ANCUD (La Opinión de Chiloé) — Para el próximo 18 de diciembre quedó fijado finalmente el nombramiento oficial como Hijo Ilustre de la Comuna de Ancud de don Sergio Caucamán Caucamán, y que partió con una campaña impulsada por estudiantes de la carrera de Técnico Universitario en Contabilidad General de la Sede Ancud de la Universidad de Los Lagos.
«Chechito» nació en Ancud el 18 de diciembre de 1928 como «hijo natural» según él mismo ha relatado. Nunca conoció a su padre, mientras que a los pocos meses de nacer, su madre falleció por lo que fue criado por su abuela en una vivienda de calle San Martín, en el ex Barrio La Arena (hoy Costanera). A lo largo de varias décadas se ha transformado en una popular figura de la comuna, acompañando a diversas generaciones de ancuditanos, varios de ellos que salían del Liceo frente a la Plaza, la Escuela Normal o Universidad Austral de Almirante Latorre, la Escuela Hogar (después Escuela Luis Cruz Martínez) de calle San Antonio o del desaparecido Gimnasio Cordam, cuando don Sergio bajaba del sector Bórquez Solar. Es un indiscutible protagonista de la memoria viva de la ciudad.
Algunas de sus historias son bastante tristes, partiendo por la muerte de su madre cuando tenía alrededor de 6 meses hasta la polémica lobotomía de la que fue objeto y que lo dejó con severas secuelas o el terremoto y maremoto de 1960 que arrasó el barrio La Arena, donde estaba su casa; sin embargo, también hay otras felices como el homenaje del Cuerpo de Bomberos de Ancud a sus ochenta años, su participación en un capítulo de un programa de televisión local financiado por el Fondart en 2008 o las alegrías que vivió como socio del Club Deportivo Pudeto, organización donde participaba desde 1966. Desde cartero a mensajero privado o rezador, conocida es también su asombrosa memoria, cómo recordaba detalles históricos de la ciudad, direcciones, historias familiares, cómo decía la hora sin tener un reloj o la nostalgia que aún provoca escuchar cuando canta/recita «la guagüita»:
«En la noche hace chuchito en su camita
y cuando se despierta hace a un lado sus cubijos
se destapa y mueve sus patitas
y después se tapa y se da vueltas para el rincón
cierra sus ojitos y hace chu-chi-to».
Con semanas de trabajo, estudiantes de la Universidad de Los Lagos registraron vídeos y reunieron decenas de carpetas que contenían desde saludos, testimonios y casi 800 firmas de vecinas/os de la ciudad donde apoyaban la necesidad de nombrarlo Hijo Ilustre por lo que representa actualmente su figura; con ello, presentaron la petición ante el concejo municipal que decidió abrir un expediente a comienzos de noviembre para evaluar su pertinencia, aprobándose por unanimidad otorgar el reconocimiento ayer lunes 10 de diciembre. Como pocas veces, Ancud reconocerá a uno de sus ciudadanos por aclamación popular.
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