ANCUD (La Opinión de Chiloé) — Indignación ha causado en cierto sector de la comunidad ancuditana un insólito hurto que habrían protagonizado desconocidos en una sepultura del Cementerio Municipal de la comuna, y donde yacen los restos del pequeño Benjamín Alonso, el niño chilote —hijo de la pareja ancuditana conformada por Carlos Santana y Francisca Sandoval— que protagonizó una campaña viral por su salud antes de fallecer en octubre de 2015.
En conversación con La Opinión de Chiloé, Francisca indicó que «hoy mi prima con mi tía andaban en el cementerio y ella me avisó (…) entraron a la bóveda de mi bebé, rompieron la puerta y le robaron una cadenita de plata, una batería de Mickey Mouse que tenía un valor sentimental ya que se los regalaron sus tíos de Hospital Puerto Montt (…) estamos destrozados como familia ya que en vida tratamos de darle lo mejor, y para su casita del cementerio también la dejamos hermosa… pero hoy nos hicieron mucho daño con esto; se dieron el tiempo hasta de comer unos chocolates que teníamos en su altar y dejaron los papeles todos tirados».
Sobre si realizarían o no una denuncia, agregó que «los del cementerio nos dijeron que nosotros viéramos, pero decidimos que no porque iba hacer mas trámite y menos íbamos a solucionar mucho (…) vamos a hablar con los encargados del cementerio para ver cuáles serían los pasos a seguir». Sin embargo, pidió al municipio que se tomen mayores medidas de seguridad, acotando lo que ya es un secreto a voces: «el cementerio lo ocupan también de cantina y hasta de motel (…) cero respeto por nuestros seres queridos que ya partieron».
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