CASTRO (La Opinión de Chiloé) — En estado de vigilancia epidemiológica se encuentran actualmente dos personas residentes del sector rural Pid Pid, Castro, luego de una pesquisa realizada por equipos de salud tras un brote de triquinosis originado en San Juan de la Costa producto del consumo de carne de cerdo contaminada.
De acuerdo a información preliminar recopilada por La Opinión de Chiloé, los primeros casos se detectaron el 10 y 11 de julio pasado cuando varias personas concurrieron a un centro asistencial en la ciudad de Osorno con sintomatología vinculada a la presencia de estos parásitos, confirmándose posteriormente que eran portadores de Trichinella spiralis.
Lo que se sabe hasta ahora es que todo se generó a mediados de junio cuando una familia residente en el sector San Juan de la Costa, provincia de Osorno, faenó dos cerdos que contenían larvas sin que se les realizara examen triquinoscópico para detectarlas. Luego, la carne fue destinada a consumo directo y/o la elaboración de embutidos caseros, descartándose por ahora que haya sido comercializada a terceros.
Según la Seremi de Salud de Los Lagos, Scarlett Molt, y tras los primeros pacientes detectados, se realizó una investigación epidemiológica donde «se pudo constatar que de estas personas, que son 23 las que consumieron, 11 de ellas están con síntomas y dos están hospitalizadas», dijo.
La búsqueda de los «comensales» determinó afectados en San Juan de la Costa, Osorno, Valdivia y Castro, las cuales están actualmente en monitoreo por posibles nuevos casos. Particularmente en la provincia de Chiloé, los dos pacientes son un matrimonio de 42 y 43 años de edad que aún no presentan síntomas.
La triquinosis o triquinelosis es una enfermedad causada por la ingestión de larvas enquistadas del parásito Trichinella spiralis alojadas en carne cruda o poco cocida. Sus huéspedes principales son el ser humano y el cerdo, aunque también se ha encontrado en otras especies, e incluso en mascotas.
Los especímenes adultos de Trichinella sobreviven menos de dos meses y se pueden encontrar en el intestino de humanos, cerdos, ratas, y en cualquier otro mamífero carnívoro aunque se ha descrito su presencia ocasional en caballos. Las larvas de la mayoría de los genotipos de Trichinella se sitúan en tejidos musculares estriados de sus hospedadores y la ingestión de tejido muscular que contenga dichas larvas, transmite la infección a los individuos susceptibles
En general, los primeros síntomas de la triquinosis son abdominales y pueden manifestarse uno o dos días después haber adquirido el parásito; otros síntomas pueden aparecer entre dos u ocho semanas después, y su severidad dependerá de la cantidad de larvas que se ingieran con la carne infectada.
Tras su consumo, los jugos gástricos disuelven los quistes y las larvas salen para penetrar la pared del intestino delgado, donde maduran, se convierten en lombrices adultas y se aparean. En esta etapa, generalmente se produce diarrea, dolor abdominal, fatiga, náuseas y vómitos.
Una semana después de la infección, las hembras adultas producen larvas que atraviesan la pared intestinal y pueden ingresar al torrente sanguíneo para localizarse en músculos, órganos u otros tejidos. Acá se produce fiebre alta, dolor y sensibilidad muscular, hinchazón en los párpados o el rostro, debilidad, dolor de cabeza, sensibilidad a la luz y conjuntivitis. En casos extremos, se podría generar miocarditis, encefalitis, meningitis o neumonía, los que podrían llevar a la muerte.
Comentarios