Cesfam de Quemchi y Hospital de Ancud en la mira por eventual homicidio culposo

enero 26, 2020 La Opinión de Chiloé Ancud, Quemchi, Reportaje de investigación, Salud, Sociedad 0
Fotografía: Pedro Rolando Millalonco Pérez.

QUEMCHI (La Opinión de Chiloé) — Profundo dolor entre familiares, amigos y conocidos provocó el pasado 6 de enero el fallecimiento de un vecino del sector Estero Levicura de Puerto Fernández, comuna de Quemchi, quien agonizó por casi dos semanas en el Hospital de Castro, todo tras lo que podría configurar un eventual homicidio culposo cometido por profesionales de la salud de Quemchi y Ancud.

De acuerdo a documentación que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, los hechos se comenzaron a gestar el  día jueves 19 de diciembre de 2019 cuando Pedro Rolando Millalonco Pérez (61 años), más conocido como Pellito, comenzó un largo periplo de solicitud reiterada de atención en el Servicio de Urgencia del Centro de Salud Familiar de Quemchi, ¿la razón? presentaba dificultad respiratoria de origen desconocido.

En cada una de las atenciones realizadas, la hipótesis diagnóstica de los médicos se vinculaba a una «crisis de asma» debido a que era paciente crónico ingresado en el GES (asma bronquial, problema de salud auge n.°61) por dicha patología. En consecuencia, se le suministró nebulizaciones con medicamentos sin realizar exámenes adicionales.

Además, fuentes que conocen del caso indican que entre los síntomas que presentaba se encontraba una eventual taquicardia, razón por la cual sus niveles de saturación eran irregulares, algo que aparentemente «se olvidaron» de registrar en las hojas de atenciones; familiares aseguran que, «los funcionarios solo registraban las saturación cuando se encontraba en un nivel óptimo».

En tal marco, no existen registros respecto a algún examen cardíaco (electrocardiograma), a pesar que en el recinto se encuentra disponible tal aparato, menos algún análisis pormenorizado para identificar la causa de dificultad respiratoria.

Pasaron los días y Pedro Rolando parecía empeorar, por lo que tras la insistencia de su familia, el 25 de diciembre fue trasladado al Servicio de Urgencia del  Hospital San Carlos de Ancud, lugar donde se le realizaron exámenes de sangre y fue evaluado, siendo enviado nuevamente a su domicilio.

No, tampoco se dieron cuenta de lo que realmente tenía, menos se realizó algún examen de imagenología que pudiera descubrir lo que tenía.

Al otro día, el paciente nuevamente volvió a concurrir al Servicio de Urgencia del Cesfam de Quemchi, decidiéndose volver a trasladarlo hacia Ancud donde finalmente fue internado con diagnóstico reservado. Fue en ese lugar donde sufrió un paro cardiorrespiratorio, activándose los protocolos de emergencia para reanimarlo. Se desconoce por ahora cuánto tiempo estuvo sin que alguien se diera cuenta de este incidente dado que lo anterior le causó una encefalopatía hipóxica isquémica debido a que el cerebro se mantuvo varios minutos sin oxígeno.

En términos prácticos, sufrió una lesión cerebral por privación de oxígeno y un limitado fluido de sangre en el cerebro, algo extremadamente grave que deriva generalmente en parálisis cerebral y otros trastornos serios; en algunos casos, ocurre cuando el paciente no es auxiliado a tiempo.

Así las cosas, fue trasladado al Hospital Augusto Riffart de Castro, quedando internado en la Unidad de Pacientes Críticos (UPC), donde agonizó por varios días.

En tal lugar el paciente permaneció por varios días en estado grave, con riesgo vital, falleciendo el 6 de enero de 2020. Su diagnóstico basal fue neumonía aspirativa y problemas cardíacos que no fueron diagnosticados a tiempo y que terminaron por provocar el paro cardiorrespiratorio y la lesión cerebral; adicionalmente, los medicamentos que habrían sido suministrados en tanto en Quemchi como en Ancud eventualmente aceleraron su gravedad.

La Opinión de Chiloé accedió a un documento donde el neurólogo Fernando Maldonado confirma los diagnósticos luego de su evaluación en la capital provincial, mientras que el certificado de defunción que se tuvo a la vista es claro en reafirmar lo anterior.

Lo ocurrido tanto en Quemchi como en Ancud viene, otra vez, a imponer dudas respecto a la lex artis médica en los Servicios de Urgencia de los principales centros de salud en ambas comunas, pudiéndose configurar un eventual cuasidelito de homicidio cometido por profesionales de la salud, sin dejar de lado las responsabilidades inherentes a la Corporación Municipal de Quemchi y al Servicio de Salud Chiloé respectivamente.

Hay que recordar que al menos en Ancud, existe un grupo de médicos que está siendo investigado de manera desformalizada como eventuales autores de tal ilícito —previsto y sancionado en el artículo  391 n.°2 en relación al artículo 490 del Código Penal— todo tras la muerte de un niño en junio de 2018 y por el cual se ingresó una querella criminal en octubre de 2019 (ver nota relacionada).

Familiares de Pedro Rolando Millalonco Pérez no descartan seguir el camino legal para buscar sanciones penales hacia los que atendieron al paciente y que no pudieron diagnosticar la neumonía ni el problema cardíaco, lo que podría haber evitado el deceso. Adicionalmente, la vía civil sería el camino lógico en contra de municipio y del Servicio de Salud Chiloé por falta de servicio.

En tal contexto, están a la espera de las determinaciones que tome el consistorio quemchino, y si se intentará ocultar la eventual negligencia médica o se sancionará administrativamente lo que pasó junto con denunciar ante la Fiscalía de Ancud.

La Opinión de Chiloé mantendrá por ahora en reserva los nombres de los profesionales de la salud eventualmente implicados.

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