ANCUD (La Opinión de Chiloé) — En etapa de decisiones trascendentales se encuentra actualmente la Corporación Municipal de Educación, Salud y Atención al Menor de Ancud, todo tras la profunda crisis financiera que se viene arrastrando por años, y que tendría entre sus principales causas una gestión deficiente, una sobredotación de personal y una sostenida caída de alumnos, que a la postre, ha significado que emblemáticas escuelas de la comuna se hayan transformado en verdaderos elefantes blancos.
De acuerdo a información que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, las cifras son elocuentes respecto al sostenido deterioro; por ejemplo, si a 2014 se estimaba que el total de matriculados en los establecimientos educacionales municipales de la comuna era de 3.276, para 2022 esa cifra llegó a 2.422, vale decir, una caída del 26,1% que ha repercutido, directamente, en los ingresos que transfiere el Ministerio de Educación hacia el Municipio.
Para entender el nivel de gravedad que ha significado la falta de matrículas, basta hacer un simple ejercicio. La principal fuente de financiamiento que tiene cada institución educativa es la denominada subvención base, el que es un monto mensual por alumno/a atendido, el cual dependerá del nivel y modalidad de enseñanza, y de si funciona con o sin Jornada Escolar Completa.
La fórmula de cálculo es bien simple y depende de tres elementos: la asistencia media promedio registrada por curso en los tres meses precedentes al pago, el factor USE (tipo de establecimiento) y el valor de la USE vigente (monto que el Estado provee).
Por ejemplo, por un alumno que asiste a una escuela municipal, el Estado transfiere al mes un monto base de hasta $85.428,06.-, el que aumenta hasta un máximo de $134.090,74.- si asiste a algún liceo municipal o hasta $251.151,54.- si asiste a la escuela especial. Todos estos montos, por alumno, deben considerar un aumento adicional por zona y ruralidad, de proceder.
Si el monto en comento se multiplica por el total de alumnos que han abandonado el sistema municipal, la suma que se ha dejado de percibir es multimillonaria, afectando los balances de la Corporación a niveles alarmantes.
Y lo anterior es sin contar los montos adicionales por alumno que se transfiere al Municipio por concepto de subvención de reforzamiento educativo, subvención de apoyo al mantenimiento, la subvención por desempeño de excelencia, y otros más.
A modo ilustrativo, La Opinión de Chiloé tuvo a la vista los balances de ejecución presupuestaria para el área de educación durante los últimos años, y sólo en la administración del alcalde actual, Carlos Gómez Miranda, los ingresos que se dejaron de percibir ascendieron a $2.783.270.000.- al año.
En efecto, si al 31 de diciembre de 2016 se estimaba que la Corporación recibió ingresos para educación por $14.890.688.000.-, ya al 31 de diciembre de 2021 esta cifra bajó a $12.108.418.000.-, vale decir, una caída del 18,7% en los ingresos.
El problema es gigantesco, derivando en sucesivos déficits que ya parecen de tipo estructural que no han podido ser subsanados durante estos años, a pesar de los esfuerzos que parecieran existir para intentar contener el gasto.
La documentación disponible daría algunas luces bien interesantes sobre el ítem donde se realizan los mayores desembolsos; es más, curiosamente, para 2022 se presupuesta que se gastará más en personal de educación que en salud, existiendo una diferencia de casi $2.500.- millones al año.
Pues bien, los datos son claros. Al terminar el anterior mandato de la alcaldesa Soledad Moreno Núñez, el gasto total para educación ascendió a $15.308.012.000.-, observándose algo que pareciera ser atípico. El presupuesto para pagarle a trabajadores en el área de educación al inicio de ese año era de $7.611.479.000.-, pero a diciembre, ya se empinaba por los $11.480.945.000.-, o sea, sólo ese año, los dineros que se destinaron a pagar sueldos de personal en el área de la educación aumentaron en $3.869.466.000.- adicionales.
¿Cómo fue posible incrementar a esos niveles el gasto en personal en una Corporación que ya presentaba déficits y problemas como el éxodo de matriculados y salas casi vacías? No hubo una explicación pormenorizada sobre ese enorme aumento en contrataciones de personas el 2016, aunque vale hacer una mención: aquel año hubo elecciones.
Pues bien, los años pasaron y al 31 de diciembre de 2021, la situación sigue desmejorada, aunque los niveles de gastos para educación bajaron a $12.081.132.000.-, vale decir, cayeron un 21,1% respecto de 2016.
