Chiloé reporta segunda muerte vinculada a tuberculosis durante este otoño

Fotografía: Mycobacterium tuberculosis ampliado a 15549x, Centers for Disease Control and Prevention.

CHONCHI (La Opinión de Chiloé) — Mientras la atención sanitaria provincial se sigue centrando en la enfermedad por el SARS-CoV-2, relegando a un plano poco mediático a otras patologías de interés epidemiológico, un nuevo deceso vinculado a la tuberculosis (TBC) se registró en la provincia de Chiloé durante los últimos días, la otra pandemia que es foco de vigilancia constante de los equipos de salud.

De acuerdo a información a la que accedió La Opinión de Chiloé, se trata de un adulto mayor de 78 años residente en Chonchi cuya constatación del deceso fue en su propio domicilio el pasado 30 de abril, tras un paro cardiorrespiratorio vinculado a problemas pulmonares severos.

El deceso fue constatado alrededor de las 08.00 horas de la mañana del viernes, y se transformaría en la segunda defunción vinculada a tuberculosis de la temporada otoñal 2021 (aplicaría criterio B90.9 CIE-10).

A la espera del proceso de depuración, revisión, validación y codificación de la causa de muerte por parte del Departamento de Estadísticas e Información en Salud (DEIS) del Ministerio de Salud, preliminarmente estaría dentro del código B90 CIE-10, vale decir, secuelas de tuberculosis.

En efecto, fuentes conocedoras del caso refirieron que presentaba problemas respiratorios severos y un daño pulmonar derivado de TBC, y que afectaron directamente su pronóstico y calidad de vida.

El paciente habría sufrido una sepsis de foco pulmonar probablemente por Mycobacterium tuberculosis, presentando antes de morir respiración y frecuencia cardíaca rápida, dificultad para respirar, confusión o desorientación, fiebre y molestia física severa.

La documentación oficial que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé así lo corrobora, dado que al registrarse la defunción se indicó como causa inmediata, que se refiere a la enfermedad o condición que produjo directamente la muerte, a un paro cardiorrespiratorio.

Luego, como causa originaria, o sea, enfermedades, lesiones, tipos de accidentes u otro que haya ocasionado la causa inmediata, se indicó la existencia de sepsis de foco pulmonar, fragilidad, desnutrición severa y daño pulmonar secundario a tuberculosis.

En cuanto a la primera defunción vinculada a tuberculosis (aplica criterio B90.9 CIE-10), se trató de otro adulto mayor, pero de 88 años, cuya muerte se reportó el 2 de abril debido a complicaciones derivadas de una funcionalidad respiratoria disminuida producto de haber tenido tuberculosis.

Fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé confirmaron que tenía residencia en la comuna de Castro, y que su defunción fue constatada alrededor de las 04.30 horas de la madrugada en su domicilio. Tenía una neumopatía aguda.

La información ya fue cotejada por el DEIS, calificándose su causa básica de defunción como una víctima secuelada de tuberculosis.

La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa causada por el bacilo ácido alcohol resistente, Mycobacterium tuberculosis (MT), que genera granulomas con necrosis caseosa central rodeada de linfocitos y células epitelioides observables histopatológicamente.

El principal órgano que se ve afectado es el pulmón, aunque no es infrecuente el compromiso de otros sistemas. El diagnóstico se establece teniendo en cuenta criterios clínicos, microbiológicos, epidemiológicos, radiológicos e histopatológicos.

Entre el 45% y el 51% de los pacientes que la padecen desarrollan secuelas como complicación de la enfermedad posterior a ser calificados como curados, entre ellos problemas respiratorios de diverso grado de severidad.

Se estima que un tercio de la población mundial actual ha sido infectada por Mycobacterium tuberculosis, mientras que entre el 5% y 10% de estos contagiados puede presentar la enfermedad que, si no se trata, mata al 50% de sus víctimas. 

A pesar de lo que se cree, esta patología nunca ha sido erradicada en Chile. En particular, la tasa de morbilidad en el país ha aumentado: si en 2014 era 12,3 por cada 100.000 habitantes, en 2019 llegó a 15,2 por cada 100.000 habitantes según el último Informe de Situación Epidemiológica y Operacional del Programa Nacional de Tuberculosis del Ministerio de Salud. Causas hay muchas, siendo una de las principales la inmunodeficiencia como resultado de la coinfección por VIH o, con menos frecuencia, los tratamientos inmunosupresores como la quimioterapia o los corticosteroides.

A estos, se debe agregar una minoría que sigue teorías conspiranoicas en contra las vacunas, y cuyos hijos terminan presentando la enfermedad quedando con daño pulmonar permanente.

Datos sobre la prevalencia de pacientes con esta enfermedad por ahora no están actualizados, aunque al menos durante el primer semestre de 2020 se observaba una caída significativa en el número de personas diagnosticadas, ya que sólo 7 casos estaban notificados en todo Chiloé.

Para la Provincia, datos del Instituto de Salud Pública indican que al menos para 2019, el índice de pesquisa llegó a 17,9 baciloscopías por cada 1.000 consultas, mientras que la positividad de los exámenes llegó al 0,3%. Respecto a la tasa de morbilidad, para 2019 llegó a 10,5 por cada 100.000 habitantes.

Además, según el Registro Nacional del Programa de Tuberculosis e Instituto de Salud Pública, dentro del conjunto de casos que se diagnosticaron el año 2019 en Chiloé, al menos dos personas presentaron monorresistencia a la isoniazida (monorresistencia o resistencia a más de un fármaco excluyendo la rifampicina).

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