ANCUD (La Opinión de Chiloé) — Una denuncia que se habría realizado ante la Autoridad Sanitaria por un presunto incumplimiento de la normativa del Código Sanitario es el que por estos días tiene en la mira a un grupo de personas involucradas en una actividad social realizada en un populoso sector de la comuna de Ancud, y que habría dejado tras de sí a varios contagiados con el virus SARS-CoV-2.
De acuerdo a información recopilada por La Opinión de Chiloé con varios vecinos residentes en el denominado cuadrante urbano 4 de seguimiento epidemiológico COVID-19 de Ancud (que incluye a barrios como José Joaquín Prieto, Vista Hermosa o San Valentín), durante la noche del 1 de enero de 2021 se estacionó cerca del Jardín Infantil y Sala Cuna Paula una caravana de alrededor de 8 vehículos junto a un camión que transportaba una especie de escenario itinerante donde una orquesta en vivo comenzó a tocar.
La iniciativa habría sido difundida ampliamente por redes sociales, y aunque se indicó que sería «sorpresa» para que no existan aglomeraciones, ello no evitó que se congregara en un estrecho callejón de Población Vista Hermosa un número indeterminado de personas a bailar y abrazarse celebrando el año nuevo, mientras la banda musical «amenizaba» la actividad.
Aunque inicialmente se indicó que habría sido en el mismo sector donde dos meses antes se registró un violento incidente que incluso, tuvo a un sujeto en evidente estado de ebriedad portando lo que sería un arma de fuego, en realidad ello fue a una cuadra y media de aquél lugar.
Hay que recordar que la comuna había entrado en Fase 2 días antes saliendo de una controvertida cuarentena que no sólo movilizó a la ciudadanía y al alcalde, sino que también generó críticas de algunos dirigentes sociales quienes pedían que se bajara aquella medida a través de un compromiso verbal de respetar la normativa vigente para evitar un nuevo salto en el número de contagios.
En tal marco, estaban completamente vigentes una serie de restricciones para la celebración de eventos, reuniones, ceremonias, ritos, seminarios, o cualquier otra actividad que supere las cifras permitidas de aforo por la Autoridad Sanitaria, algo que no ocurrió en el lugar tras varios registros en vídeo donde se observa a al menos 50 personas aproximadamente participando de la actividad.
Muchos de ellos, incluyendo niños, estaban sin tomar en consideración de manera estricta norma alguna ni resguardo sanitario, unido a que el 5 y 7 de enero dos casos positivos fueron detectados con trazabilidad última vinculada a asistentes de esta actividad.
Además, el vehículo en comento habría recorrido otros sectores de la comuna sin que las autoridades locales o Carabineros tomaran medidas, a pesar que algunos vecinos realizaron la denuncia recibiendo como respuesta que no habían equipos policiales disponibles por estar en otros procedimientos e incluso, uno recibió como respuesta que habría sido una actividad autorizada por la Jefa Provincial de la Autoridad Sanitaria, algo que por ahora no ha sido confirmado.
Con el correr de los días, el cuadrante urbano 4 de seguimiento epidemiológico COVID-19 de Ancud comenzó a mostrar un alza de casos activos llegando a su peak de 17 contagiados en cuarentena alrededor de 14 días después, con dos personas jóvenes notificadas como positivas que habrían estado bailando en el lugar, y cuya identidad se mantendrá bajo reserva.
El vehículo involucrado sería un camión Chevrolet NPR 70 patente TF3621, cuyo dueño sería un seguidor de teorías conspiranoicas que aseguran que el virus SARS-CoV-2 sería una especie de «plandemia», un «show», que todo es una «farsa» o que existiría una supuesta estrategia del «orden mundial», todas alegaciones que asiduamente comparte en redes sociales.
Lo anterior sin contar aquellos mensajes que estarían en contra del proceso de inoculación para controlar el COVID-19 acusando que la vacuna traería un supuesto microchip o que ya se habrían comprado nanovacunas que se inyectarían «en la frente o en la mano».
Si bien es cierto vecinos del sector que registraron en vídeo la especie de celebración callejera aseguran que aquélla fue organizada por un candidato a la alcaldía de Ancud, La Opinión de Chiloé procedió a consultarle al aludido sin recibir respuesta. Algunos simpatizantes aseguraron que ya había pasado mucho tiempo y que era un ataque político, mientras que otros respondieron con insultos.
En cuanto a la situación epidemiológica, de acuerdo a la información del Seremi de Salud de Los Lagos, entre el Reporte COVID-19 n.°288 del 1 de enero de 2021 y el Reporte COVID-19 n.°298 del 11 de enero de 2021, se añadieron 160 personas con PCR positivo, de los cuales 94 eran asintomáticos, vale decir, un 58,75% de ellos no sabía que estaba contagiado y que residen en José Joaquín Prieto, Vista Hermosa o San Valentín.
Además, e independiente de esas 160 personas, en aquellos 11 días otras 48 personas iniciaron cuarentena obligatoria por ser casos probables, que según las directrices estampadas en el Ord. B51 n.°4191 de la Subsecretaria de Salud Pública del 1 de octubre de 2020, «se deben manejar para todos los efectos como casos confirmados».
Días posteriores, videos y fotografías del periplo se compartieron en algunas redes sociales, siendo posteriormente eliminados. Información parcial de esta actividad social habría estado en manos de funcionarios de la oficinal local de la Seremi de Salud en Ancud, la que hasta el cierre de esta nota aún no es remitida a la Oficina Provincial en Castro.
Más allá de las implicancias a la normativa sanitaria, lo que pasó infringiría lo descrito en los artículos 318 y 318 bis, ambos del Código Penal.
El artículo 318 del texto legal citado dispone que «el que pusiere en peligro la salud pública por infracción de las reglas higiénicas o de salubridad, debidamente publicadas por la autoridad, en tiempo de catástrofe, epidemia o contagio, será penado con presidio menor en su grado mínimo a medio o multa de seis a doscientas unidades tributarias mensuales». Añade que «será circunstancia agravante de este delito cometerlo mediante la convocatoria a espectáculos, celebraciones o festividades prohibidas por la autoridad sanitaria en tiempo de catástrofe, pandemia o contagio».
Por su parte, el artículo 318 bis dispone que «el que, en tiempo de pandemia, epidemia o contagio, genere, a sabiendas, riesgo de propagación de agentes patológicos con infracción de una orden de la autoridad sanitaria, será sancionado con la pena de presidio menor en su grado medio a máximo, y multa de veinticinco a doscientas cincuenta unidades tributarias mensuales».
El asunto será materia de investigación ante la posible existencia de una relación causal entre el potencial acto doloso o negligente de quien pudo haber convocado a dicha actividad de tipo festiva a días de haber culminado la cuarentena que causó enormes daños a nivel económico y social en Ancud, sin mencionar la eventual responsabilidad que pudieran tener aquellos que concurrieron a ella siendo portadores del virus o contactos estrechos de diagnosticados, y quienes asistieron en un número abiertamente transgresor de las normas legales y administrativas.
A más de un mes de esa reunión social, el número de contagiados con probable trazabilidad a esa celebración ya estaría definida.
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