Castro: de minimizar COVID-19 de TENS, Seremi pasa a reconocer 7 contagios y 90 contactos estrechos

Fotografía: Seremi de Salud de Los Lagos.
Véase también:
Castro: tras error de Seremi, confirman nuevo caso COVID-19. Es TENS que trabaja en Dalcahue.

DALCAHUE/CASTRO (La Opinión de Chiloé) — A toda marcha se encuentran actualmente trabajando equipos de salud en las comunas de Castro y Dalcahue para identificar a todo el entramado de posibles contactos estrechos adscritos al brote de la enfermedad por SARS-CoV-2 que tiene como caso base a una trabajadora de la residencia sanitaria de Dalcahue, y que erróneamente la Seremi de Salud Scarlett Molt vinculó de manera inicial a la ciudad de las dalcas y a sólo un contacto estrecho laboral.

Pues bien, tal y como consignó La Opinión de Chiloé, luego que fuera pesquisada el domingo pasado, la joven técnico en enfermería de nivel superior (TENS) inició cuarentena mientras se comenzaba una investigación epidemiológica para evaluar con quién o quienes tuvo contacto, y el nivel de riesgo que presentaban éstos.

En primera instancia, un auxiliar de servicio de la misma residencia sanitaria que compartió turno con ella fue conminado a aislarse a la espera de la toma de muestras para un PCR, mientras que a un enfermero calificado como sospechoso se le indicó que se le tomaría un examen el miércoles antes de retornar a sus labores normales (siempre que diera negativo).

Así, las cosas, Scarlett Molt salió a informar a la comunidad a comienzos de esta semana sobre el caso índice lo siguiente: «tiene domicilio en Dalcahue y tiene un contacto estrecho laboral, que es otro profesional que realizaba turno con ella (…) hasta ahora no habrían más casos ni contactos estrechos», dijo.

Sin embargo, lo aseverado por la aludida, con el correr de las horas, se transformó en información completamente imprecisa y/o cercana a la falsedad.

En efecto, ahora se sabe que la joven en realidad tenía domicilio en la comuna de Castro, y se habría transformado en el caso índice de al menos otros seis contagios ya confirmados por el laboratorio ad hoc, contabilizándose además al menos 90 contactos estrechos que podrían verse incrementados dentro de las próximas horas. Una allegada a la paciente mencionó a este medio que la joven se quedaba temporalmente en Dalcahue tras ser contratada vía código del trabajo (ver nota relacionada).

Vale decir, los datos entregados por Molt fueron completamente erróneos, y así lo reconoció implícitamente ayer cuando la aplastante evidencia desmintió por sí solas sus afirmaciones anteriores: «llevamos hasta ahora 7 contagios y 90 contactos estrechos asociados al caso índice de la TENS de Dalcahue», aseguró.

Eso sí, no explicó las razones por las cuales el lunes minimizó tácitamente el contagio ni tampoco indicó el porqué salió a verbalizar información inexacta que, en vista de las pesquisas recientes y la indagatoria epidemiológica, ya se descartó.

Lo que pasó podría configurar (otra vez) un grave daño a la fe pública en época de pandemia, dado que la difusión por parte de la Autoridad Sanitaria de información dudosa o falsa vulneraría los principios de responsabilidad, transparencia, publicidad y control previstos en el articulo 3° inciso segundo de la Ley Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado.

Esto pone en entredicho, además, los protocolos que se manejan desde la Seremi con los trabajadores de la salud bajo su cargo, que según listados de remuneraciones para agosto de 2020 a los que accedió La Opinión de Chiloé, considera al menos 136 profesionales y técnicos para residencias sanitarias y al menos 167 profesionales y técnicos en las fiscalizaciones o vigilancia epidemiológica.

Al estar todos contratados bajo Código del Trabajo, lo que pasó al interior de la residencia sanitaria del Hotel Aliwén podría incluso, constituir un acto de vulneratorio de derechos laborales.

