CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Una insólita y relativamente agresiva sesión del Concejo Municipal de Castro se registró durante el día martes luego que de manera sorpresiva irrumpieran en la tranquila reunión un grupo de comerciantes ambulantes oriundos de comunas externas a la Provincia de Chiloé exigiendo un espacio para comercializar sus productos, pero no cualquier lugar, sino que alguno en la mismísima Plaza de Armas de la capital provincial.
De acuerdo a antecedentes recopilados por La Opinión de Chiloé, los aludidos serían principalmente artesanos de alhajas (varios de Santiago) quienes están molestos por el endurecimiento de las fiscalizaciones en pos de la puesta en práctica de la Ordenanza Municipal para el Comercio Estacionado y Ambulante en Bienes Nacionales de Uso Público (u Ordenanza Municipal n.°027) que fue aprobada mediante el Decreto n.°1198 el 19 de diciembre de 2017. En particular, a los aludidos se les solicitó que abandonaran el lugar haciéndoles mención a que la normativa aprobada prohíbe la instalación de «puestos» irregulares en dicho espacio público so pena de la aplicación de multas; el aviso que se les hizo fue cordial para evitar sanciones que van desde 0,5 a 3,0 UTM.
Hay que recordar que en el artículo 21 de tal Ordenanza se consigna que no se autorizará el comercio ambulante en diversas zonas, entre ellas, la Plaza de Armas de la capital provincial donde los artesanos exigen que se les de un espacio. En la comuna no está permitido instalarse:
a) A menos de diez (10) metros del vértice de encuentro de las líneas de edificación que forman la esquina.
b) Frente a los edificios públicos, tales como: Instituciones o Servicios Públicos, edificios declarados monumentos nacionales, locales de espectáculos públicos, cuarteles de bomberos, centros de pago, supermercados, bancos comerciales, frente a los accesos a galerías comerciales y otros que determine la autoridad.
e) En las veredas circundantes de las ferias libres y mercados.
d) A menos de diez (10) metros de los accesos a los grifos.
e) En las inmediaciones de los parques, plazas y jardines.
f) En las paradas de locomoción colectiva y de transporte público.
Tras la sesión, y en horas de la noche de ese mismo martes, el concejal por el Partido Comunista René Vidal Barrientos habría recibido un llamado telefónico donde desconocidos profirieron amenazas exigiendo que no se les expulse desde la Plaza de Armas, aclarando que no son artesanos de la comuna, sino que personas que han llegado a Castro durante la época estival como «turistas comerciantes».
Desde el municipio se indicó que no tolerarán amenazas ni insultos hacia los Concejales ni funcionarios municipales, por lo que se está evaluando interponer acciones legales en contra de quienes resulten responsables. Las amenazas son penadas por ley con sanciones que van desde los 61 días de cárcel hasta los 5 años de presidio.
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