
CALBUCO (La Opinión de Chiloé) — Una investigación en curso se encuentra actualmente para determinar las causas de una masiva fuga de peces desde un centro de cultivos de la empresa salmonera Marine Harvest Chile, y que se constituye en uno de los más grandes incidentes de este tipo durante los últimos años.
Según antecedentes preliminares recopilados por La Opinión de Chiloé, fue durante la madrugada del pasado 5 de julio que se reportaron daños en la estructura de enjaule del centro Punta Redonda ubicado en isla Huar, Calbuco, que provocaron el escape de 900.000 peces al medio libre, con un impacto sobre los ecosistemas de la zona difíciles de cuantificar. La hipótesis inicial que maneja la compañía es que los problemas se generaron tras la presencia de olas de gran altura y fuertes vientos, que terminaron por dañar gran parte de las estructuras metálicas.
Como parte del plan de contingencia, la compañía ha implementado una estrategia para intentar recapturar a los salmones, para lo que se ha puesto en contacto con la Federación de Pescadores de Calbuco; según la empresa, los peces —cuyo peso promedio sería 3,4 kilos cada uno— no son aptos para consumo humano ya que «no cumplen con los estándares de trazabilidad e inocuidad animal exigidos, por lo que sin el certificado sanitario requerido no se recomienda el consumo”. Lo interesante es que dependiendo de la especie, la cosecha de salmónidos se da cuando alcanzan un peso de entre 3 y 5 kilos, por lo que los cientos de miles de ejemplares liberados ya estaban ad portas de ser enviados a plantas de proceso o culminar su etapa de engorda.
Desde Sernapesca aún no se han referido explícitamente a este incidente, a pesar de la serie de impactos medioambientales que provocan los escapes de salmones, entre los que se encuentran un cambio sobre los ecosistemas y sobre especies nativas, «asilvestramiento” de los salmones escapados, y transmisión de patógenos y enfermedades.
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