LA HAYA (La Opinión de Chiloé/Agencias) — Un sorpresivo desenlace tuvo el juicio por crímenes de guerra contra el exgeneral bosniocroata Slobodan Praljak (72 años) que se realizaba en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) luego que muriera por envenenamiento.
El criminal, quien fuera comandante de las fuerzas croatas de Bosnia durante la Guerra de Bosnia, fue condenado en 2013 a 20 años de cárcel por crímenes de guerra perpetrados contra musulmanes bosnios, por lo que había apelado. El resultado del proceso se entregaba hoy, y luego que los jueces confirmaran la pena, bebió de un frasco con una sustancia desconocida (se presume veneno) ante la incredulidad de los presentes falleciendo.
Según medios de televisión croatas, al enterarse del fallo, Praljak le gritó al juez que presidía: «Yo, Slobodan Praljak, rechazo el veredicto. No soy un criminal de guerra», luego bebió de una pequeña botella o frasco y declaró: «lo que estoy bebiendo ahora es veneno». La transmisión televisiva se detuvo mientras arribaban equipos de emergencia.
La noticia del deceso fue confirmada más tarde por el primer ministro de Croacia, Andrej Plenković, que ofreció sus condolencias a la familia y fue crítico con la sentencia por considerarla injusta. Más tarde, el propio tribunal informó del fallecimiento de Praljak, también escritor y director de cine y teatro, que había comparecido ante la corte por nueve cargos de violaciones graves de los Convenios de Ginebra (homicidio premeditado, trato inhumano (agresiones sexuales), deportación ilegal de un civil, traslado ilícito de un civil, reclusión ilegal de un civil, trato inhumano (condiciones de reclusión), trato inhumano, destrucción extensa de la propiedad no justificada por necesidad militar y llevada a cabo de manera ilícita y gratuita; apropiación de la propiedad no justificada por necesidad militar y llevada a cabo de manera ilícita y gratuita), nueve cargos de violaciones de las leyes o costumbres de guerra (trato cruel (condiciones de reclusión), trato cruel, trabajo ilegal, destrucción sin sentido de ciudades, pueblos o aldeas, o destrucción no justificada por necesidad militar, destrucción o daño intencional a las instituciones dedicadas a la religión o educación, saqueo de la propiedad pública o privada, ataques ilegales contra civiles, imposición ilícita de terror a civiles, trato cruel), y ocho cargos por crímenes de lesa humanidad (persecuciones por motivos políticos, raciales y religiosos, asesinato, violación, deportación, actos inhumanos (traslado forzoso), encarcelamiento, actos inhumanos (condiciones de reclusión), actos inhumanos).
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