VALPARAÍSO (La Opinión de Chiloé) — Por una amplia mayoría, durante el día de hoy la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de reforma constitucional que busca modificar el actual sistema de votación desde uno voluntario a otro obligatorio, derogando así la anterior reforma a la Carta Magna de 2009 y la modificación realizada a la Ley Electoral de 2012.
Así las cosas, con 107 votos a favor, 16 en contra y 23 abstenciones, la Cámara Baja aprobó en general este proyecto que restituye el voto obligatorio (boletines refundidos 13212 y 13213), por lo que la propuesta fue devuelta a la Comisión de Gobierno para el análisis del articulado.
La iniciativa modifica el artículo 15 de la Constitución Política que define la forma en que se realizarán las votaciones populares. Hoy, la norma expresa que el sufragio será personal, igualitario, secreto y voluntario. Por efecto de la presente reforma, se cambia el término «voluntario» por «obligatorio».
La idea, que deja como excepciones a los mayores de 75 años y a las personas en situación de discapacidad o dependencia, así como a los ciudadanos chilenos con residencia en el extranjero y a los ciudadanos extranjeros avecindados en Chile que estuvieren habilitados para sufragar, tomó fuerza tras el último proceso de Elecciones este 2021, en la que se registró un nivel de participación en torno al 43% del padrón electoral.
Asimismo, indica que el sufragio en elecciones primarias convocadas en virtud de la ley orgánica constitucional que las regule será siempre de carácter voluntario y determina que el Estado arbitrará las acciones necesarias para informar, facilitar e incentivar el ejercicio del derecho a sufragio.
Por último, la reforma agrega un nuevo artículo transitorio que especifica que la citada obligatoriedad del voto regirá al momento de modificarse la ley orgánica constitucional respectiva.
En medio del debate, Matías Walker (DC) reconoció que no se logró el objetivo perseguido en 2009 de ampliar la participación por medio de la inscripción automática y el voto voluntario y estimó necesario enmendar el camino restituyendo el voto obligatorio.
Asimismo, Joanna Pérez (DC) remarcó la necesidad de establecer medidas complementarias que faciliten la concurrencia, como es contar con mesas definas conforme al domicilio del votante y garantizar transporte público. En líneas similares se expresaron sus camaradas Jorge Sabag y Mario Venegas.
La diputada PR Marcela Hernando recordó que en 2018 presentó una reforma constitucional en el mismo sentido que la actual, que terminó por rechazarse en 2020 por no alcanzar el quórum de aprobación. En tal contexto, valoró que se reabra el debate del tema teniendo sobre la mesa las reducidas cifras de participación en las pasadas elecciones.
El independiente Pepe Auth consideró que la reforma de 2009 logró ampliar el porcentaje de jóvenes participantes en las elecciones, pero no redujo el sesgo social que se vio incrementado por la voluntariedad, punto que llamó a corregir por la vía del voto obligatorio.
En RN, Leonidas Romero sostuvo que junto con los derechos cívicos se deben consagrar deberes como el del voto, mientras que Ximena Ossandón apeló a la necesidad de mantener una lógica solidaria basada en el bien común que se manifiesta a través de la participación en las votaciones.
Más allá, Gonzalo Fuenzalida (RN) afirmó que, más que una obligación, votar es un imperativo de una sociedad para formar la voluntad colectiva, en tanto que su compañero de partido, Andrés Longton insistió en la necesidad de acercar a los electores a los locales de votación.
Alejandra Sepúlveda, Esteban Velásquez y Jaime Mulet, de la FRVS, observaron que fue un error eliminar la obligatoriedad del voto y recordaron cifras de participación como la de la última elección, donde solo se manifestó un 43,05% del electorado. También remarcó la necesidad de contar con otros medios para fortalecer la democracia y facilitar el sufragio.
En el PC, Amaro Labra, Camila Vallejo y Karol Cariola anunciaron el voto favorable de la bancada. Sostuvieron que participar en las elecciones es una obligación y, aún más, un tema de principios, ya que la democracia es un tema de responsabilidad de todas y todos los ciudadanos.
Desde el PPD, Andrea Parra y Rodrigo González llamaron a aprobar la reforma constitucional y observaron que las últimas elecciones han demostrado que Chile tiene una de las menores participaciones en el mundo. “Votar es una forma de apoyar y sostener el que al Estado le pedimos que nos garantice nuestros derechos”, se planteó, junto con proponer que se definan sanciones más acordes a la democracia, como pueden ser acciones de ayuda comunitaria.
Otras opiniones
Alejandro Bernales, del PL, dijo que no basta solo con obligar, sino que es preciso facilitar la votación con medidas como el voto electrónico y con locales más cercanos a los barrios de los electores. Además, Claudia Mix, de Comunes, estimó que se deben eliminar restricciones para los independientes y avanzar en escaños reservados, inclusión y en rebajar la edad para votar a los 16 años.
El independente Marcelo Díaz y el PEV Félix González reconocieron que tuvieron una postura negativa a reformar el voto voluntario en la ocasión pasada, pero adelantaron que cambiaron su posición por la realidad de la baja participación, el primero; y por respetar un compromiso con la comunidad que se expresó en diversas encuestas y encuentros por el voto obligatorio en forma mayoritaria, el segundo.
Por Evópoli, Francisco Undurraga lamentó que la clase política no haya sido capaz de conquistar el interés de la ciudadanía y que sea necesario retomar la senda del voto obligatorio, de modo de no repetir la baja participación de la elección pasada y sacar al próximo Presidente de la República con un 25% de los votos reales. “Debemos defender la democracia, sin ella no hay una sociedad sana. Lo correcto aquí es a votar voto obligatorio”, enfatizó.
Gabriel Boric, del PCS, resaltó que la tarea de una democracia responsable es de todos, “es un mínimo exigible”. Dijo que la idea es no favorecer el sesgo de clase que el sistema voluntario promueve y pidió acompañar el voto obligatorio con medidas complementarias.
En una misma línea, Catalina Pérez, de RD, afirmó que no es pausible que un cuarto del padrón electoral elija un Presidente. Remarcó que no pueden pasar por alto la crisis de representación y, como los anteriores, llamó a garantizar transporte gratuito en el país, tener locales cercanos para votar y declarar los días respectivos como feriados irrenunciables.
En el PS, Marcos Ilabaca, Raúl Saldívar, Leonardo Soto, Raúl Leiva y Fidel Espinoza recalcaron que es obligación mirar al bien común y que los derechos deben tener una obligación correlativa, por lo que es importante establecer el voto como una obligación. Evaluaron también la necesidad de mayor educación cívica y promover más incentivos, facilitando el voto de los ciudadanos.
Por último, en una visión disidente, Javier Macaya, de la UDI, sostuvo que cuando se hizo el cambio se pensó en la libertad del elector y en incentivar la responsabilidad. Dijo no oponerse a discutir el fondo el tema y remarcó que no tiene una opinión formada de si la medida es mejor o peor para un sector político, pero planteó que, teniendo en los próximos meses más elecciones relevantes para el país y con un proceso constituyente en curso, no es propio modificar las reglas del juego hoy.
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