CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Fuera de toda duda razonable, los magistrados del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Castro condenaron este miércoles a Ramón Aguilar a la pena efectiva de 6 años de presidio tras ser declarado culpable de abusar sexualmente de una pequeña niña, hecho perpetrado en la capital provincial.
De acuerdo a antecedentes a los que accedió La Opinión de Chiloé, el fallo señala que en fechas indeterminadas del año 2017, el sujeto abusó sexualmente de su propia nieta de apenas 3 años de edad en el sector Pedro Montt, Castro, mientras era dejada a su cuidado por los padres o cuando salía a comprar con ella. Lo insólito es que el pederasta había sido condenado a cinco años y un día por el delito de violación en el año 2012, pero aún así los familiares dejaban que el aludido mantuviera contacto con la pequeña.
Así, el delincuente fue sentenciado a una pena de 6 años de presidio que deberá cumplir de manera íntegra, aunque se le abonarían los poco más de 9 meses que estuvo en prisión preventiva. El tribunal decretó que se le tomaran muestras biológicas para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados si es que no había sido ingresado anteriormente, mientras que deberá estar sujeto a la vigilancia de la autoridad durante los 10 años siguientes a su salida de prisión; además, no podrá desempeñarse laboralmente en empleos que tengan relación directa y habitual con personas menores de edad por un plazo de 10 años.
Por otro lado, en cuanto a una segunda menor de 9 años cuya familia arrendaba un terreno en las inmediaciones de la vivienda donde residía este pederasta, no se pudo acreditar que la haya abusado y violado, a pesar que exámenes sexológicos comprobaron que sufrió vejaciones sexuales. La razón para no ser condenado en este caso fue por algunas inconsistencias en cuanto a la fecha en que la menor fue violentada, y que ella en su declaración no pudo determinar con exactitud.
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