
CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Luego de varios días de silencio absoluto por parte de la Autoridad Sanitaria, durante las últimas horas el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud confirmó a nivel central la causa básica de muerte de una joven cuyo deceso se reportó este martes 19 de enero al interior de un centro hospitalario isleño.
La información ya había sido adelantada por La Opinión de Chiloé el miércoles respecto a que una paciente de 27 años había llegado al Hospital Dr. Augusto Riffart con severas complicaciones de salud no precisadas, falleciendo la madrugada del martes (ver nota relacionada). Trascendió que tenía un registro de PCR positivo en el sistema EPIVIGILA, pero luego de consultar a fuentes oficiales, ninguna quiso referirse a su caso.
Sin embargo, fue el DEIS quien zanjó el asunto confirmando que la paciente estaba diagnosticada como portadora del virus SARS-CoV-2, por lo que tras su muerte, se transformó en la víctima más joven de la pandemia en la Provincia de Chiloé.
Es este organismo el encargado del proceso de depuración, revisión, validación y codificación de la causa de muerte en el país, y al ser un ente técnico, incorpora distintos recursos para asignar la causa básica de muerte, proceso que sigue estándares internacionales, y que incluye no sólo los datos dispuestos en el certificado médico de defunción, sino que además datos de laboratorio y los registros existentes en la plataforma EPIVIGILA, entre otros.
La defunción de la mujer, que era oriunda de la comuna de Queilen, fue constatada alrededor de las 02.50 horas de la madrugada del martes 19 de enero.
Tenía distintas comorbilidades que habrían agravado su situación, entre ellas diabetes mellitus tipo 2 y daño hepático crónico severo. Acá hay que precisar que ella llegó al recinto de salud castreño por esta última patología, y estando dentro, fue testeada dando positivo al virus.
A este respecto, diversas investigaciones indican que algunos pacientes hospitalizados por COVID-19 han sufrido un daño progresivo en sus hígados, al menos temporalmente, por lo que se sospecha que esta mujer podría haber visto agravada su condición de base.
En efecto, estudios recientes han descrito que el tracto digestivo y, en particular, el hígado, pueden verse afectados por el SARS-CoV-2, con una tasa de incidencia de lesión hepática asociada específicamente a COVID-19 que varía de entre un 14,8% y 53% de los casos, dependiendo del tipo de persona.
En conversación con La Opinión de Chiloé, su madre indicó que su hija recibió la notificación del examen el miércoles de la semana pasada, reafirmando que ya estaba hospitalizada, y que con el correr de los días, su estado de salud se fue agravando hasta que murió; «hicieron lo posible por salvarla, pero no se pudo», dijo.
Acotó que la joven consultó por problemas hepáticos el lunes 11 de enero y debido a su severidad, el médico que la atendió decidió que quedara internada.
Añadió que debido a las restricciones impuestas en el hospital no pudo visitar a su hija, aunque si podía hablar con ella por teléfono regularmente. La última vez que pudo contactarse con ella fue el sábado 16 de enero, mientras que el martes de madrugada se enteró que había fallecido.
Si bien es cierto una de las últimas residencias reportadas por la joven en el Registro Civil e Identificación era el sector Apeche, Queilen, al momento de su muerte vivía en Castro, por lo que fue atribuida a esa comuna.
En consecuencia, este dato la transformaría en la víctima número 41 de la pandemia con registro de PCR positivo (aplica criterio U07.1 CIE-19) de Chiloé y la séptima con residencia en Castro.
Su muerte causó sorpresa entre sus familiares y amigos. Sus funerales se realizaron el mismo 19 de enero en el cementerio de Pureo, Queilen.
Al cierre de esta nota, desde la Autoridad Sanitaria aún no se ha transparentado la causa básica de muerte de esta joven de 27 años, a pesar que el organismo técnico encargado de analizar la completitud de la información y aplicar la codificación de mortalidad establecidas en el CIE-10 ya lo hizo.
NOTA DE LA REDACCIÓN: Sobre las tasas de incidencia de daño hepático en pacientes con COVID-19, véase la siguiente publicación: Xu, L., Liu, J., Lu, M., Yang, D., & Zheng, X. (2020). Liver injury during highly pathogenic human coronavirus infections. Liver international: official journal of the International Association for the Study of the Liver, 40(5), 998–1004. https://doi.org/10.1111/liv.14435.
Hospital de #Queilen #Chiloé confirma brote COVID-19 tras 3 funcionarios positivos. Suspendió atenciones en policlínico y restringió visitas a hospitalizados además de reforzar medidas de protección, cuidado e higiene en sus unidades | La Opinión de Chiloé https://t.co/o8Hv9Frb0A pic.twitter.com/SDPQgoWc3W
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#Dalcahue, #Queilen y #Castro #Chiloé suman muertes por COVID-19, dos de ellos hospitalizados en Castro y uno en su casa. Varón de 43 se transformaría en el primer residente de Queilen atribuido a la pandemia | La Opinión de Chiloé https://t.co/HOxCV68hgU pic.twitter.com/K9l4IvggjM
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