CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Una curiosa causa fue remitida ayer por el Juzgado de Policía Local de Castro hacia el Ministerio Público de la capital provincial (vía Juzgado de Garantía) luego que un incidente que parecía rutinario, se transformó en un caso que podría, incluso, terminar con una millonaria demanda por falta de servicio en contra del Hospital de Castro – Servicio de Salud Chiloé. Lo ocurrido se había manejado discretamente desde mediados del mes de mayo, pero hoy La Opinión de Chiloé lo hace público.
De acuerdo a antecedentes recopilados por este medio, aproximadamente a las 12.10 horas del 14 de mayo de este año, y mientras transitaba por un paso de cebra, una mujer identificada como M.A.T.C. (49 años) fue atropellada en avenida Galvarino Riveros con calle Pablo Neruda por un Toyota Yaris conducido por un joven identificado como P.I.V.U. (25 años). Tras el incidente, el chofer dio aviso a Carabineros y llamó a equipos de emergencia, procediéndose a trasladar a la víctima al Servicio de Urgencias del Hospital Dr. Augusto Riffart de Castro. Las alcoholemias salieron negativas para ambos.
En el nosocomio, la mujer le refirió dolor en la cabeza, cadera y pierna derecha a la médico venezolana —sin Eunacom vigente el que recién daría en julio según confirmó La Opinión de Chiloé en el registro de inscritos—, mientras que en el examen físico se constató una herida en el cráneo y dolor en el muslo ante palpación. Se le tomó una radiografía, para posteriormente ser dada de alta con reposo de 48 horas, recetándole ketoprofeno y ketorolaco por considerarse que sus lesiones eran meramente leves según el Informe n.°462802 del Servicio de Urgencia del Hospital de Castro que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé.
Sin embargo, al día siguiente habría comenzado a sentir mareos y nauseas, además de dolor en distintas partes del cuerpo, por lo que tras concurrir a la ACHS (porque el accidente fue laboral de trayecto) fue trasladada a la Clínica de Puerto Montt donde se le practicó un TAC descubriéndose una fractura cerrada de apofisis transversa de vértebra lumbosacra y TEC cerrado, quedando hospitalizada por cuatro días antes de ser dada de alta con reposo absoluto porque sus lesiones eran graves. Luego de lo ocurrido, surgen las interrogantes ¿está descompuesto el scanner en Castro? ¿por qué la médico no la derivó a la ACHS? ¿qué hubiera pasado con alguien de escasos recursos que no tiene acceso a un scanner en clínica privada?
Dados estos antecedentes, el caso fue remitido por el Juzgado de Policía Local al Juzgado de Garantía de Castro por haberse transformado en una causa de lesiones graves tras accidente de tránsito; una vez recibido, la magistrado remitió los antecedentes a la fiscalía para que se evalúe iniciar una investigación para determinar responsabilidades. ¿Existió negligencia médica? o usando el circunloquio para casos de este tipo, ¿existió falta de servicio?
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