
CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Un interesante caso por manejo en estado de ebriedad con la licencia cancelada es el que durante este jueves se tramitó en el Juzgado de Garantía de Castro, y que tuvo otra vez enfrentando a la justicia a un delincuente contumaz con amplio historial vinculado a ilícitos similares, y que aparentemente continúa reiterando.
Según la información que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, alrededor de las 2.10 horas de la madrugada del 5 de septiembre se sorprendió a Juan Fernando Barría Gallardo manejando en evidente estado de ebriedad a la altura del kilómetro 1702 de la Ruta 5 Sur, siendo detenido por funcionarios de Carabineros.
Esta era —al menos— la séptima ocasión en que el delincuente es sorprendido conduciendo tras haber consumido alcohol. Además, según información judicial a la que accedió La Opinión de Chiloé, al menos en 21 ocasiones se han tramitado causas ante el Juzgado de Garantía de Castro por diversos ilícitos, entre ellos horrorosas golpizas a su conviviente en el sector Ten Ten y amenazas con arma.
Así, lo que hace interesante la causa de marras es que el 5 de septiembre, tras verificar la identidad del delincuente, se pudo constatar que manejaba sin contar con licencia debida que lo habilitara para la conducción, ya que esta le fue cancelada no una, sino que varias veces antes en virtud de sendas sentencias condenatorias por conducción en estado de ebriedad.
Luego, en la detención que ocurrió este jueves, el antisocial manejaba el automóvil patente HR-6349 y «la ebriedad le constó al personal policial por su fuerte hálito alcohólico, rostro congestionado, incoherencia al hablar e inestabilidad al caminar»; vale decir, cuando se le pidió salir del auto no podía mantenerse en pie de lo ebrio.
El aludido, en consecuencia, fue detenido inmediatamente negándose a que le practiquen el examen de intoxilyser, mientras que una vez en el hospital, se negó a que le tomaran muestras para la alcoholemia de rigor con lenguaje de grueso calibre, algo que ya había hecho en detenciones anteriores.
Por otro lado, encontrándose detenido, y cuando fue ingresado al calabozo de la Segunda Comisaría de Carabineros de Castro, procedió a amenazar a uno de los funcionarios policiales de manera seria y verosímil que lo mataría al salir, ilícito que se sumó dentro de las imputaciones penales.
Con todos estos antecedentes, Barría Gallardo pasó a control de detención y formalización de la investigación accediendo a un requerimiento verbal en procedimiento simplificado donde admitió todos los hechos. En primera instancia, fue condenado a 100 días de prisión en su grado mínimo por su participación como autor en grado de consumado de los delitos de conducción en estado de ebriedad con licencia cancelada descrito y sancionado en los artículos 110, 196 y 209 inciso 2° de la Ley de Tránsito e inhabilitación perpetua para conducir vehículos motorizados.
Además, recibió una multa de $9.000.- por su negativa a realizarse la alcoholemia, previsto y sancionado en el artículo 195 bis de la Ley de Tránsito; mientras que recibió 41 días de prisión en su grado mínimo por Amenazas a Carabineros en ejercicio de sus funciones, previsto y sancionado en el artículo 417 del Código de Justicia Militar.
Hay que consignar que el 2 de octubre de 2012, Juan Fernando Barría Gallardo fue sentenciado a 61 días presidio menor en su grado mínimo por conducción de estado de ebriedad el 12 de noviembre de 2011; en esa sentencia, se le canceló la licencia para conducir vehículos motorizados por estimar que la conducción por parte de éste constituye un peligro para la seguridad del tránsito y seguridad pública.
Lo insólito que días después, el 27 de noviembre de 2011, fue detenido otra vez conduciendo en estado de ebriedad, por lo que el 13 de noviembre de 2012 fue sentenciado de nuevo a 61 días de presidio menor en su grado mínimo y por segunda ocasión se le canceló la licencia de conducir «por existir un peligro para la seguridad del tránsito y seguridad pública».
Así, en otras cinco ocasiones más fue sorprendido manejando tras haber bebido alcohol, y eso sólo en Castro, incluso protagonizando accidentes como el ocurrido la tarde del 2 de enero de 2014 cuando Barría Gallardo conducía una camioneta Chevrolet patente única GN-6882 en calle San Martín de Castro chocando a un taxi colectivo. El intoxilyzer marcó en esa ocasión 1.96, mientas que en el hospital, el delincuente se negó injustificadamente a practicarse el examen de alcoholemia. Fue condenado a 540 días de presidio menor en su grado mínimo.
Este jueves, volvió a presentarse ante un juez y se le inhabilitó de manera perpetua a conducir vehículos motorizados, aunque lo cierto es que ya tenía cancelada varias veces una licencia que ni siquiera tenía, pero eso no le ha impedido ser detenido una y otra vez manejando con alcohol en la sangre.
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