CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Una serie de diligencias investigativas instruyó el Ministerio Público de Castro para determinar las circunstancias detrás de la detención de un sujeto con antecedentes policiales previos, y que fue sorprendido en un auto robado con una millonaria carga de sustancias ilícitas y billetes falsos.
De acuerdo a información judicial que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, todo se gestó alrededor de las 17.15 horas del martes pasado cuando varios detectives realizaron un operativo que buscaba la captura de uno de los presuntos implicados en una encerrona registrada el lunes 12 de septiembre de este año, donde un grupo de antisociales interceptó a un vehículo menor que se dirigía a un banco, y le sustrajeron 17 millones de pesos correspondientes a la recaudación de un Servicentro.
Así las cosas, se procedió a fiscalizar a una SUV Nissan Quashqai que previamente transitaba por calle Balmaceda, ello porque se tenían datos ciertos respecto a que en su interior, iba uno de los sospechosos del robo en comento.
Al ser detenido, también se procedió a poner a disposición de la justicia al segundo ocupante, quien habría estado conduciendo el vehículo menor con patente falsa, y que tenía antecedentes previos por tráfico de drogas.
Curiosamente, el procedimiento en comento se registró en pleno Servicentro Copec de calle Galvarino Riveros. Aunque los delincuentes aseguraron que habrían ido a ese lugar solamente a cargar combustible, lo cierto es que por ahora no se ha descartado que estuvieran «preparando terreno» para un nuevo atraco, esto en atención a que el robo de hace tres semanas fue a pasos de otro Servicentro Copec, ubicado en Panamericana Norte.
Se debe precisar que ya existía una orden judicial previa, tanto en manos de funcionarios de la 2ª Comisaría de Carabineros de Castro como de la Policía de Investigaciones de la misma comuna, para dar con el paradero del imputado por la encerrona, quien estaba plenamente identificado.
En vista y considerando, detenidos ambos, se procedió a cotejar los datos del vehículo, descubriéndose que estaba usando no solamente una patente falsa, sino que también un registro de chasis adulterado, y que se encontraba en los registros nacionales con encargo por robo.
Lo anterior se corroboró directamente con información proveniente de la 2ª Comisaría de Carabineros de San Felipe, comuna donde el móvil había sido sustraído a su dueña, una profesora, quien habría sido encañonada con un arma en enero de este año.
Por lo tanto, los policías iniciaron una revisión más exhaustiva de la SUV descubriéndose en la consola central del móvil un envoltorio plástico transparente contenedor de 0,6 gramos netos de clorhidrato de cocaína, mientras que en el sector del maletero del vehículo se dio con un banano, en el que guardaba un envoltorio plástico color negro con 367,0 gramos netos de clorhidrato de cocaína.
El avalúo de las sustancias incautadas sería de aproximadamente 3,7 millones de pesos, aunque no se ha informado su nivel de pureza, por lo que el valor de comercialización podría aumentar al ser mezclada con talco para pies, tiza, azúcar blanda o harina, entre otras.
Además, en la puerta delantera del costado del copiloto, se descubrió un cartucho de escopeta calibre 12, marca clever mirage, color rojo, sin percutar. También se habría encontrado un arma a fogueo aparentemente adaptada para disparar.
Por si fuera poco, también se incautó un total de 99 billetes de $20.000.-, todos falsos al verificarse que tenían idéntico número de serie, añadiéndose 4 celulares que se sospecha, eran usados para diversos ilícitos, por lo que se estaría a la espera de una resolución judicial para ser peritados.
Todo este hallazgo fue confirmado por el teniente coronel Sergio Urrutia, subprefecto de la Prefectura de Carabineros de Chiloé y Palena, ya que la indagatoria por la encerrona estaría en manos de la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de la 2ª Comisaría local.
El imputado por tráfico fue un logro policial colateral de las diligencias ligadas a lo que pasó el 12 de septiembre pasado, sin que se haya descartado por ahora que también tuviera participación.
Al ser detenido, «se trasladan al cuartel de la PDI para realizar las diligencias propias de la investigación», dijo, ello en atención a que la diligencia fue realizada por detectives de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de la Policía de Investigaciones de Castro.
Fueron ellos quienes lograron verificar que el sospechoso del robo estaba al interior del vehículo de marras, por lo que se decidió actuar. Así las cosas, de manera indirecta o por repercusión, se atrapó también al traficante.
Aunque su defensa alegó que no se encontraron elementos para dosificación que pudieran suponer que el sujeto buscaba comercializar la droga, no pudo justificar que tal cantidad de cocaína fuera para su uso o consumo personal exclusivo y próximo en el tiempo como dejó entrever.
El Ministerio Público solicitó que se le formalizara por la presunta comisión de un delito de tráfico ilícito de sustancias o drogas estupefacientes, previsto y sancionado en el artículo 3 de la Ley N° 20.000, en relación al artículo 1° del mismo texto, en las hipótesis de transportar y poseer.
Para la persecutora, existiría un correlato entre los hallazgos y antecedentes previos del encartado, alegando que en este caso existiría una agravante de reincidencia específica al tener antecedentes previos por tráfico de pequeñas cantidades.
Además, y respecto de la SUV, pidió que se le formalizara por la eventual comisión de los delitos de receptación de vehículo motorizado, previsto y sancionado en el inciso tercero del artículo 456 bis A del Código Penal; y conducción a sabiendas con placa patente falsa, previsto y sancionado en el artículo 192 letra e) de la Ley 18.290 sobre Tránsito.
Por otro lado, se añadió la presunta participación en el delito de posesión, tenencia y porte de municiones, ilícito previsto y sancionado en el artículo 9 inciso segundo de la Ley n.°17.798 en relación al artículo 2 letra c) del mismo articulado.
A este respecto, la fiscalía estima que al imputado les cabría una posible participación de autor en cada uno de estos ilícitos en los términos del artículo 14 n.º 1 y 15 n.° 1 del Código Penal, en grado de desarrollo consumado.
En cuanto a los billetes falsos (que totalizan alrededor de $1.980.000.-), se está a la espera del informe pericial para determinar los pasos a seguir, mientras que sobre el arma de fogueo, también se pospondrá alguna acción penal ya que se requiere un reporte especializado.
Así al menos lo confirmó el teniente coronel Sergio Urrutia, quien además aclaró que el arma «será periciada para establecer si está adaptada para el disparo».
Así las cosas, y oídos los intervinientes, la juez de turno ordenó la prisión preventiva de este traficante durante este viernes ya que se estima que representa un peligro para la seguridad de la sociedad, existiendo además un inminente peligro de fuga dados los antecedentes criminales previos que posee. Se fijó un plazo de investigación de 90 días.
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