Caso Sophie: el frío relato de Francisco Ríos en el juicio en un caso que aún no termina

Véase también:
¡Culpable! declaran a Francisco Ríos Ríos por horroroso crimen de Sophie.
Caso Sophie: acusado niega parricidio pero reconoce tortura de 5 días. Perito: «es un psicópata».

PUERTO MONTT (La Opinión de Chiloé) — En plena tramitación se encuentra un recurso de nulidad interpuesto por la defensa de Francisco Javier Ríos Ríos ante la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, sujeto que el 17 de octubre pasado fue encontrado culpable en primera instancia del horroroso crimen de la pequeña Sophie Claire, quien falleció el 25 de enero de 2018 tras varios días de vejaciones y maltratos.

El 7 de octubre, en plena realización del juicio, el acusado subió al estrado optando por no guardar silencio. Poco se ha sabido del relato que profirió el delincuente ante la sala, aunque tal y como consignó La Opinión de Chiloé, la fiscal Ana María Agüero dijo que en su declaración «él sin mostrar arrepentimiento ni algún dolor al rememorar la muerte de su hija, simplemente manifiesta que a él solamente se le cayó y que las maniobras de RCP [en un centro asistencial] son las que en definitiva le habrían provocado la muerte».

El aludido eso sí, reconoció «los malos tratos que le daba a su hija ya por lo menos a partir del 21 de enero de 2018», con un incontable listado de lesiones, todas aparentemente propinadas en a lo menos 5 días de maltrato (ver nota relacionada).

Tras escuchar la declaración del delincuente, la fiscal dijo que «se pudo apreciar el ánimo frío que manifiesta el imputado, la cero empatía que tiene, y eso también lo acreditamos con la psiquiatra que señala que en el fondo él es un psicópata…».

¿Pero qué fue lo que declaró ante los jueces el imputado? La Opinión de Chiloé accedió a la declaración de Ríos Ríos en medio del juicio la que es resumida en el fallo de primera instancia, y donde aparentemente se observan algunas inconsistencias y potenciales contradicciones.

Ahí, se dice que al despertar el día fatídico, «tomó a la niña la lleva a la cocina, y la deja ahí, pone a calentar unas hamburguesas, le sacó la ropa en el sillón y se introduce al baño, la baña con agua fría y la jabonó tres veces, él era el que hacia las cosas con la niña, porque aseguró que Camila no se preocupaba de ella».

Continúa diciendo que «luego que la baña, toma a la niña con las dos manos, de la cintura, le conversó todo lo que estaba haciendo, en ese momento la levanta y se sube a la tina del baño con un pie y con el otro se apoya en la tasa, mientras tiene a la niña en sus manos para que tome la toalla, y en esos momentos siente que se le estaba quemando el aceite o las hamburguesas que previamente había puesto a cocinar y allí se dio vuelta para poder mirar porque le había quedado el olor a quemado del aceite, giró y por inercia, se tuvo que apoyar y en esos momento es cuando se le cae la niña».

Aseguró Ríos Ríos que «la niña se golpeó, se pegó en el estómago, en el borde la tina, quedó con la cabeza hacia dentro de la tina y los pies para afuera, allí en ese momento la niña levanta el brazo, cuando se golpea, levanta la mano y piensa que se pegó fuerte, allí la tomó y la dejó sentada en la tasa del baño, corre a la cocina a apagar el gas lo apaga y en esos momentos debió abrir una ventana, y aprovechó de abrir un poco la puerta, allí le reclama a la Camila, quien en esos momentos, veía algo en la televisión, le lanza unos garabatos porque no lo ayudaba en nada, en ese momento cuando está volviendo ve a la niña que está en el suelo, con su mano todavía levantada, no sabía porque estaba así».

Asevera que «en ese momento revisa a la niña y supone que se podía haber lesionado alguna costilla, en ese momento no notó nada raro, pero advirtió que le faltaba el aire, por lo que le hizo reanimación lo que había aprendido en la compañía de bomberos, le hace tres veces reanimación, le hace tres veces respiración boca a boca, la primera vez no le tapó la boca, le hace el RCP, le apretó la boca del estomago cinco veces y la niña reaccionó bien, recibió el aire y se recompuso».

Indica que «la miró y le preguntó si estaba bien, en ese momento bajó Camila, luego que ya le había dicho un par de cosas, porque era evidente que se estaba quemando algo en la cocina y ella no bajó, pero ella solo se rió. Cuando bajó la Camila, cerró la puerta, porque no quería que ella lo retara, mas todavía si se le había caído la niña, ella salió, y subió a la niña, la dejó en la cama sentada, todo lo hizo rápido, bajo a buscarle ropa, de unos bolsos que habían en el primer piso, le puso cualquier ropa porque sabía que debía llevarla al Sapu».

Posterior a ello, aseguró que «al bajar le dijo a la Camila que estaba transpirando, agregando que ‘no sé cómo decirte que se me cayó la niña’. Acota que la Camila reaccionó como él pensaba, se puso a gritar, se puso las manos en la cara, se puso a llorar y no hizo nada más, y le dijo que se pusiera unas zapatillas, luego tomó a la niña y salió con ella, en tanto luego se sumó Camila ‘ella le dijo que si llegaba a tener problemas con la niña le culparía a él de todo'».

Esgrimió que «allí ella le dijo: ‘van a llegar los pacos me van a preguntar…’ —afirma que no sabe porqué se preocupaba ella, si a él se le había caído la niña y no a ella— un poco antes de llegar al Cesfam, le saca el chal, y le da respiración boca a boca, piensa que se demoró como siete minutos aproximados en llegar al Cesfam, al llegar entra y en el afán de llegar rápido, se metió al lado de urgencia, y en el día no se atiende allí, y allí la persona que recibe le dice que la lleve a un lugar, le deja a la niña y le dice al paramédico que se le había caído, le sacó las zapatillas, la persona que hace la ficha, le pide que salgan del box».

«Camila salió adelante y se ponen a esperar afuera, ubicándose en el sector de la entrada y allí estuvieron como 40 minutos, y salió una persona como a los 10 minutos, y les dijo o preguntó, algo, un par de cosas, y como a los 20 o 30 minutos después llegó una ambulancia», agregó en su relato.

Se indica que «recuerda que le pidió a Camila que le fuera a buscar los cigarros, y como pensó que ella no fumaba, al final Camila no quiso y él tampoco fue a buscarlos. Luego llegó una patrullera de carabineros con al menos dos funcionarios, uno de ellos le pidió que le acompañara para tomarle una declaración, y le preguntó cómo se llamaba la niña, observa que él no sabía cuáles eran los apellidos de la niña».

Ríos Ríos «le dijo que la niña era su hija, que ella y Camila habían llegado a vivir con él unas dos semanas antes, y al llegar a la unidad, carabineros le dijo a otros funcionarios que debía tomarse una declaración porque había un fallecido. Y entonces le preguntó porque estaba diciendo eso, y así fue como se enteró de la muerte de su hija. Indica que en ese momento Camila se levanta y se corre de donde están y allí es donde simplemente se bloqueó, y según expresa: ‘de allí en adelante fue todo inercia no más'».

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