Chonchi: sin resultados termina búsqueda de desaparecido en aguas de Cisnes, Aysén

Fotografía: Fidel Ignacio Cáceres Chicui.
Véase también:
Chonchi: tragedia al sur de Melinka; joven habría caído al mar desde motonave.
Chonchi: confirman identidad de desaparecido en aguas de Cisnes, Aysén.

CISNES/CHONCHI (La Opinión de Chiloé) — Tras varios días de intenso rastreo marítimo, La Armada confirmó que ha cesado el operativo de búsqueda en aguas costeras de la comuna de Cisnes, provincia de Aysén, para dar con el paradero de un joven que se habría caído al mar desde una motonave el pasado 23 de octubre.

Según lo indicado preliminarmente por La Opinión de Chiloé, fue alrededor de las 13.00 horas de ese día que se entregó la alerta desde la Motonave Cahuel distintivo CB-6650, quienes señalaban que Fidel Ignacio Cáceres Chicui (21 años), quien es oriundo de Chonchi, se habría caído al mar desapareciendo.

La Gobernación Marítima de Puerto Aysén activó una búsqueda que recientemente concluyó sin resultados positivos.

El accidente fue confirmado por el teniente 1° Litoral Gonzalo Jiménez, Jefe del departamento de operaciones de la Gobernación Marítima de Aysén, quien dijo que «la última vez fue visto durante la madrugada» de ese día miércoles.

La fuente indicó que recibieron «un llamado radial del capitán de la motonave Cahuel; este llamado radial fue a través de la jurisdicción de Puerto Montt, donde se informa la caída de un tripulante de 19 años al agua, tripulante general de cubierta del que se había perdido el rastro».

La nave, de la empresa Frasal S.A., se dirigía con rumbo norte hacia la capital de la región de Los Lagos, lugar donde se encuentra su puerto de zarpe.

La emergencia habría ocurrido mientras la embarcación navegaba a la altura de isla Atilio, por el Canal Moraleda, a 36 millas náuticas al sur de Melinka. La información inicial añadía que el llamado se realizó cuando la motonave estaba en una posición aproximada L:44°26.7′ S y G:073°26.4’W.

Tras cotejar los datos, la Armada despachó equipos de búsqueda hacia la zona para ayudar a encontrar al joven. Se ha indicado que la Lancha de Servicio General Aysén fue la primera en llegar ya que se encontraba navegando en las cercanías y fue desviada de su ruta hacia el Canal Moraleda.

Posteriormente, se añadió la Lancha de Servicio de Rescate 4420, perteneciente a la Capitanía de Puerto de Melinka más un avión con observadores navales y un helicóptero que se encontraba en Puerto Aguirre.

Conocida la desaparición, la Federación Nacional de Sindicatos de Oficiales de Naves Mercantes y Especiales de Chile (Fenasiomechi) criticó las medidas de fiscalización que la Autoridad Marítima (Directemar) aplica a estas naves afirmando que se trata de «sucesos de ocurrencia frecuente en nuestro mar interior que afecta a la marina mercante de cabotaje, especialmente desde Puerto Montt hasta Punta Arenas».

«Los responsables directos de estos infortunios son la Autoridad Marítima (Directemar), ya que no fiscalizan con rigurosidad a las empresas navieras, a las que dejan vulnerar a campo abierto todo tipo de norma legal. Pero si se trata de los tripulantes, nos les perdonan ni siquiera las actualizaciones de cursos –de gran valor económico– y para ello se recurre al atentado del derecho al trabajo al dejar sin posibilidad de percibir una remuneración al personal afectado», dijeron.

Creen que el accidente se debió a «la falta de seguridad con que se permite navegar a los buques en la zona sur o por carecer de una dotación comercial, permitiéndose que solo lo hagan con un mínimo de seguridad».

«Esta desigualdad frente a la ley, una a favor de los empresarios y otra contra los trabajadores, ha sido una política permanente de la Autoridad Marítima, dando como resultado la fatiga, accidentes de variadas índoles, muertes, abuso constante contra los derechos fundamentales del personal embarcado, realizar más de uno o dos trabajos a bordo, pocas horas de descanso y más de doce horas trabajando», acotaron.

La policía marítima y el Ministerio Público de Puerto Cisnes en tanto, abrieron una investigación para determinar tanto a nivel administrativo marítimo como penal las eventuales responsabilidades en lo ocurrido.

Hay que mencionar que la Motonave Cahuel fue fuente de polémica luego que la Federación Marítima del Sur de Chile acusara laxas fiscalizaciones por parte de las autoridades competentes para dar permiso de zarpe.

En particular, se le acusaba que salía de puerto con el bote auxiliar sin capacidad para ser lanzado al mar ante emergencias con motivo del rescate de tripulación; se le acusaba, además, de no contar con combustible para el motor fuera de borda de ese bote. Lo anterior nunca fue explicado por la autoridad respectiva.

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