
ANCUD (La Opinión de Chiloé) — Al cumplirse una semana de la reanudación de las obras del nuevo Hospital de Ancud que se levanta en el sector de Alto Caracoles, la Seremi de Salud de Los Lagos instruyó paralizar las faenas en algunas secciones luego que se confirmaran dos nuevos positivos de la enfermedad por SARS-CoV-2.
A este respecto, y luego de reiniciarse las obras, una lectora que es familiar directo de dos trabajadores ancuditanos compartió con La Opinión de Chiloé el siguiente relato: «los citaron a las 10.00 horas de la mañana, y a esa hora llegaron cuatro minibuses con gente de fuera, personas que llegaron a esa hora y no les exigieron cuarentena, solamente les tomaron el test rápido y no PCR y se pusieron a trabajar al tiro. Mi pariente renunció, no se quiso quedar a trabajar (…) [dijo que] no habían medidas de seguridad, nada de resguardos».
Continuó señalando: «a las 14.00 horas llegó otro grupo más de fuera y probablemente el 18 [de agosto] llega más gente del norte, y a esos que llegaron ni siquiera les tomaron el test rápido [en terreno], y en la tarde antes de salir, les informaron a todos que de los que les tomaron el test rápido en la mañana, del grupo de las 10.00 de la mañana, habían cuatro con posible coronavirus y los llevaron al Hospital».
Tras algunos días de ese incidente, durante este jueves la Seremi de Salud de Los Lagos, Scarlett Molt, confirmó que dos trabajadores no residentes en Ancud dieron positivo al PCR. «Se trata de dos trabajadores de dos empresas subcontratistas», explicó.
En cuanto al primero, aseveró que provenía desde Santiago, una zona que está aún en cuarentena; el aludido vivía con otros trabajadores en una pensión ancuditana, por lo que todos están en aislamiento preventivo a la espera de la aparición de sintomatología y un testeo.
Eso sí, respecto a este caso, la autoridad sanitaria reconoció una información que era desconocida para la comunidad y que se habría ocultado: «él ingresó con un test rápido positivo, pero con un PCR negativo», dijo.
Fuentes independientes consultadas por La Opinión de Chiloé indicaron que se habría tratado de un falso negativo, y que no se le habría remuestreado para descartar aquello y que el dato era de conocimiento interno en el Servicio de Salud Chiloé.
En cuanto al segundo, Molt indicó que estaba en los registros de EPIVIGILA como COVID-19 positivo hace varias semanas, asegurando: «está hace un mes con un PCR positivo, pero con baja carga viral».
Erik Poblete Torres, director (s) del Servicio de Salud Chiloé, salió a entregar la versión que él maneja respecto a estos trabajadores, asegurando que no habrían alcanzado a ingresar a la obra, algo que por ahora está en duda tras la discutible credibilidad que ha caracterizado parte de su gestión desde que asumió, y que incluye desde operativos de evacuación de pacientes con coronavirus que jamás han ocurrido (ver nota relacionada) hasta la omisión de transparentar la desastrosa situación de las listas de espera en la provincia (ver nota relacionada).
«Los dos trabajadores, uno proveniente de la región metropolitana y otro de Ancud, fueron detectados por la autoridad sanitaria como positivos, gracias a las estrictas medidas de seguridad que hemos adoptado, lo que nos deja satisfechos de que estamos cumpliendo con velar por la seguridad de toda la población de Chiloé, pues nuestro eje principal es salvaguardar la vida de los trabajadores, funcionarios y de todos nuestros usuarios», señaló.
Entre sus dichos, sin embargo, se observaron algunas contradicciones dado que detalló posteriormente que los exámenes fueron realizados antes del ingreso a la isla grande y en la obra, ¿ingresaron o no ingresaron entonces a las faenas? ¿uno es de Ancud o los dos tienen residencia fuera de la isla?. Explicó que los dos contagios están en «cuarentena preventiva», aunque en realidad están en cuarentena obligatoria al ser casos confirmados.
Poblete dijo que el trabajador que aparecía con PCR positivo desde el mes de julio era una persona residente de Ancud; fuentes independientes aseguraron a La Opinión de Chiloé que se trata de un carpintero cuya trazabilidad nunca se transparentó cuando fue notificado.
En cuanto al oriundo de la región Metropolitana, hay cinco personas calificadas como contacto estrechos que están en aislamiento preventivo.
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