Alertan sobre nuevo síntoma por COVID-19: se debe proteger boca, nariz y ojos

Fotografía de contexto, conjuntivitis folicular.
Véase también:
OMS declara pandemia al Coronavirus Covid-19.
Reportan el primer caso confirmado de COVID-19 en Provincia de Chiloé.
Gobierno decreta cuarentena total para 7 comunas del Gran Santiago.
Tras reunión en Ancud, Gobierno impone cordón sanitario en Chiloé: nadie sale ni entra.

(La Opinión de Chiloé) — En medio de la expansión de la pandemia del COVID-19 en diversas partes del mundo, el incremento de muertes por aquélla y el creciente número de infectados en América Latina, varios informes han comenzado a sugerir nuevos síntomas causados por el virus SARS-CoV-2, entre ellos, conjuntivitis folicular.

Las sospechas comenzaron tras difundirse la noticia de la muerte de un joven oftalmólogo llamado Li Wenliang en el Hospital Central de Wuhan, China, quien estuvo expuesto al virus tras atender a una paciente que consultó por un ojo rojo eventualmente relacionado a glaucoma; el mencionado profesional falleció un mes después por COVID-19. Fue él quien en diciembre de 2019 detectó siete casos de un virus que se asemejaba al SARS, el que provocó una epidemia global en 2003, y avisó a otros colegas en un chat y les sugirió que usaran ropa protectora.

Fue denunciado, y cuatro días después recibió una visita de funcionarios estatales quienes lo obligaron a firmar una carta diciendo que era responsable de «hacer comentarios falsos» que habían «perturbado severamente el orden social».

El 10 de enero empezó a toser, al día siguiente tuvo fiebre, y dos días más tarde estaba en el hospital donde finalmente murió. Varios de sus familiares también terminaron internados en un centro asistencial.

El 20 de enero China declaró la emergencia. Las autoridades estatales se habrían disculpado con el fallecido, aunque los comentarios sobre lo que pasó en Weibo (sitio chino de redes sociales) fue censurado por el Gobierno Central de China.

Con cientos de millones de personas en cuarentena, recientemente la Academia Estadounidense de Oftalmología emitió un comunicado advirtiendo sobre el rol y los riesgos asociados a la práctica oftalmológica en medio de la pandemia, todo tras un nuevo síntoma que se vincularía al SARS-CoV-2: conjuntivitis folicular.

En atención a eso, llamó a usar protección para boca, nariz y ojos cuando se atiendan pacientes potencialmente infectados con COVID-19. Estas recomendaciones incluyen el uso de máscaras N-95, antiparras y caretas de protección facial.

Uno de los primeros estudios que sugirieron una relación con el virus se publicó el 26 de febrero pasado en el Journal of Medical Virology, que utilizó una muestra de 30 pacientes hospitalizados por COVID-19 en el First Affiliated Hospital de la Universidad de Zhejiang, China. En esta investigación se encontró que uno de los partícipes presentaba conjuntivitis. Ese paciente, y no los otros 29, tenía SARS-CoV-2 en sus secreciones oculares. Esto sugiere que el SARS-CoV-2 puede infectar la conjuntiva y causar conjuntivitis, y que las partículas virales están presentes en las secreciones oculares las que pueden causar contagios.

Días, antes, el 13 de febrero, una editorial del British Journal of Ophthalmology también indicaba a especialistas a tener en cuenta una posible manifestación ocular de la enfermedad, recordando que ciertos coronavirus pueden causar ocasionalmente conjuntivitis en humanos; de hecho, el coronavirus NL 63 (HCoV-NL63) fue identificado por primera vez en un bebé con bronquitis y conjuntivitis, mientra que subsecuentes casos en menores indicaron que en el 17% de los confirmados tenían alguna patología ocular.

Posteriormente, en un segundo estudio publicado en el New England Journal of Medicine, los investigadores documentaron la aparición de síntomas en 1.099 pacientes confirmados con COVID-19 en 552 hospitales dispersos por 30 provincias en China, encontrando que nueve de ellos tenían una «congestión conjuntival» (0,8%), cuatro de ellos con un cuadro de enfermedad severo.

Otro estudio que analizó a 534 pacientes diagnosticados con COVID-19 atendidos en el Mobile Cabin Hospital y Tongji Hospital, ambos de China, se publicó en medRxiv, detallándose que en 25 de ellos (4,68%) se presentó un cuadro de congestión conjuntival y que en tres de ellos fue el síntoma inicial de la enfermedad.

Este síntoma fue descrito recientemente por una enfermera del Life Care Center en Kirkland, el epicentro del brote en el estado de Washington en Estados Unidos, quien en diálogo con CNN, dijo que los ojos rojos eran comunes en los pacientes confirmados. «Es algo que presencié en todos los pacientes. Tienen, como… ojos de alergia. La parte blanca del ojo no es roja. Es más como si tuvieran una sombra de ojos roja en el exterior de sus ojos», dijo.

«Hemos tenido pacientes que solo tenían los ojos rojos como el único síntoma que vimos e ir al hospital para después morir», dijo la profesional. Hay que mencionar que son las enfermeras las responsables de la gestión de los cuidados de los pacientes, incluyendo el ejecutar acciones derivadas del diagnóstico y tratamiento médico, y el deber de velar por la mejor administración de recursos de asistencia para el paciente.

El síntoma se vendría a sumar a otros reportados en varios informes como la pérdida del olfato y el gusto por algunos días, además de rara diarrea.

¿Qué dice la Academia Estadounidense de Oftalmología?

A través de una alerta a sus asociados, la Academia Estadounidense de Oftalmología indicó que «varios informes sugieren que el virus puede causar una conjuntivitis folicular leve que, de otra forma, no se puede distinguir de otras causas virales, y posiblemente se transmite por contacto de aerosol con la conjuntiva».

Acotó que los «pacientes que acuden a oftalmólogos por conjuntivitis, que también tienen fiebre y síntomas respiratorios, como tos y dificultad para respirar, y que han viajado recientemente fuera del país, particularmente a áreas con brotes conocidos (China, Irán, Italia y Corea del Sur, o puntos críticos dentro de Estados Unidos), o con miembros de la familia que regresaron recientemente de una de estas áreas, podrían representar casos de COVID-19».

Por este motivo, tanto la academia como los funcionarios norteamericanos «recomiendan protección para la boca, nariz y ojos cuando atienden a pacientes potencialmente infectados con SARS-CoV-2».

«Es muy probable que el virus que causa COVID-19 sea susceptible a los mismos desinfectantes a base de alcohol y lejía que los oftalmólogos usan comúnmente para desinfectar instrumentos oftálmicos y muebles de oficina. Para prevenir la transmisión del SARS-CoV-2, se recomiendan las mismas prácticas de desinfección ya utilizadas para prevenir la propagación de otros patógenos virales en el consultorio antes y después de cada encuentro con el paciente», dice.

NOTA DE LA REDACCIÓN: Para acceder a los estudios mencionados por La Opinión de Chiloé en esta nota simplemente se debe presionar un clic sobre los enlaces.

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