CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Ingresado en el Centro de Detención Preventiva de Castro como reo rematado quedó, finalmente, un contumaz delincuente que fue capturado este domingo en un procedimiento policial por presunto tráfico de sustancias ilícitas, descubriéndose que se encontraba prófugo de la justicia.
De acuerdo a información judicial que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, se trata de Ángel Rigoberto Torres Llaipén, quien la madrugada del 21 de junio de 2017 protagonizó un violento robo en el Servicentro Petrobrás del sector Llau Llao, Castro, instancia donde un bombero fue agredido con un fierro y patada en la cabeza para sustraerle el dinero que portaba.
De acuerdo a lo que se logró determinar, ese día, el imputado Torres Llaipén ingresó al lugar manejando un automóvil Toyota Yaris blanco, solicitando a la víctima V.F.V.V. que le llenara el estanque con combustible, y mientras realizaba tal acción, llegaron otros dos imputados para asaltar al trabajador.
Se trataba de Juan Humberto Huichacán Pacheco, quien portando un fierro, agredió en la cabeza a la víctima que cayó al suelo, instancia que fue aprovechada por Sebastián Moisés Vertiola Soto, que lo agredió con una patada en la cabeza en medio de insultos.
Ahí, le solicitaron al bombero que haga entrega del dinero que tenía recaudado, por lo que la víctima les pasó la suma de $25.000.-
Concretado el delito, este trío huyó en el vehículo antes referido. La víctima quedó tendida en el suelo con heridas en el cráneo, siendo atendido con posterioridad en el Hospital Dr. Augusto Riffart de Castro.
Recibida la denuncia, funcionarios de la 2ª Comisaría de Carabineros de Castro procedieron a su persecución y captura, siendo puestos a disposición de la justica horas después.
Los meses pasaron, y el 12 de marzo de 2018 accedieron a un procedimiento simplificado, siendo encontrados culpables en calidad de autores de un delito de robo con violencia, descrito y sancionado en el artículo 436 del Código Penal, en grado de desarrollo de consumado.
Cada uno de ellos recibió una pena de 3 años y 1 día de presidio menor en su grado máximo y accesorias legales por este ilícito, descontándosele diversos tiempos que se abonaron por estar en prisión preventiva y medidas cautelares menos gravosas.
En aquella oportunidad, tanto Torres Llaipén como Huichacán Pacheco accedieron a libertad vigilada intensiva, ordenándose que se presentaran al Centro de Reinserción Social (CRS) de Gendarmería de la comuna de Castro, debiendo, además, cumplir durante el período de control con un plan de intervención individual, entre otras condiciones (fijar dirección, encontrar trabajo y estar bajo sujeción a la vigilancia y orientación permanente de un Delegado).
Así las cosas, los dos mencionados quedaron en libertad mientras que Vertiola Soto fue ingresado a cumplir de manera íntegra la pena tras tener un amplio historial delictual.
Sin embargo, Torres Llaipén incumplió de manera reiterada la medida de concurrir a CRS, por lo que en agosto de este 2022 el Juzgado de Garantía de Castro decidió realizar una audiencia especial para discutir si se le mantenía el beneficio de libertad.
Aparentemente, el sujeto creía que al ser la sentencia del año 2018, su cumplimiento ya no estaba vigente este 2022. Sin embargo, ello no fue así porque desde el momento en que comenzó a hacer caso omiso de las condiciones para el beneficio, el tiempo transcurrido se detuvo.
Así las cosas, y atendido que el antisocial no siguió los lineamientos que había impuesto la juez de turno, se procedió a revertirle este beneficio y se ordenó que se presentara a dar cumplimiento efectivo de la sentencia privativa de libertad.
Un mes después, y visto que el penado estaba inubicable, se decretó su rebeldía emitiéndose una orden de ingreso al registro nacional de prófugos, por lo que se activó una orden de captura para su traslado a la cárcel apenas fuera encontrado.
Los días pasaron y durante este domingo se confirmó que fue capturado. Se informó que todo se dio en el marco de un operativo policial donde el delincuente habría sido detenido por su eventual participación en el delito de tráfico de sustancias ilícitas y estupefacientes.
En efecto, fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé indicaron que la diligencia terminó con la aprehensión de este delincuente por infracción al artículo 4° de la Ley 20.000 que sanciona el tráfico de drogas en pequeñas cantidades, siendo puesto a disposición del Juzgado de Garantía de Castro.
En el intertanto, y atendido que presentaba una orden de captura, fue conducido como reo rematado al Centro de Detención Preventiva de Castro donde deberá cumplir lo que le queda de condena producto del robo de 2017.
La revocación de la pena de libertad vigilada intensiva por incumplimiento reiterados y graves hará que esté en la cárcel cumpliendo el saldo que le queda, esto es alrededor de 1 año y 6 meses, es decir 549 días.
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