Un inusual caso de robo hormiga es el que llegó hace pocos días a manos del Ministerio Público de Ancud luego que Cermaq (ex Cultivos Marinos) se querellara contra todos aquellos aquellos que resulten responsables de la sustracción de 479,35 libras (218 kilos) de salmón atlántico desde un envío a Estados Unidos, todo avaluado en USD$2.630.- o aproximadamente (cerca de $1.728.578).
De acuerdo a información a la que accedió La Opinión de Chiloé, el día 31 de mayo de este año la empresa realizó un envío de 17.191,15 kg de Salmón Atlántico fresco desde Ancud hasta Nueva York y Miami, Estados Unidos, para lo que contrató a una empresa de transportes que trasladó el producto hasta el Aeropuerto de Santiago.
El camión salió de la planta de Ancud alrededor de las 18.00 horas de ese 31 de mayo de 2016, no sin antes pasar por un procedimiento de control de calidad donde se revisaron al azar algunas de las cajas que contenían los salmones para verificar si el peso estampado en las etiquetas coincidían. Como todo estaba en orden, el camión fue despachado a Santiago llegando a destino el 1 de junio alrededor de las 20.30 horas.
Al arribar, las empresas encargadas de exportar procedieron a descargar el camión y realizar una revisión de los productos recepcionados pero, al pesar algunas de las cajas al azar, se notó que existía una diferencia entre el peso que aparecía en la etiqueta y el peso real, faltando entre 1 a 3 filetes de salmón en algunas de las cajas revisadas que sumadas, equivaldrían a más de 450 filetes de 500 gr. Lo extraño de todo es que tenían intactos los 2 sellos de seguridad y 1 suncho (cinta delgada que se pasa a través de una máquina y que supuestamente no se puede sacar sin cortarla).
Inmediatamente una de las compañías exportadoras se contactó con Cermaq para informarle que las cajas presentaban diferencias entre su peso real y el señalado en las etiquetas, iniciándose una serie de indagatorias preliminares. Según indica la querella presentada por la empresa salmonera que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, se pudo concluir preliminarmente que «el hurto de las especies salmónidas se realizó entre el Control de Calidad y la llegada del camión al Aeropuerto de Santiago, por lo que éste se habría realizado en la Planta al cargar el camión, o durante el transcurso del transporte de las especies al aeropuerto de Santiago».
Con estos antecedentes, la compañía decidió poner el caso en manos de la justicia. Aunque en términos comparativos el monto de la sustracción no es muy alto, si podría tener implicancias serias con sus clientes estadounidenses por el no cumplimiento de contratos si es que este tipo de robos se vuelve sistemático.
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