Lo anterior se explica, principalmente, en una reducción significativa en los gastos de personal, aunque ha sido imposible llegar a niveles similares a los que se presupuestaron a comienzos de 2016, existiendo una serie de contratos o trabajadores que han resultado ser inamovibles por distintas causales, entre ellas, eventual desidia o gestión dubitativa.
Sólo a modo ilustrativo un caso. Un funcionario de un establecimiento educacional lleva más de un año presentando licencias mes a mes por presunto estrés (no, no trabaja en aula), y aunque la legislación vigente permite su desvinculación por salud incompatible con el cargo (tras llevar más de 180 días sin trabajar contados en un período de dos años), se ha optado por contratarle un reemplazo y continuar pagándole más de 1 millón de pesos al mes.
Lo interesante es que una fuente que prefirió mantener reserva indicó que recientemente su esposa habría intentado contactarse con el alcalde para que «lo dejen tranquilo» y que lo denunciaría ante el Concejo Municipal por supuesto acoso laboral, ello en atención a que la Fiscalía lo está investigando por su eventual participación en varios delitos.
Este caso no sería aislado, e incluso se reitera en el tiempo con varios otros, aunque no se ha llegado al extremo de un conocido funcionario que le apodaban «el fotocopias» (que aludía a su principal labor), quien pasaba largas temporadas con licencia recibiendo un sueldo en torno a los 3 millones de pesos mensuales, con sólo cuarto año medio rendido.
Retornando a los gastos, al 31 de diciembre 2021, la Corporación destinaba $9.535.005.000.- para pagar sueldos, estimándose que entre la planta de personal hay alrededor 341 docentes contratados y 239 asistentes de la educación contratados, una clara sobredotación.
Para 2022 en tanto, la situación no se espera que mejore ostensiblemente, ya que al primer semestre de este año, los ingresos para el área de educación se han estimado en $6.886.933.000.-, mientras que los gastos en $7.187.335.000.-, vale decir, un déficit de $300.402.000.- para los primeros seis meses, aunque se debe esperar a que termine el año para ver el monto con el que se terminará.
En 2021, los balances de ejecución presupuestaria dan cuenta que se terminó el año con una deuda exigible en torno a los $187.814.000.- y un superávit de $27.285.000.-, por lo que el déficit global ajustado alcanzó un aproximado de 160 millones de pesos, lo que pareciera ser una buena noticia porque dicho monto podría ser suplido por el Municipio a través de una transferencia extraordinaria. Sin embargo, hay que ser cautos.
Luego, este año 2022, la existencia de un nuevo déficit no será la excepción, aunque se espera que pueda ser mayor debido a las paralizaciones en los establecimientos educacionales de la comuna, lo que redundará en una reducción de los ingresos por subvenciones a percibir.
Todo lo anterior es sin perjuicio de la millonaria deuda en cotizaciones previsionales que mantiene la Corporación con un gran número de trabajadores, y que se vincula, precisamente, al excesivo gasto de personal versus los bajos ingresos que percibe por concepto de subvención. No hay liquidez suficiente para suplir todo.
Así las cosas, la Corporación está evaluando fusionar a las Escuelas Fátima, Pudeto y Yerbas Buenas en solo una, dado el enorme costo que significa mantener no solamente la infraestructura, sino que a todo el personal contratado, teniendo incluso salas vacías.
Entre las tres escuelas suman un total de 258 alumnos, y para que se tenga una idea, entre todas se acumulan más de 2.500 cupos para estudiantes, pero no existe interés en entrar a ellos. Así, actualmente hay 47 en Fátima, 109 en Pudeto y 102 en Yerbas Buenas, por lo que se está buscando crear una nueva área de enseñanza básica adscrita al Liceo Bicentenario, lo que significaría ahorros por cientos de millones de pesos.
A esto, se añadirá que al menos 4 escuelas rurales podrían dejar de funcionar dado que cada una de ellas tiene un sólo estudiante, y los ingresos percibidos por cada uno de estos colegios no alcanzan para sustentar su funcionamiento.
En todos estos recintos se repite lo mismo: alta dotación de personal, baja matrícula e infraestructura ociosa, cuyas causas son diversas.
Valeria Paredes, Secretaria General de la Corporación Municipal de Ancud, confirmó la información, detallando que se esperan desvinculaciones a fin de año. «El ministerio nos dijo, ustedes tienen 220 funcionarios en sobredotación que necesito que ajusten y que me digas cómo los vas a ajustar»; la presencia de estos trabajadores que llegan a sus trabajos y «quedan desocupados» implica un déficit de 240 millones al mes.
Comentarios