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Quellón: libre podría quedar osornino que abusó de su hija de 8 años.
Tal y como había esbozado La Opinión de Chiloé el día de ayer, a la pena sustitutiva de libertad vigilada intensiva fue sentenciado finalmente un sujeto que fue encontrado culpable de abusar sexualmente de su propia hija en Quellón tras el juicio realizado recientemente en el Tribunal Oral en lo Penal de Castro.
El fallo fue informado por los magistrados a las partes durante la tarde de este lunes, señalándose que Víctor Luciano Blanco Pérez debía cumplir una pena de 3 años y 1 día de presidio menor en su grado máximo por abuso sexual en contra de su hija cuando ésta tenía 8 años de edad, todo en un ambiente de alcoholismo y violencia intrafamiliar. Sin embargo, dado que el sujeto cumplía ciertos requisitos legales, pudo acceder al beneficio de libertad inmediata.
El caso se reveló cuando un psicólogo denunció al condenado luego que la víctima (de 17 años) se acordara durante una de sus sesiones rutinarias de terapia que su padre se acostaba con ella para realizarle tocaciones de connotación sexual y fotografiarla desnuda. Cuando salieron a la luz los aberrantes hechos, la menor asistía al Centro de Atención Integral para Adolescentes del Centro de Salud Familiar de Quellón por un severo cuadro de depresión y bulimia gatillado, eventualmente, por la serie de abusos y maltratos de su protenitor entre 2006 y 2007.
¿Qué es la libertad vigilada intensiva?
Según Gendarmería de Chile, «es una forma de cumplir condena sin estar recluido. Se caracteriza por un régimen de mayor control, en el que el penado estará sujeto al cumplimiento de un programa de actividades bajo la aplicación de condiciones especiales y la orientación permanente y rigurosa de un delegado de Gendarmería de Chile. Pueden acceder personas que han sido condenadas a penas de cárcel entre 3 y 5 años».
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