Brutal confesión en Castro: pederasta violó y abusó sexualmente de sus hijas

Fotografía: PDI Los Lagos.
Véase también:
Castro: imputan a sujeto violación y abuso sexual de sus hijas desde los 8 y 10 años.

CASTRO (La Opinión de Chiloé) — A más de un año que las víctimas se atrevieran a contarle a su madre una serie de aberrantes actos de connotación sexual de las que eran objeto, y cuyo protagonista era su propio padre, durante esta semana se concretó un sorpresivo acuerdo entre el delincuente y la Fiscalía local de Castro que derivó en un procedimiento abreviado y la imposición de una pena que no excede los 5 años de presidio.

De acuerdo a antecedentes judiciales que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, el pederasta reconoció ante el Juzgado de Garantía de la capital provincial que atacó sexualmente en fechas indeterminadas entre el año 2015 y julio de 2019 a sus dos hijas, partiendo las vejaciones cuando las pequeñas tenían 8 y 10 años respectivamente.

Si bien es cierto la Fiscalía pretendía llevar al delincuente a juicio oral pidiendo una pena tentativa de 15 años y un día, una reservada negociación con la defensa y la subsecuente venia del imputado desembocó en esta alternativa judicial, instancia en la que él reconoció los hechos materia de la acusación y el persecutor «ofreció» rebajar en dos grados la pena.

Así, el pederasta fue condenado como autor en grado de consumado de los delitos de violación impropia de menor de 14 años en carácter de reiterada, ilícito descrito y sancionado en el artículo 362 del Código Penal, y abuso sexual propio o directo de menor de 14 años en carácter de reiterado, ilícito descrito y sancionado en el artículo 366 bis en relación al 366 ter, ambos del Código Penal.

Luego, bajo este escenario, la juez de turno determinó que el antisocial de 37 años debía cumplir una pena única de 5 años de cárcel, abonándose todo el período en el que ha estado en prisión preventiva.

Asimismo, el condenado deberá cumplir las penas especiales de interdicción del derecho de ejercer la guarda y ser oído como pariente en los casos que la ley designa, la sujeción a la vigilancia de la autoridad durante los 10 años siguientes al cumplimiento de la pena principal, y la inhabilitación absoluta perpetua para cargos, oficios o profesiones ejercidos en ámbitos educacionales que involucren una relación directa y habitual con personas menores de edad. 

Una vez ejecutoriado el fallo, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados. 

El delincuente deberá cumplir la pena en el Centro de Detención Preventiva de Castro.

Hay que recordar que las indagatorias comenzaron en agosto del año pasado cuando la madre de las niñitas denunció que su conviviente las venía violentando sexualmente por varios años al interior de la vivienda que compartían en común, y que está ubicada en el sector Gamboa.

La denuncia indicaba que fue en el mes de julio de 2019 que las hoy adolescentes relataron lo que venía pasando a su progenitora, ello luego que su padre abandonara la casa.

Fueron detectives de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y Menores (Brisexme) de la Policía de Investigaciones de Ancud quienes realizaron los peritajes de rigor sumándose diligencias del Servicio Médico Legal, ente encargado de practicar exámenes sexológicos y psicológicos.

Mientras el proceso investigativo seguía su marcha en carácter de desformalizado, el soldador siguió en libertad hasta que en diciembre del año pasado se emitió una orden de detención luego que los reportes preliminares de la PDI entregaran indicios sobre la participación del aludido.

En efecto, los informes del SML fueron categóricos respecto a que una de sus hijas habría sido víctima de violaciones reiteradas, mientras que la otra menor mostraba consistente sintomatología vinculada a abusos sexuales, también reiterados.

Durante la audiencia de formalización concretada el 11 de diciembre de 2019, el Ministerio Público le imputó tanto los delitos de violación como abuso sexual, pidiendo su prisión preventiva, la que fue aceptada por la juez de turno.

El formalizado fue trasladado hacia el Centro de Detención Preventiva de Castro; en opinión de la juez, era un peligro para la sociedad y para la seguridad de las víctimas. Sin embargo, desde la defensa se arguyó que al no tener antecedentes penales y una conducta intachable anterior, tal medida cautelar sería demasiado gravosa.

Así las cosas, los meses pasaron y ad portas de fijarse una audiencia de preparación de juicio oral, el pederasta decidió acepar el acuerdo ofrecido por la Fiscalía —que buscaba no someter a las víctimas a revivir los episodios en un juicio— reconociendo que las agredió sexualmente.

NOTA: La Opinión de Chiloé no revelará el nombre del delincuente para evitar alguna potencial revictimización de las menores ya que es su padre y ellas podrían ser individualizadas.
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