PUERTO MONTT (La Opinión de Chiloé) — En medio de una masiva fuga de feligreses y uno de los peores momentos de la Iglesia Católica, incluso en el sur del país donde cada vez está más debilitada a pesar de la histórica alta religiosidad, el Vaticano confirmó al administrador apostólico de la Diócesis de Rancagua, monseñor Luis Fernando Ramos Pérez, como el nuevo arzobispo de la Arquidiócesis de Puerto Montt.
El anuncio, que fue conocido este viernes 27 de diciembre, tomó por sorpresa a varios sectores luego que Ramos fuera la cara pública de la Conferencia Episcopal que apoyó al Obispo Santiago Silva Retamales, quien desde el año pasado está envuelto en un escándalo de proporciones tras acusaciones por eventuales encubrimientos de abusos sexuales, y donde aparece mencionado incluso el capellán de Carabineros Gerardo Strooman Alarcón, adscrito a la Diócesis de Ancud.
Hay que recordar que Silva ha sido interrogado al menos tres veces, siendo una de las más mediáticas la del 27 de agosto del año pasado cuando se presentó como testigo ante el fiscal sur, Guillermo Adasme, quien investiga varias denuncias por presuntos delitos sexuales cometidos por sacerdotes. En esa oportunidad, relató que tuvo conocimiento de cinco presbíteros de las Fuerzas Armadas denunciados por cometer este tipos de ilícitos.
En particular, se refirió a dos menores abusados por el ex capellán castrense Pedro Quiroz Fernández, otra denuncia que involucra al capellán naval Rafael Providell Molina, otra donde se menciona al sacerdote Juan Aguirre Marín, una niña abusada por el capellán del Ejército Héctor Bravo Merino de la Diócesis de Chillán y el ya mencionado capellán de Carabineros Gerardo Strooman Alarcón de la Diócesis de Ancud.
El viernes 13 de julio de este año en tanto, volvió a declarar ante la fiscalía aunque esta vez en calidad de imputado por una arista nueva que tiene que ver con posibles delitos de obstrucción a la investigación en casos de pederastia perpetrados por sacerdotes.
Pues bien, volviendo al monseñor Luis Fernando Ramos Pérez, quien ahora será nuevo arzobispo de Puerto Montt, éste ha sido una de las caras más visibles de la iglesia que ha apoyado a Silva, mientras que en marzo de este año vivió un incómodo momento cuando fue encarado en la Fiscalía Regional de O’Higgins por una persona que dijo ser víctima de abusos sexuales.
«¡Ese señor encubre! ¡Es una persona que encubre! (…) para que la prensa sepa, ese señor que está ahí (Ramos) encubre. Soy víctima, soy sobreviviente, para que todo el mundo lo sepa. Este señor que está ahí es cómplice de encubrimiento del señor Ezzati, de Vargas», dijo mientras Ramos guardaba silencio.
«¿Sabe cuánto he sufrido? 25 años señor, y usted va a pagar y usted es responsable de la Conferencia Episcopal. Usted estuvo en Roma haciendo un lobby y todo» asestó.
En esa oportunidad, el recientemente nombrado arzobispo de la capital regional fue interrogado por la denominada «Cofradía» de sacerdotes acusados de presunto abuso de menores en la Diócesis de Rancagua (11 sobreseídos y otros 4 con decisión de no perseverar), y por las supuestas acciones de encubrimiento de Ricardo Ezzati no sólo sobre aquellos, sino que también por otros casos.
Entre ellos, se encuentra la denuncia contra el sacerdote Tito Rivera por un presunto ataque sexual en la Catedral Metropolitana de Santiago, caso que en 2011 habría conocido Luis Fernando Ramos a través de un correo electrónico de la víctima, y cuyos antecedentes recién en 2015 fueron remitidos a la PDI.
Tras saber de su nombramiento, Ramos agradeció por el tiempo que le ha correspondido desarrollar sus funciones en la Diócesis de Rancagua: «Ha sido un tiempo donde he aprendido mucho, he conocido muchas experiencias hermosas y a gente muy generosa».
Explicó que «mi función como administrador apostólico termina cuando tome posesión de la Arquidiócesis de Puerto Montt y eso, probablemente, será en febrero en una fecha a definir. Después se nombrará a un obispo o un de administrador apostólico en Rancagua; eso es resorte del Papa Francisco».
En relación a su nuevo destino pastoral, el obispo Ramos dijo que: «es un gran desafío porque conozco muy poco de Puerto Montt. Voy con mucho entusiasmo y con un deseo grande de aprender, voy muy atento para escuchar al pueblo de Dios, observar, conocer la historia, cuáles son sus desafíos y de cómo ponerme al servicio de los procesos que ya está funcionando».
El Pontífice también ha nombrado a Celestino Aós como Arzobispo de Santiago, quien hasta ahora se desempeñaba como Administrador Apostólico en esa ciudad.
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