CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Tras varios días hospitalizado, finalmente fue dado de alta durante las últimas horas un bebé de cinco meses de edad que fue ingresado al servicio de pediatría del Hospital Dr. Augusto Riffart de Castro aquejado de neumonía por meta neumovirus e insuficiencia respiratoria, y que fue protagonista de un insólito «error» por parte de uno de los funcionarios de ese nosocomio que podría, incluso, haberle provocado la muerte.
Según fuentes vinculadas al caso a los que accedió La Opinión de Chiloé, el menor evolucionaba dentro de lo esperado hasta que un grave incidente en la mañana del domingo 12 de febrero cambió su estado y movilizó al personal hospitalario: presuntamente una paramédico procedió a administrarle accidentalmente leche por vía intravenosa, una temeraria acción que preocupó a todo el equipo de profesionales y que se ha mantenido en extremo secreto.
Tras ello, durante la tarde se decidió trasladarlo al Hospital Dr. Eduardo Schütz Schroeder de Puerto Montt donde fue ingresado a la Unidad de Pacientes Críticos (UPC) Pediátrico diagnosticado con «shock distributivo y con sospecha de trombo embolismo pulmonar», este último descartado posteriormente. La información fue confirmada por la médico residente de esa unidad, Leticia Yáñez, al aseverar que el traslado fue «posterior a la mala administración accidental de leche por vía intravenosa».
Según Horacio Argente y Marcelo Álvarez, docentes de la Facultad de Medicina de la UBA, el shock distributivo se caracteriza por «una distribución anormal de sangre y un retorno insuficiente al corazón, resultado de una vasodilatación descontrolada, extrema permeabilidad vascular o una combinación de ambas».
Implicancias
Fuentes médicas y judiciales consultadas por La Opinión de Chiloé indicaron que lo ocurrido podría traer consecuencias variables para la paramédico, y la enfermera/o a cargo de supervisarla. Al sumario administrativo esperable al interior del Hospital de Castro, también se podría sumar una demanda ante tribunales que busque responsables y una indemnización, que terminaría desembolsando el Servicio de Salud Chiloé.
Existen varias hipótesis para lo ocurrido, siendo algunas de las plausibles que la profesional se confundió con el «cableado», sondas o vías para suministrar la leche; otra podría ser que confundió el alimento que se administra por vía endovenosa (Nutriflex por ejemplo) con otro que se realiza a través de sonda nasogástrica (Osmolite por ejemplo), aunque los alimentos tienen envases distintos con la marca impresa y las vías de administración descritas. Incluso hay otra opción más simple: no se cercioró que la conexión era la correcta, entendiendo que al inyectar un alimento como la leche que no es estéril podría tener consecuencias fatales sobre un bebé.
La madre, que prefirió mantener reserva de su identidad, comentó a La Opinión de Chiloé: «efectivamente lo que usted me consulta es verdad, pero no he denunciado ya que primero está la salud de mi pequeñito (…) nosotros como familia estamos recuperándonos de este mal episodio».
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