Fuentes independientes que trabajan día a día con pacientes ya diagnosticados con COVID-19, y que prefirieron mantener reserva de su identidad, señalaron a este medio que ven con preocupación cómo Scarlett Molt se ha ido transformando en una fuente no confiable tras la seguidilla de errores cometidos al difundir datos en varias comunas, especialmente en Chiloé, y que incluso tiene de nuevo como protagonista a Dalcahue, donde ya antes dijo que había un deceso, después dijo que no lo había, y luego volvió a decir que sí había uno tras ser desmentida por el DEIS (ver nota relacionada).

Sobre el clúster circunscrito al Hotel Aliwén, las dudas son patentes en las comunas de Castro y Dalcahue luego que la Seremi cambiara el discurso en 360 grados cuando las abrumadoras cifras comenzaron a crecer como una bola de nieve.

En particular, de descartar nuevos casos y decir que sólo había un contacto estrecho, este viernes reconoció que, circunscritos a la paciente índice, hay ya casi un centenar de personas en la mira.

Al respecto explicitó: «con esta TENS todavía no se termina la investigación porque son tantos los contactos estrechos que se han levantado que debemos también avanzar en la notificación, en la entrevista de caso de cada uno para poder ir identificando la existencia de más contactos».

Un detalle no menor es que luego que La Opinión de Chiloé revelara que en la residencia sanitaria todos los funcionarios (al menos 3 TENS, 3 enfermeras y un auxiliar adicional) compartirían las mismas superficies y la habitación de descanso, donde incluso usarían la misma cama de manera rotativa sin renovar cobijas o almohadas (se cambian incluso cada 7 días), recién se decidió practicar PCR a todo el personal, quienes dieron negativo.

A este respecto, una profesional aseveró de manera reservada que: «la Autoridad Sanitaria desconoce cómo es el trabajo de los funcionarios de la salud, que es por turnos de 24 horas con breves descansos de hasta 3 horas en una misma cama, turnándonos valga la redundancia».

En cuanto a la trazabilidad, a casi una semana de confirmado el contagio de la profesional, Molt señaló que aún no la tienen clara: «esperamos tener de aquí al fin de semana a más tardar la posible causalidad de contagio, pero aquí necesitamos que la transparencia de la información sea la base para poder llegar al lugar del posible contagio, y eso es hoy lo que nos tiene trabajando muy arduamente».

Por otro lado, tal y como ya había adelantado La Opinión de Chiloé este miércoles, recién el viernes se reconoció que la residencia sanitaria de Dalcahue está copada, desconociéndose por ahora el porqué se ocultó dicho antecedente a la ciudadanía.

En particular, los datos internos que se manejaban en la autoridad sanitaria alertaban que ya no quedarían cupos en el Hotel Aliwén luego que se planteara el traslado de cuatro tripulantes de una lancha que estaban en aislamiento en una cabaña en Quellón (ver nota relacionada).

De hecho, se esperarían egresos recién para el 17 de septiembre, por lo que no habrían cupos tras el cierre de la residencia sanitaria dispuesta en el Hotel Santa Fé de Castro por razones que podrían resultar en un escándalo de proporciones, y que La Opinión de Chiloé está indagando tras conocer que se reabriría hoy sábado con el arribo de una persona contagiada.

En particular, la semana pasada se habría registrado el último turno de profesionales ya que por razones que se han mantenido en secreto, la Seremi de Salud decidió que no se ingresaran nuevos pacientes. Así las cosas, el recinto de la capital provincial cerró sus puertas.

Sin embargo, aquello se hizo en medio de graves denuncias de pacientes que se habrían comenzado a gestar luego que la administración se traspasara desde el Servicio de Salud Chiloé hacia la Autoridad Sanitaria. Como se viene diciendo, La Opinión de Chiloé está indagando al respecto y las revelará prontamente.

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