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Quemchi: vecino de 79 murió en Hospital de Ancud tras neumonía por COVID-19.
ANCUD (La Opinión de Chiloé) — Luego que durante este mediodía se informara el fallecimiento de un adulto mayor oriundo de Quemchi que se encontraba internado en el Hospital San Carlos de Ancud con neumonía por COVID-19, deceso que se registró durante la madrugada de este domingo, un segundo fallecimiento atribuido a la enfermedad por SARS-CoV-2 se ingresó recientemente a las estadísticas oficiales, tratándose de una mujer oriunda de Ancud.
De acuerdo a fuentes independientes consultadas por La Opinión de Chiloé, alrededor de las 22.15 horas de este viernes se constató el deceso de esta adulta mayor de 79 años de edad que se encontraba internada en el recinto de salud del norte de Chiloé con un síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) vinculado a coronavirus.
Cabe mencionar eso sí que la paciente también padecía otras patologías severas, por lo que no tenía indicación de realización de algún esfuerzo terapéutico extraordinario, como ventilación mecánica o traslado a algún centro de mayor complejidad, esperándose el resultado fatal.
Por ahora el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud deberá realizar un análisis epidemiológico sobre este caso, el que determinará si se ingresará como deceso por el nuevo coronavirus o por el Alzheimer que padecía.
La confirmación en comento recién se sabrá este jueves o viernes, aunque se debe precisar que el organismo técnico en comento incorpora recursos adicionales para asignar la causa de muerte, proceso que sigue estándares internacionales, y que incluye los datos dispuestos en el certificado médico de defunción, datos de laboratorio y los registros existentes en la plataforma EPIVIGILA, entre otros.
Por lo tanto, de manera preliminar este fallecimiento se atribuiría a COVID-19 ya que existía PCR positivo y padecía problemas respiratorios vinculados a la pandemia.
En el certificado de defunción del Servicio de Registro Civil e Identificación (SRCeI) que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé se explica que la causa inmediata de muerte, que se refiere a la enfermedad o condición que produjo directamente la muerte, fue un síndrome de distrés respiratorio moderado-severo; en cuanto a la causa originaria, o sea, enfermedades, lesiones, tipos de accidentes u otro que haya ocasionado la causa inmediata, se menciona la presencia de una bronconeumonía por SARS-CoV-2; mientras que como segunda causa originaria, apartado disponible para otros motivos de este tipo, se menciona la existencia de Alzheimer avanzado.
Desde el hospital se refirieron a los dos decesos ocurridos estos días, indicando que estaban internados producto de sus complicaciones y que presentaban comorbilidades. El Médico Jefe del Servicio de Medicina del recinto asistencial, Andrés Hernández Velásquez, detalló que ambas defunciones se asocian «al curso de una enfermedad por COVID-19, evidentemente esperábamos un desencadenante fatal pronto, por lo mismo, no tenían indicación de realización de esfuerzo terapéutico extraordinario, como ventilación mecánica u otro traslado a centros más complejos, puesto que sus expectativas de vida previas al COVID-19 ya eran lo suficientemente ominosas como para desestimarlo».
El médico expresó que la enfermedad por SARS-CoV-2 «no solo ataca a los pulmones, sino también a otros sistemas y órganos, entonces puede desencadenar la falla abrupta o precipitada de una insuficiencia previa de otro órgano del sistema, que es lo que probablemente ocurrió en los dos casos, donde en un paciente que tenía una falla renal crónica avanzada, finalmente desencadenó que esto se agudizara lo suficiente para llegar a lo que llamamos síndrome urémico, que fue la causa de muerte probable de este paciente», explicó.
Si bien ambas personas fueron diagnosticadas COVID-19 positivo, ninguna de ellas estaba recibiendo oxígeno en grandes dosis aseguraron desde el hospital, indicando que una de estas personas estaba «sin oxígeno suplementario y otra con dosis llegando a un apoyo mínimo».
Así, Ancud acumula cuatro muertes debido a la pandemia. El primero que murió por COVID-19 fue un varón de 78 años, hecho registrado en junio pasado, y que habría adquirido el virus de su propia hija quien no respetó su cuarentena al arribar desde Santiago (ver nota relacionada).
La segunda víctima fatal fue una mujer de 80 años cuyo deceso se confirmó el 5 de septiembre pasado en el Hospital San Carlos de Ancud y que formaba parte del clúster o grupo familiar de Catrumán, y que también se vincula a una actividad social con numerosos asistentes. Ella estuvo conectada a ventilación mecánica en el Hospital de Castro por alrededor de 49 días hasta ser dada de alta; sin embargo, quedó con secuelas pulmonares muriendo por insuficiencia respiratoria aguda en septiembre (ver nota relacionada).
El tercero fue un joven profesor de 38 años que murió la madrugada del lunes 23 de noviembre tras graves complicaciones respiratorias producto de una neumonía por COVID-19, afección que le habría provocado un severo síndrome de distrés respiratorio, vale decir, una acumulación de líquido en los pulmones que terminó por provocar su muerte. Esperaba traslado a un centro de mayor complejidad fuera de la provincia de Chiloé sin que se pudiera concretar (ver nota relacionada).

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