Ancud: «la pieza de muñecas», el espantoso caso de pederasta en serie que se tramita en secreto

Fotografía de contexto.

ANCUD (La Opinión de Chiloé) — De manera silenciosa y bajo estricta reserva, así se ha estado tramitado en la comuna de Ancud un horroroso conjunto de denuncias sobre presuntos ultrajes a menores perpetrados por el que sería un pederasta en serie, y que durante años habría tenido como víctimas a varias niñitas que fluctuaban entre los 4 y 13 años de edad.

El caso ha sido relativamente complejo por el tiempo transcurrido desde los ataques, por la estricta reserva detrás de las indagatorias y porque involucraría a un amplio grupo familiar, sin embargo, La Opinión de Chiloé accedió a diversos antecedentes que se habían mantenido en secreto hasta el día de hoy, que se pasan a exponer a continuación resguardando datos sensibles.

Los hechos quedaron al descubierto en el año 2020 cuando una de las víctimas denunció que en fechas indeterminadas entre los años 2010 y 2013 habría sufrido diversos ataques en su indemnidad sexual, los que partieron cuando ella tenía apenas 10 años de edad.

Se ha podido determinar que el imputado perpetró gran parte de los ultrajes al interior de una vivienda ubicada en el sector rural Huelden Alto Lamecura, Ancud, aprovechándose que la víctima concurría a jugar con una de sus primitas.

Todo habría ocurrido cuando el delincuente se quedaba a solas con su hija, instancia que era aprovechada para invitar a la niñita bajo el argumento de un simple juego. Luego, y tras expreso pedido del sujeto, mientras su hija iba a buscar leña o papas a una bodega distante a varios minutos de la propiedad principal, procedía a llevar a su sobrina a una pieza aparentemente acondicionada para realizar los actos ilícitos.

En efecto, fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé indicaron que las distintas diligencias reconstruyeron uno de los modus operandi que usaba el pederasta: realizaba sus agresiones en una pieza especial en la vivienda que habitaba, una especie de «pieza de muñecas».

En ese lugar de la casa llevaba a sus víctimas y les decía que si lo dejaban hacer lo que él quisiera, podían optar por la muñeca que más le gustara. Aparentemente, era un dormitorio que con los años se llenó de repisas con muñecas, en un actuar bastante extraño que el sujeto habría justificado diciendo que era para su hija, la que por cierto ya no vivía ahí.

El responsable sería el tío de la afectada, revelándose en la etapa indagatoria que no sería la única que fue objeto de actos lesivos, dañosos.

Para contextualizar, la denuncia se habría gestado cuando la víctima escuchó a la pasada una conversación en su familia respecto a que una de sus parientes había denunciado al imputado por abuso sexual infantil.

Fue en ese contexto que, al escuchar el nombre del pederasta, recordó todo lo que le habría pasado y decidió llamar por teléfono a una de sus primas, a quien decidió contarle lo vivido años antes. En medio de esa conversación, quien la oía decidió relatarle que también habría sufrido ataques sexuales del mismo sujeto, hechos que se remontarían a un período comprendido entre los años 2010 y 2016.

Respecto a esta tercera víctima, el imputado sería autor de actos de connotación sexual en fechas indeterminadas durante ese tramo de años, y que consistirían en tocaciones con ánimo libidinoso, obligándola incluso a que lo tocara en sus genitales. En este caso, todo habría comenzado cuando ella tenía apenas 4 años de edad, cesando cuando cumplió alrededor de 10 años de edad.

Luego, ambas decidieron realizar la denuncia ante la Policía de Investigaciones de Ancud, descubriendo en este proceso que existiría una cuarta víctima de actos similares, que también era una de sus primas.

Esta, habría sufrido agresiones sexuales en fechas indeterminadas entre los años 2013 y 2014, aunque en este caso en viviendas ubicadas en los sectores rurales Lamecura, Huelden Alto y Manao, todos de la comuna de Ancud.

Sobre esta afectada, los antecedentes que se alcanzaron a recopilar indicaban que fue atacada cuando tenía entre los 8 y 9 años de edad; el imputado habría realizado actos de connotación sexual consistentes en tocaciones con ánimo libidinoso.

Lo impactante de este caso es que según refirió una de las víctimas, los abusos perpetrados a una de sus primas aparentemente era un secreto a voces en la familia, dado que gran parte de sus integrantes sabían que había sido abusada por el «tío», pero nunca denunciaron, y la madre decidió alejarla de ese sector para escaparse.

Es más, luego de la denuncia del año 2020, se habría emanado una orden judicial para que el imputado no se acercara a las víctimas. Sin embargo, cuando dos de ellas se encontraban en Huelden, el imputado habría concurrido a la propiedad para «conversar» o para «aclarar la situación» con la mamá de una de ellas.

Cabe mencionar que en medio de la investigación, además del modus operandi vinculado a la «pieza de muñecas», también el pederasta habría usado una especie de «soborno con dulces», ya que al menos en el caso de dos menores, se menciona que mientras ocupaba el rol de «transportista», les ofrecía regalarles caramelos si se dejaban tocar, siendo una de las ultrajadas una de ellas cuando tenía 10 años de edad.

El delincuente fue detenido recién el 7 de mayo de 2021, siendo formalizado el 10 de mayo de ese año, instancia donde se le impuso la medida cautelar de arresto domiciliario total hasta el 1 de agosto de 2021, cuando se le modificó por el de arresto domiciliario parcial nocturno, el que sigue vigente hasta el día de hoy.

Las indagatorias estuvieron a cargo de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales (Brisex) de la PDI de Ancud, quienes levantaron una serie de medios probatorios que llevaron al Ministerio Público a levantar una acusación en contra del encartado por la presunta comisión de tres delitos consumados de abuso sexual impropio reiterado prescrito y sancionado en el artículo 366 bis del Código Penal en perjuicio de tres menores de edad; y un delito consumado de violación impropia reiterada, prescrito y sancionado en el artículo 362 del Código Penal en perjuicio de una menor.

A este respecto, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Castro dio por acreditados hace algunos días los hechos materia de acusación respecto al delito de violación de menor de 14 años o impropia, en grado de desarrollo consumado y en carácter de continuado, mientras que sobre los abusos sexuales, no se logró superar la presunción de inocencia que de acuerdo al artículo 4° del Código Procesal Penal beneficiaba al sujeto dado que las probanzas que se allegaron habrían sido insuficientes.

Así las cosas, recibió una pena de seis años de presidio mayor en su grado mínimo, aunque según el tribunal, se le abonarían un total de al menos 311 días al cumplimiento efectivo, siempre que la sentencia sea confirmada en la apelación que lleva adelante su abogada particular.

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