
ANCUD (La Opinión de Chiloé) — Un impactante caso de violencia en contra de una persona al interior del Supermercado Unimarc se está investigando de manera silenciosa en la ciudad de Ancud, todo tras un incidente que inicialmente habría sido avalado por varios trabajadores de esa empresa quienes —según testigos— en medio de risas incluso escuchaban los gritos de la víctima mientras era agredida.
De acuerdo a información preliminar a la que accedió La Opinión de Chiloé, los hechos que se han mantenido en secreto hasta hoy habrían ocurrido alrededor de las 18.00 horas de este jueves 15 de octubre de 2020, cuando varios guardias de seguridad procedieron a interceptar y retener a una persona acusando la supuesta comisión de un hurto.
Lo que se sabe hasta ahora es que en medio de forcejeos, y tras reducirla, al menos dos trabajadores trasladaron a la víctima hacia una sala «especial», a sabiendas que no habían cámaras de seguridad, y cuya existencia contaría con la venia de la administración del Supermercado.
En ese lugar, y alejado del público, habrían procedido a propinarle golpes de pies y puños en medio un trato vulneratorio de sus derechos que incluyó fuertes insultos vinculados a su sexualidad, aunque producto de las lesiones, no se ha descartado hasta el momento que hayan utilizado algún elemento contundente.
Además, una de las hipótesis que se maneja indicaría que intentaron sacarle la ropa total o parcialmente a esta persona y que incluso, en medio de gritos, pidió ayuda sin que nadie llegara. Cabe precisar que al menos uno de los aludidos conocería a la víctima ya que serían vecinos.
El caso se ha tratado con extremo hermetismo, pero aún así fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé que prefirieron mantener su identidad bajo reserva indicaron que al salir de ese espacio, vieron a la víctima con el rostro bastante inflamado y ensangrentado, mientras que otros aseguran que ya no tenía los dientes delanteros.
Se desconoce por ahora por cuánto tiempo esta persona estuvo encerrada en el lugar de las agresiones, mientras que varios trabajadores aseguran que supuestamente ya antes habría protagonizado algunos hurtos (aunque no supieron decir cuándo), y que esa sería la razón por la que algunos estuvieron de manera implícita de acuerdo con la golpiza.
Todo sindica a dos guardias del Supermercado como responsables, sin que se descarte a otros como partícipes en el incidente ya sea en calidad de autores, cómplices o encubridores.
La Opinión de Chiloé confirmó que la víctima fue trasladada a un centro asistencial donde se le diagnosticó la presencia de lesiones de carácter grave, incluyendo diversos hematomas, laceraciones y al menos dos piezas dentales fracturadas.
Lo que pasó es extremadamente grave dado que el artículo 15 de La ley del consumidor establece que «los sistemas de seguridad y vigilancia que, en conformidad a las leyes que los regulan, mantengan los establecimientos comerciales están especialmente obligados a respetar la dignidad y derechos de las personas».
Dice además que «en caso que se sorprenda a un consumidor en la comisión flagrante de un delito los gerentes, funcionarios o empleados del establecimiento se limitarán, bajo su responsabilidad, a poner sin demora al presunto infractor a disposición de las autoridades competentes. Cuando la contravención a lo dispuesto en los incisos anteriores no fuere constitutiva de delito, ella será sancionada en conformidad al artículo 24″.
Luego, si la hipótesis usada por el Supermercado fue el traslado a la sala «especial» debido a que habría existido una supuesta sustracción o carga de productos, aquello podría aparecer como desprovisto de la justificación necesaria ya que ese lugar no posee cámaras de seguridad, ergo, puede ser lugar para ilícitos tan graves como «cargar» a la víctima con productos para decir que hubo hurto, desnudarla, o violentarla física o psicológicamente como lo que en el caso de marras, aparentemente pasó.
Es más, y como ha ocurrido ya en varios tribunales del país, el maltrato que pudiera recibir una persona al interior de un Supermercado bajo ningún pretexto se enmarca en un actuar diligente y respetuoso de su dignidad, con lo que se podría configurar «la culpa en su actuar fuera del marco de racionalidad que la ley le exige».
Prueba de ello es que en varios casos, incluso ante la existencia de guardias subcontratados, los locales comerciales han terminado pagando fuertes multas y varios millones por concepto de indemnización a los afectados, previo inicio de una causa civil.
La Opinión de Chiloé está indagando más antecedentes sobre este violento incidente que es muy poco común en la provincia, y aunque ya ha accedido a algunos detalles adicionales que podrían agravar este ataque, aquellos se están cotejando con fuentes judiciales para una potencial nota.
Lo que si se puede afirmar es que Carabineros de la Primera Comisaría de Ancud detuvo a dos trabajadores del local comercial dada la gravedad de las lesiones que presentaba la víctima.
Cabe precisar que hasta ahora, no existen datos fidedignos que acrediten que el ataque fue en defensa propia, por lo que se estaría hablando de la comisión flagrante de un delito por parte de ambos sujetos.
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