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Dalcahue: fiesta clandestina deja 7 detenidos, buscan a más de 20 que huyeron.
DALCAHUE (La Opinión de Chiloé) — Relativa indignación en la comunidad chilota causó durante este fin de semana la detención de un grupo de personas que habrían participado en una fiesta clandestina en la ciudad de Dalcahue, esto en medio del toque de queda y tras crecientes casos positivos de COVID-19 en la provincia (especialmente en la comuna de Ancud).
Según lo consignado por La Opinión de Chiloé, un grupo de aproximadamente 30 personas se reunió, sin ninguna medida de seguridad sanitaria y violando las restricciones impuestas por la Seremi de Salud, en una fiesta clandestina realizada en una casa habitación deshabitada, actividad que fue denunciada a Carabineros por vecinos del sector.
La propiedad se encuentra ubicada en la Villa Altos de Dalcahue, y según ha trascendido, es un lugar habitual donde jóvenes se reúnen a hacer actividades como las descritas, donde el consumo de bebidas alcohólicas, ruidos molestos y riñas son comunes.
El alcalde Juan Hijerra Serón (UDI) dijo al respecto que la vivienda «tiene dueño, tiene propietario (…) nosotros como municipalidad tomamos contacto con él y le hemos pedido que cierre su casa, que ya la ha cerrado dos veces».
Pues bien, lo que pasó este fin de semana causó preocupación dado que podría haberse convertido en un potencial foco de contagio y propagación de COVID-19 al no tenerse certeza aún de todos los asistentes y dada la bajísima cantidad de exámenes PCR que se han realizado en Dalcahue hasta antes de los dos positivos ya conocidos (alrededor de 30).
Es más, luego que se detectaran los dos primeros contagios con SARS-CoV-2 en Dalcahue este martes (uno fallecido), lo ocurrido vuelve a la palestra porque aún no se identifica a todos los asistentes, sumándose a que el Ministerio Público de Castro decidió en tiempo récord dar por cerrada la causa penal aplicándose una «alarmante» sanción, que sigue asentando jurisprudencia en Chiloé.
Hay que recordar que tras la denuncia, se despachó una unidad de la Tenencia de Carabineros de Dalcahue con dos funcionarios, quienes verificaron la efectividad de esta actividad grupal, iniciando las detenciones por poner en riesgo la salud pública en época de pandemia.
Fue así que varios huyeron del lugar, por lo que las policías no pudieron atraparlos a todos, salvo a siete jóvenes, seis de ellos residentes en Dalcahue y uno con residencia en Castro. Tres fueron aprehendidos en una primera ronda, y otros cuatro en una segunda.
Fuentes independientes confirmaron a La Opinión de Chiloé las identidades de cada uno de los imputados, cuyas iniciales son C.A.N.M, A.A.V.A., S.A.T.M., F.J.B.Q., D.E.B.V., V.I.M.I. y W.F.Q.T. El detalle de éstas se mantendrán bajo reserva dado que aún queda un trámite administrativo pendiente en la Autoridad Sanitaria, y que podría implicar fuertes multas.
En este contexto de toque de queda, el fiscal de Castro abrió una indagatoria penal tras constatar la eventual violación del artículo 318 del Código Penal, que sanciona a quien ponga en riesgo la salud pública en época de catástrofe sanitaria.
Sin embargo, a pesar del discurso generalizado de las autoridades nacionales, regionales y provinciales en cuanto a que este tipo de conductas atentatorias serían perseguidas y sancionadas fuertemente, lo cierto es que La Opinión de Chiloé pudo confirmar que los siete aludidos fueron dejados en libertad con un implícito «perdonazo».
En particular, el Ministerio Público decidió el mismo día de la detención realizar un requerimiento verbal en procedimiento simplificado donde los siete imputados admitieron responsabilidad en los hechos, comprometiéndose a que «no lo volverían a hacer» pero guardando eso sí silencio respecto a los que se dieron a la fuga.
¿Qué sanción les aplicó la juez Alejandra Varas Cuevas tras el pedido del Ministerio Público? A los siete se les condenó por su participación como autores, en grado de consumado, del delito de atentado a la salud pública descrito y sancionado del artículo 318 del Código Penal, imponiéndoseles una pena de multa de un tercio (1/3) de UTM, vale decir, aproximadamente $16.790.-
¿La pagaron? No, dado que la multa se les dio por cumplida atendido que estuvieron detenidos un par de horas del día 17 de mayo de 2020. Además, se ordenó oficiar al Servicio del Registro Civil e Identificación para la omisión de la anotación prontuarial en el certificado de antecedentes de los condenados a que diera lugar la condena.
Se debe acotar que según la norma detallada en el Código Penal, los que la transgredan podrían recibir entre 61 y 540 días de presidio o bien, pagar una multa de seis a veinte unidades tributarias mensuales (hasta $1.007.440.-), pero con lo determinado en el Juzgado de Garantía de Castro, en realidad se estaría ante una la ley que aparenta ser «letra muerta».
En otras palabras, cualquiera que sea detenido en Chiloé en similares circunstancias, puede recibir el mismo beneficio, esto es, ser multados con un monto menor y a la vez ser tácitamente «perdonado». Simple jurisprudencia.
Sobre quien sería el responsable de organizar este «evento», nadie quiso delatarlo antes de ser liberados y enviados a sus casas. El Ministerio Público de Castro dio por cerrado el caso.
Sobre el número de casos confirmados de COVID-19 positivos en Dalcahue, hasta el momento siguen siendo dos (uno fallecido), mientras que otras ocho personas que serían contactos estrechos de aquellos están en vigilancia epidemiológica y se le habría aplicado el test PCR.
Respecto al adulto mayor que murió, era una persona postrada (no autovalente) que vivía en el sector rural Tocoihue y tenía 86 años. Lo afectaban además varias patologías de base y según fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé, la familia concurrió el lunes a la Posta a pedir asistencia médica para el paciente, la que se concretó un día después con la concurrencia de un equipo del Centro de Salud Familiar. Ahí se le habría detectado sintomatología posiblemente adscrita a COVID-19, por lo que se le muestreó.
Según indicó la Seremi, el paciente falleció alrededor de las 17.50 horas de la tarde del martes, mientras que la muestra para enviar a laboratorio habría sido tomada a las 16.20 horas, todo ello en función del registro de la salud municipalizada.
Una funcionaria de esa comuna confidenció que «el resultado estuvo en tiempo récord», algo que es efectivo porque el detalle del test PCR se comunicó desde el laboratorio en la tarde-noche. La Opinión de Chiloé tuvo acceso al resultado alrededor de las 23.00 horas del martes, cuando aparentemente ya era de conocimiento de autoridades y familiares; a la espera de un pronunciamiento desde Dalcahue que nunca llegó, se publicó la información.
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