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Calbuco: sistemático bullying estaría tras intento de fabricar «bomba» para Liceo Politécnico.
CALBUCO (La Opinión de Chiloé) — Con las medida cautelares de arresto domiciliario total, arraigo nacional y prohibición de acercarse o comunicarse con la denunciante de las supuestas amenazas quedó finalmente el menor de Calbuco que fue detenido el pasado miércoles tras encontrársele en su domicilio una serie de elementos que presumiblemente podrían ser utilizados para la fabricación de al menos un artefacto explosivo.
De acuerdo a fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé, al joven se le buscaba formalizar como eventual autor en grado de consumado de los delitos de amenazas simples, tenencia ilegal de artefactos explosivos, fabricación de explosivos y ofrecimiento a terceros de explosivos, al que se le sumaría el de porte ilegal de arma blanca; sin embargo, sólo los vinculados a la tenencia y fabricación fueron considerados por el magistrado para efectos de medidas cautelares, mientras que los restantes tres se desestimaron.
En particular, el porte de arma blanca (cuchillo tipo corvo) no fue considerado dado que aquella fue encontrada al interior de su propia casa, mientras que las supuestas amenazas no fueron acreditadas ya que el fiscal expuso algunas conversaciones vía WhatsApp donde no se observó aquello; en cuanto al ofrecimiento de explosivos a terceros, el Ministerio Público no expuso algún elemento suficiente que permitiera demostrar la ocurrencia de ese ilícito.
Durante la audiencia, el fiscal Marcelo Maldonado aseguró que los supuestos objetivos del joven para instalar bombas eran el colegio San Miguel y el Liceo Politécnico de Calbuco, todo bajo el alero de una eventual venganza tras sufrir en ambos lugares golpizas, malos tratos, hostigamiento y matonaje escolar sistemático, a pesar que en uno de ellos el director del establecimiento lo negó.
Hay que mencionar que ante el tribuna se mencionó que el adolescente tiene un trastorno de personalidad y un cuadro de depresión relacionado probablemente a años de bullying y que estarían siendo tratados de manera ambulatoria en un centro asistencial.
Desde la defensa del imputado, el abogado Claudio Herrera se mostró conforme señalando que «el juez, sobre el delito más grave, que es la fabricación y oferta de artefactos explosivos, refirió después de ver imagen de detonación del artefacto, que el poder expansivo era tan mínimo, que era incapaz de provocar una lesión, es decir, los elementos supuestamente fabricados por el adolescente escapan de la peligrosidad que la norma reclama para justificar la alta penalidad».
Se fijó un plazo de investigación de 120 días.
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