
CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Una serie de denuncias efectuadas por vecinos del sector Bordemar de la comuna de Castro más avisos por Internet y Redes Sociales permitió establecer la ubicación de un recinto clandestino donde varias mujeres ejercían el comercio sexual.
De acuerdo a información recopilada por La Opinión de Chiloé, la diligencia se realizó durante las últimas horas en un área de cabañas tras antecedentes fundados de prostitución y venta ilegal de alcohol, por lo que la Comisión de Alcoholes de la Segunda Comisaría de Carabineros de Castro se aprestó a realizar un operativo sorpresa procediendo a la detención de varias personas vinculadas a tales ilícitos.
La redada fue confirmada por el subprefecto de la Prefectura de Carabineros de Chiloé y Palena, Óscar Muñoz, quien indicó «tenemos un prostíbulo clandestino que funcionaba en el sector de Bordemar… ahí habían cabañas que eran utilizadas para efectuar comercio sexual en donde se tomó detenidas a mujeres mayores de edad y de distintas nacionalidades, todas sudamericanas, chilenas, bolivianas, colombianas, donde se adoptó el procedimiento de acuerdo a lo que establece el Código Sanitario en el artículo 41».
En particular, dicho artículo prohíbe la existencia de prostíbulos cerrados o casas de tolerancia siendo rol de las Prefecturas de Carabineros ordenar y llevar a efecto la clausura de este tipo de locales, sin perjuicio de las sanciones que imponga el Servicio Nacional de Salud y las instrucciones posteriores que ordene el Juzgado de Letras competente.
Muñoz indicó que «se informó los antecedentes al Ministerio Público se decomisa todo lo que es referente al acto sexual, se encontró también alcohol en dicho lugar, por ende también se consideró [al recinto] como un clandestino».
Carabineros acotó que tras el procedimiento de clausura, se derivaron los antecedentes respectivos al Servicio de Salud Chiloé para que tome cartas en el asunto y gestione sumarios sancionatorios para los regentes del lugar.
La Comisión de Alcoholes de Carabineros realiza una importante labor para desbaratar “clandestinos”, es decir, locales sin los permisos municipales necesarios para su funcionamiento, tanto en los sectores urbanos como rurales, junto con fiscalizar a aquellos con patente de alcohol vigente e infraccionar, de ser atinente, cualquier violación a la norma.
Otro de los aspectos que ve la comisión es el control del arrendamiento de las patentes de alcohol, los que deben cumplir con el debido proceso ante el departamento de rentas municipales. El trámite exige varias etapas para establecer si una persona cumple con los requisitos para expender bebidas alcohólicas, todo con el fin de evitar que sujetos inhabilitados ejerzan tal actividad (por infracciones por ejemplo); de encontrarse irregularidades, se informa al juzgado de policía local correspondiente donde los dueños de las patentes pueden arriesgar a que el municipio no les renueve el permiso.
Las fiscalizaciones también se pueden extender a actividades relativamente comunes en los sectores rurales de provincia como la realización de las “carreras a la chilena”, eventos deportivos durante los fines de semana como los torneos y beneficios bailables, lugares donde el consumo de alcohol puede terminar en la ocurrencia de otros delitos como riñas, lesiones o accidentes.
En tal marco, el control del cumplimiento de la Ley de Alcoholes también implica la revisión de los sistemas de seguridad e higiene de los establecimientos donde se expendan.
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