CHONCHI/CASTRO (La Opinión de Chiloé) — En estado de alerta se encuentran varios comerciantes de la comuna de Chonchi y Castro luego de la reciente aparición de billetes falsificados como medio de pago en algunos locales del radio urbano y rural, y que durante estos días podría verse incrementado tras el pronto arribo de diciembre y las fiestas de fin de año.
De acuerdo a información recopilada por La Opinión de Chiloé, al menos cuatro incidentes se han hecho públicos durante los últimos días, y donde el modus operandi no sólo se circunscribe a pagar con billetes falsos, sino que también a dar vuelto con aquél (el delito es el mismo en ambos casos).
El primero de los casos ocurrió en Rauco, Chonchi, durante este fin de semana cuando uno de los cliente que asistió a las actividades de la Liga Rural del domingo procedió a pagar con un billete de $5.000.- falso en el sector cocinerías aledaño a la cancha, sin que la cajera se diera cuenta sino hasta arqueo de dineros.
Otro incidente habría ocurrido en una Caja Vecina presente en un autoservicio del sector Salvador Allende de Castro, cuando a uno de los clientes se le entregó un billete de $20.000.- que resultó ser falso; en ese caso era de muy buena factura, ya que comparado a simple vista con uno real parecían idénticos, salvo la figura 3D del costado izquierdo de Andrés Bello y otras características que con el tacto podrían haberse descubierto, pero dada la premura, no se dio cuenta.
Un tercer caso fue denunciado en la feria de las pulgas de Intendente García, donde andarían circulando billetes falsos por parte de cierto grupo de delincuentes que al menos los vendedores, ya tendrían identificados; mientras que un cuarto caso habría ocurrido en el Servicentro Copec de Llaullao, donde una clienta dijo que también le entregaron un billete falso.
Para la norma, la puesta en circulación de un billete falso infringe los artículos n.°170 y n.°171 del Código Penal: en el primero se esgrime como pena la 61 a 540 días de presidio o multas de seis a diez UTM ($276.546.- a $460.910.-), mientras que en el segundo se señala que podrán ser sancionados como responsables de estafas y otros engaños con las penas que se establecen en el título respectivo. Tanto quien paga como da vuelto con dinero falso se arriesgan a sanciones.
Hay que precisar eso sí que en la Provincia hay casos donde imputados que han sido sorprendidos utilizando dinero falso, han terminado con una simple multa de 1 UTM que, a la larga, no es pagada tras aplicarse el beneficio de la suspensión de la ejecución de la pena y sus efectos por el plazo de entre seis meses y un año. El asunto cambia en el caso de ser reincidentes o cometer el delito de manera reiterada.
Según confirmó a La Opinión de Chiloé, varios de los afectados decidieron no realizar la denuncia y destruir (o guardar) el papel ya que no confían en que tras iniciar una investigación, se llegue a algún resultado. Sin embargo, si han optado por comentar lo ocurrido en redes sociales para alertar a otros comerciantes que podrían ser futuras víctimas del engaño.
Hay ciertas características identificables a simple vista para reconocer a los billetes falsos como la textura del papel y las marcas de agua que pueden ser vistas a contraluz por ejemplo, además de la marca que es observable bajo luz ultravioleta.
Solo con Mirar, Inclinar y Tocar se podrá reconocer los diferentes elementos de seguridad presentes en los billetes para evitar ser víctima de este delito, tales como: el Motivo Coincidente, Microtextos, el Antú que cambia de color, Hilos de Seguridad, Franja 3D y texturas en relieve en distintas zonas del billete.
Según el vocero de la Brigada de Delitos Económicos de la Policía de Investigaciones de Chile, Daniel Lobos, asegura que el número de billetes falsos encontrados no es el problema, sino que «la calidad de falsificación es lo importante».
Respecto a los falsificadores nacionales, asegura que «es el delincuente que tiene la impresora de inyección a tinta en la casa», dedicándose comúnmente a hacer réplicas de billetes de polímero como los de $5.000.-, observándose un aumento sostenido en el tiempo de este tipo de ilícito. Generalmente los antisociales se los entregan a turistas en hostales, transporte público o comercio más informal y quienes los reciben, sin darse cuenta, los hacen circular.
También existen los falsificadores extranjeros, que usan tecnología de impresión offset con muy buena calidad. Este tipo de ejemplares se pesquisa en zonas fronterizas y la mayor cantidad proviene de Perú.
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