CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Un raudo operativo antidrogas registrado en el sector alto de la ciudad de Castro permitió la detención, durante la mañana de este jueves, de un joven de nacionalidad colombiana en situación irregular en el país quien es sindicado como presunto traficante de sustancias ilícitas, y que usaba un «novedoso» método para recibir los pagos de sus clientes.
De acuerdo a información judicial que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, la diligencia se activó tras la denuncia de vecinos quienes aseguraban que al interior de una vivienda de población Inés de Bazán se encontraba una persona que se dedicaba a comercializar drogas, por lo que tras algunas pesquisas preliminares, funcionarios de Carabineros se constituyeron en el lugar para el procedimiento de rigor.
Bajo este marco, luego de entrevistarse con la dueña del inmueble, y previa autorización de ingreso, se procedió a realizar un control de identidad al imputado de nacionalidad colombiana identificado como Diego Alonso Hernández Santa María (25 años), constatándose que estaba en situación irregular en el país.
Posteriormente, y en una una breve conversación con el imputado, de pudo constatar que se dedicaría a labores de «delivery» en Castro, mientras que una somera observación del lugar donde residía junto con un fuerte olor a marihuana permitió comprobar que mantenía bajo su poder alrededor de 500 dosis de marihuana.
Así las cosas, se procedió a su detención por su eventual participación en el delito de tráfico de drogas en pequeñas cantidades; el avalúo total de las sustancias rondaba los $5.000.000.-
Además de incautar el producto, también se hizo lo propio con algunos elementos par dosificación que guardaba, una máquina POS para pagos móviles, celulares, y una especie de arma que presuntamente utilizaba para amedrentar a terceros.
El mayor Gustavo Guajardo, comisario de la 2ª Comisaría de Carabineros de Castro confirmó la información, asegurando que el imputado «mantenía en su poder al interior de este domicilio, la cantidad de 136 gramos de Cannabis sativa además de un arma del tipo aire comprimido».
Junto con corroborar que fue aprehendido, mencionó que se incautó «además dos teléfonos celulares, una pesa gramera para la dosificación de esta droga y una máquina del tipo Redcompra el cual permitía el pago con la modalidad débito o crédito de estas especies».
«Personal de la 2ª Comisaría de Castro logró sacar de circulación más de 500 dosis de marihuana, avaluadas en cerca de 5 millones de pesos, con lo cual se finalizó este procedimiento», corroboró el comisario.
Precisó que las sustancias fueron remitidas al Servicio de Salud quienes deberán estar a la espera de la orden judicial respectiva para su incineración; eso sí, previo al acta de envío, se realizó la pruebas de campo de rigor para confirmar que era Cannabis sativa.
El sujeto fue puesto a disposición de la justicia realizándose la audiencia de control de la detención durante este viernes ante el Juzgado de Garantía de Castro, instancia donde el abogado defensor Arturo Figueroa alegó que su aprehensión habría sido ilegal.
Explicó ante la juez que desde su perspectiva, en su caso no se darían los supuestos que indica la jurisprudencia ni la ley para indicar que se habría estado cometiendo un delito en flagrancia.
A este respecto, indicó que no se cumpliría en este caso de manera estricta dicha hipótesis porque la denuncia habría sido ingresada alrededor de las 22.00 horas del miércoles, mientras que la detención habría ocurrido alrededor de las 11.00 horas del jueves, excediendo las 12 horas que exige el artículo 130 del Código Procesal Penal, por lo que necesariamente la detención devendría en ilegal.
Sin embargo, para la juez de garantía Jésica Yáñez desechó tal alegación indicando que el operativo estuvo ajustado a derecho. Esto es importante porque el artículo 83 del Código Procesal Penal permite a las policías realizar una serie de actuaciones sin orden judicial previa cuando exista flagrancia, caso contrario, se podría alegar que se vulneraron garantías constitucionales del detenido y todo lo incautado podría ser excluido como prueba en un futuro juicio.
Así las cosas, se procedió posteriormente a concretar la formalización del imputado como presunto autor del delito de tráfico ilícito de drogas en pequeñas cantidades, descrito y sancionado en el artículo 4° del Código Penal.
La Fiscalía argumentó que de acuerdo a los primeros antecedentes recabados, existiría una presunta participación culpable y penada por ley en calidad de autor para el imputado respecto a este ilícito, ya que todos los elementos probatorios que se han recopilado hasta el momento darían cuenta que habría tomado parte en los mismos de una manera inmediata y directa, en los términos del artículo 15 n.°1 del Código Penal.
Si bien es cierto también había sido detenido por su eventual participación en el delito de posesión y tenencia o porte de armas sujetas a control, un peritaje rápido de las Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de la 2ª Comisaría de Carabineros de Castro determinó que la pistola de aire comprimido no presentaba alguna modificación como para que fuera apta para disparar, por lo que se desechó esta arista investigativa.
En consecuencia, se decretó como cautelares la firma quincenal, arraigo nacional y la obligación de salir del domicilio donde residía. Fue dejado en libertad fijándose un plazo de 120 días de investigación.
La juez de turno remitió un oficio al Servicio de Registro Civil e Identificación para que se le otorgue una hora de atención preferente al sujeto para que obtenga una cédula de identidad chilena y provisoria lo antes posible. Esta decisión fue relativamente sorpresiva atendida la situación irregular del imputado y su aparente ingreso al país por pasos no habilitados.
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