CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Un nuevo caso de aberrantes vejaciones de índole sexual infantil sacude nuevamente a la comunidad chilota luego que durante estos días se ventilara en el Juzgado de Garantía de Castro el caso de un sujeto que habría perpetrado por años este tipo de ilícitos con dos niñitas, las que son sus hijas.
De acuerdo a antecedentes preliminares recopilados por La Opinión de Chiloé, las indagatorias se habrían activado en agosto cuando la madre de las menores denunció que el delincuente (y en ese momento, actual pareja) las venía violentando por un largo tiempo a al interior de una vivienda que compartían en el sector Gamboa de Castro.
Los hechos quedaron al descubierto en el mes de julio cuando las víctimas se atrevieron a relatar lo ocurrido a la horrorizada madre, todo tras ver que su progenitor de actuales 37 años ya no las amenazaba ni coaccionaba por guardar silencio porque se había ido de la casa.
Hecha la denuncia, se instruyó a la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y Menores (Brisexme) de la Policía de Investigaciones de Ancud la realización de peritajes que cotejaran el relato de las pequeñas y coordinaran diligencias con el Servicio Médico Legal, ente encargado de practicar exámenes sexológicos y psicológicos.
El proceso duró varios meses, por lo que el imputado siguió en libertad en carácter de desformalizado a la espera de los reportes que entregaron hace algunos días los equipos especializados.
Los informes del SML son categóricos en confirmar que una de las víctimas habría sufrido violaciones reiteradas por parte de su padre, mientras que la otra muestra sintomatología vinculada a abusos sexuales, también reiterados.
En tal marco, el Ministerio Público instruyó que los detectives de la Brisexme dieran con el paradero del presunto pederasta y procedieran a su detención, postautorización de la juez de turno.
Durante la audiencia de formalización de ayer, a más de cuatro meses después que se develó todo, el Ministerio Público indicó que los horrorosos actos se habrían dado en fechas indeterminadas entre el año 2015 y julio de este año, y que todo habría partido cuando las pequeñas tenían 8 y 10 años respectivamente.
El presunto pederasta fue formalizado como eventual autor en grado de consumado de los delitos de violación impropia de menor de 14 años en carácter de reiterada, ilícito descrito y sancionado en el artículo 362 del Código Penal, y abuso sexual propio o directo de menor de 14 años en carácter de reiterado, ilícito descrito y sancionado en el artículo 366 bis en relación al 366 ter, ambos del Código Penal.
Oídos a los intervinientes, la juez decidió imponer la medida cautelar de prisión preventiva, desechando el pedido de la defensa respecto a un potencial arresto domiciliario total.
La sanción que podría enfrentar el delincuente podría ser bastante alta toda vez que desde el ente persecutor se evaluará buscar la aplicación del artículo 12 circunstancia 7° del Código Penal, esto es, que en los ilícitos se configuraría la agravante de cometer los delitos con abuso de confianza, situación que subiría la penalidad.
Se fijó un plazo de investigación de 90 días.
El formalizado fue trasladado hacia el Centro de Detención Preventiva de Castro; en opinión de la juez, es un peligro para la sociedad y para la seguridad de las víctimas. Sin embargo, desde la defensa se arguyó que al no tener antecedentes penales y una conducta intachable anterior, tal medida cautelar sería demasiado gravosa.
Fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé indicaron que de prosperar una acusación, sólo por la violación el aludido podría enfrentar a lo menos 15 años de cárcel, mientras que por los abusos sexuales, 5 años adicionales por cada niña.
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