscal Luis Barría, que terminaron en una evidente falta de servicio».
Más allá de una hipotética arista penal que le compete al Ministerio Público, a nivel civil se podrían dar los requisitos de una acción indemnizatoria a la familia de conformidad a lo previsto en el artículo 2314 del Código Civil, artículos 1, 6 y 38 de la Constitución Política de la República, Ley n.°18.575 y Ley n.°19.966.
La Fiscalía Local de la capital provincial a través de su fiscal jefe, Enrique Canales Briones, salió a explicar la razón de la actuación del fiscal adjunto Luis Barría Schneebergeren, indicando que él «recibió la cuenta del hallazgo de una persona fallecida a las 20.00 horas del día de ayer (el miércoles) (…) se consultó al policía por este fiscal de turno si existían antecedentes que dieran cuenta o hicieran sospechar sobre la participación de terceros o si se trataba de un posible suicidio, lo que fue negado por el policía y, por lo tanto, ante esa respuesta, no corresponde que el Ministerio Público inicie causa penal ni diligencia alguna, puesto que nuestra función se encuentra enmarcada, según la Constitución y la Ley, en la investigación de hechos constitutivos de delitos y de acuerdo a la información entregada por el policía no estábamos frente a esa situación».
Agregó que «lo que correspondía en ese momento es que un médico de los servicios de salud que corresponda domicilio de esta persona extienda el certificado de defunción, cuestión que es de carácter administrativo y respecto de lo cual se han hecho coordinaciones con las distintas autoridades competentes en la materia».
Apuntó que un médico podría negarse a realizar la extensión de este certificado de defunción, «pero para ello tendría que hacer una denuncia fundada en que a él le constan antecedentes que le hacen sospechar de la participación de terceros o que se trata de un suicidio, cuestión que tampoco corresponde a este caso».
El Mayor de la Segunda Comisaría de Carabineros de Castro, Miguel Aguilar, también abordó lo que pasó detallando «a las 20.30 horas exactamente concurrió un dispositivo (…) la llamada ingresó a la central de comunicaciones a las 18.20 horas aproximado, es decir, tenemos una diferencia de dos horas desde que ingresa la llamada a nosotros como central de comunicaciones para que luego un dispositivo de Carabineros se constituya en el lugar».
Por ahora hay ciertas incongruencias en horas, versiones, dudas en las actuaciones y por sobre todo, una gran cantidad de testigos que por horas vieron el cadáver de Julia Inés tapada con una sábana a la intemperie, junto con relatos de vecinos quienes insisten que llamaron reiteradamente a unidades de emergencia, las que nunca llegaron. Salvo Carabineros que, con una escasa dotación, llegó a la hora referida por Aguilar.
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