
Véase también:
Bolivia: Evo llama a nuevas elecciones tras lapidario informe de la OEA.
Bolivia: Fuerzas Armadas piden la renuncia de Evo Morales en medio de fraude electoral.
Evo Morales renuncia a la Presidencia de Bolivia.
LA PAZ (La Opinión de Chiloé) — Tras las efímeras celebraciones de la oposición durante la noche de ayer luego de la renuncia del presidente boliviano, Evo Morales, presionado por el Ejército, hoy la preocupación abunda a lo largo del país tras ver a Bolivia sumida en un evidente vacío de poder y un caos que se apodera de las calles con un número creciente de muertos y heridos.
En efecto, la sucesiva renuncia de autoridades de la cadena sucesoria constitucional, que partió con el vicepresidente Álvaro García Linera, para seguir con la presidenta y los dos primeros vicepresidentes del Senado, ha levantado enorme incertidumbre. La siguiente en la línea es la opositora Jeanine Añez, la tercera vicepresidenta del Senado, y a quien varios medios sindican como eventual futura presidenta de ese país, algo que ella misma confirmó ayer.
Sin embargo, en medio de llantos este lunes apareció ante las cámaras esgrimiendo que lo hará solo para llamar a elecciones y retomar el orden constitucional, en medio de una Bolivia en descontrol. Añez dijo esperar que el «el 22 de enero tengamos ya un presidente electo».
«Es para dar una certidumbre al país. Si yo tengo el acompañamiento para que no pase este vandalismo, para que no hayan más muertes, mujeres violadas… Creo que los bolivianos no merecemos esto y es urgente que le demos una certidumbre a la gente; por lo tanto, si hay el acompañamiento de las organizaciones civiles yo voy a asumir. Pero si se decide otra vía u otro camino, también lo voy a aceptar», dijo.
«Lo que quiero yo es solamente aportar, es darle una solución a esta crisis tan horrible que estamos viviendo, solamente eso (…). Que quede bien claro que esto es una transición, es solamente para llamar a elecciones y que sean transparentes como el pueblo boliviano lo quiere», acotó.
Sobre la salida de Evo Morales, dijo lo siguiente: «no podemos decir que estábamos en democracia plena. No se puede hablar de democracia cuando hay perseguidos políticos, cuando hay exiliados políticos, cuando la institucionalidad democrática es inexistente el país, cuando no se respeta la Constitución», sentenció.
Acusó al exmandatario de buscar perpetuarse en el poder y de «tener al país en esta situación por querer quedarse un cuarto mandato». Aseguró que eso «no es lo que los bolivianos queremos, para eso es la democracia, para eso es la alternancia», y que “todo esto [ha ocurrido] por ese objetivo mezquino, totalmente mezquino de don Evo Morales de quedarse en el poder. Y no nos parce justo que los bolivianos estemos pasando por esta situación tan dramática, solamente porque una persona y su partido político quiera perpetuarse en el poder».
«Vamos a llamar a elecciones con personalidades probas, que ellos sean los que lleven un proceso electoral que refleje lo que quieren y el sentimiento de todos los bolivianos», precisó posteriormente al ingreso de la Asamblea Legislativa de La Paz, afirmando que «tenemos ya un calendario. Creo que la población grita por que el 22 de enero tengamos ya un presidente electo».
El caos no cesa. La Policía Nacional siguió amotinada tras la salida del expresidente con lo que el vandalismo, saqueos, turbas armadas con piedras, palos y hasta con artefactos explosivos pudieron apreciarse en varias zonas de La Paz y El Alto, al menos durante la noche y esta mañana.
Aunque los uniformados actuaron tras conocer que se había anunciado su renuncia el comandante de esa institución, Yuri Calderón, su esfuerzo ha sido insuficiente para controlar tantos focos de conflicto.
No hay cifras oficiales sobre el número de heridos ni muertos, mientras que el clamor de vecinos por ayuda, especialmente en La Paz, son crecientes. La presencia de ambulancias y fuerzas del orden y seguridad son escasas, aunque al cierre de esta nota ya se han desplegado varios grupos en zonas de conflicto lanzando lacrimógenas y escopetazos.
La noche no fue tranquila, a los estruendos de explosiones con cartuchos (cachorros) de dinamita se sumó la quema de viviendas, mobiliario público y privado, saqueos, e incendios a oficinas gubernamentales y de la policía. Los vecinos se organizaron en grupos para proteger sus viviendas.
Los habitantes de diversos barrios de la capital vieron que sólo después de las 10.00 horas de hoy efectivos de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) salieron a las calles, todo tras la renuncia del comandante de la Policía.
Sin embargo, grupos de vecinos aún mantenían barricadas para hacer frente a hordas de vándalos que se amontonaron por las calles apedreando todo ventanal que estaba a su paso, saqueando e incendiando locales.
En medio del descontrol, el líder de los llamados comités cívicos, Luis Fernando Camacho, había pedido que renuncien todos los parlamentarios del Movimiento al Socialismo (MAS). Lo delicado de aquello es que tal partido constituye dos tercios de la Asamblea Legislativa, por lo que de prosperar, sería prácticamente imposible una salida institucional.
Camacho, quien dice querer devolver la casa de gobierno «a Dios», matizó sus dichos este lunes asegurando que en Bolivia no se produjo un golpe de Estado, como dijo, habían afirmado algunos medios, sino una «resistencia civil pacífica», término curiosamente similar al circunloquio utilizado por sectores del Frente Amplio y Partido Comunista en Chile tras los millonarios destrozos al metro (acá: «desobediencia civil»).
Aseguró, además, que la movilización ha sido pacífica siempre y que pidió la renuncia de Morales sólo cuando comenzaron a registrarse muertes, tras la confirmación del deceso de tres manifestantes opositores. Se desmarcó entonces de la serie de destrozos, saqueos, violaciones, muertos y heridos registrados estos días.
Evitó repetir su sugerencia de formar una «junta de gobierno» y que ahora abogará por una salida «democrática y constitucional» a toda la crisis.
La oposición política, encabezada por el candidato Carlos Mesa, llamó a la ciudadanía a no hostigar ni perseguir a los parlamentarios del MAS ya que su presencia en la Asamblea Legislativa es clave para dar una «salida democrática del país».
Por otra parte, dijo que la renuncia de Evo Morales —presionado por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional— «no constituye un golpe de Estado, como dicen los medios internacionales. Morales dejó el gobierno porque ya no podía conducir el país, porque la población le había negado su apoyo. Los militares se limitaron a no enfrentarse con el pueblo».
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