Escándalo en Corporación de Quellón: funcionario tenía título falso

REPORTAJE DE INVESTIGACIÓN (La Opinión de Chiloé) — Un enorme escándalo podría sacudir a la Corporación Municipal de Educación, Salud y Atención al Menor de Quellón, salpicando directamente a la administración del alcalde DC Cristián Ojeda Chiguay (que es Presidente del Directorio), luego que se develara que un funcionario de tal repartición presentó un título universitario presuntamente falso, y que aquello era un rumor al menos desde el año pasado. Aunque el tema ha sido tratado sigilosamente, este silencio termina hoy luego que La Opinión de Chiloé accediera a documentación que revela que la acusación es cierta.

De acuerdo al documento presentado, Sebastián Eduardo Araya González “en conformidad con los reglamentos vigentes y según consta en el expediente n.°589/2013.FCS, con fecha 13 de mayo de 2013 le fue conferido (…) el grado académico de Licenciado en Comunicación Social», algo que resultó ser una mentira. La Opinión de Chiloé tuvo a la vista información de la Dirección de Registros Académicos (DARA) de la Universidad Alberto Hurtado donde se aclara que el aludido sólo cursó durante el año 2010 la carrera de Bachillerato en Filosofía, pero finalmente se retiró, vale decir, el joven no es Periodista o Licenciado en Comunicación Social de esa Universidad.

El funcionario tiene contrato vigente como Relacionador Público de la Corporación Municipal de Quellón, aunque fuentes al interior de la Ilustre Municipalidad indican que en realidad sus labores las realizaba en esta última; eso sí, aparentemente, en la unidad de comunicaciones sólo habrían funcionarios con cuarto medio rendido y algunos cursos. Araya habría firmado contrato el 6 de diciembre de 2012 dentro del grupo de Asistentes de la Educación y percibía una remuneración bruta mensual a enero de 2018 de $899.141.-; en varias publicaciones oficiales de la Municipalidad, aparece como Periodista (al igual que en otras vinculadas a la Iglesia Católica).

Particularmente en el caso de sus labores dentro del Municipio (y no de la Corporación), dado que los dictámenes n.° 69.200 de 2010 y n.°25.303 de 2011 de la Contraloría General de la República precisan que las Corporaciones no son órganos integrantes de la Administración del Estado y que de acuerdo con lo establecido en el artículo 4 del Decreto Ley n.° 1.263 de 1975, todos los gastos que realicen las entidades del sector público deben reflejarse en sus presupuestos, a menos que una norma legal señale lo contrario, entonces una no puede usar los recursos de la otra sin autorización expresa o un registro presupuestario. Así, acá se estaría ante una irregularidad dado que La Opinión de Chiloé, revisó los decretos respectivos vinculados a la aprobación del Presupuesto de la Corporación Municipal y de la Municipalidad al menos para los dos últimos años y las modificaciones de todo esos períodos, incluyendo las actas de las sesiones del Consejo Municipal, y no encontró antecedentes sobre el «cruce» de glosa o glosas presupuestarias destinadas a financiar la remuneración de Sebastián Eduardo (u otros que estén en la misma situación), por lo que existiría también una eventual irregularidad en cuanto al uso de recursos de una entidad de Derecho Privado (Corporación) para suplir erogaciones de una entidad de Derecho Público (Municipio). Este medio envió una consulta a la Contraloría General de la República sobre este tema para que sea ella quien evalúe aquello.

En su perfil en Linkedln, Araya González indica que entre 2007 y 2012 habría cursado estudios de tal carrera en dicha universidad, algo que es falso. Aduce que fue Director de la Radio Estrella del Mar de Quellón entre marzo de 2012 y diciembre de 2012, y fue parte del Departamento de Prensa de la Prelatura de Ilapel entre enero de 2010 y diciembre de 2011, todo antes de transformarse en funcionario público; en tales organizaciones, no habría mencionado tener el título de periodista o haber estado estudiando aquella carrera.

La Opinión de Chiloé se contactó directamente con el implicado quien aseveró que sus jefes no estarían enterados de la existencia del documento, aclarando que no fue contratado como Periodista ni que accedió a bonos por título o algo que se le parezca, aunque eso sí, también mencionó que no es Relacionador Público. Al cierre de esta nota, estaría ad portas de tener una reunión con sus jefaturas para renunciar, agregando «pido disculpas a todos los que se pudieran haber visto a perjudicado con está situación».

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