En Santiago, Osorno y Castro: impacto provocan causas de pederastia de profesor municipal

CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Un escándalo de proporciones sacude por estos días a un establecimiento educacional dependiente de la Corporación Municipal de Castro luego que se filtrara que un docente adscrito a esa repartición, sigilosamente, ha estado escondiendo durante años un enorme secreto: distintas causas penales en varias ciudades del país adscritas a pederastia.

De acuerdo a antecedentes preliminares recopilados por La Opinión de Chiloé, el asunto estalló este martes luego que por redes sociales se comenzara a difundir que un docente de la Escuela Aytué fue indagado como presunto autor de un abuso sexual de menor de 14 años mientras era profesor de la escuela Puyán, causa que fue tramitada en el Juzgado de Garantía de Castro en 2012.

La comunidad de la escuela Aytué está indignada, y por tal razón un grupo de padres y apoderados decidió ir a manifestarse al lugar en contra del aludido y hacia el rol de la Corporación en todo en este caso, especialmente por mantenerlo contratado a sabiendas de su historial que no sólo se circunscribe a la comuna de Castro, sino que también a otras ciudades según antecedentes judiciales que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé.

La denuncia mientras trabajaba en la escuela Puyán

Particularmente en lo ocurrido en la capital provincial, en esa oportunidad la menor de iniciales P.B.C.Z. acusó que habría sido víctima de una serie de actos que podrían ser constitutivos de algún tipo de delito de connotación sexual, iniciándose una indagatoria a cargo de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y Menores de la PDI de Ancud (Brisexme). La víctima era hija de la pareja del profesor.

La investigación que se siguió en su contra bajo Causa RUC 1200735571-6 por abuso sexual de menor de 14 años fue formalizada con fecha 5 de diciembre de 2012, y se arribó a suspensión condicional del procedimiento por el plazo de 3 años, con fecha 23 de julio de 2013.

Las condiciones impuestas fueron la de informar cualquier cambio de domicilio y prohibición absoluta de acercarse a la víctima, su familia, su domicilio en Ten Ten, lugar de estudio o trabajo o en cualquier lugar donde ella se encuentre o frecuente.

Además, se sumó el pago de $500.000.- como donación al Hogar de Ancianos San Francisco de Castro (50%) y a la Escuela Básica Los Ciruelillos de Coanil (50%), todo en 10 cuotas.

Luego de acceder a aquél procedimiento, el profesor decidió demandar a la Corporación Municipal en 2015 para ser reintegrado a sus funciones (estaba suspendido) diciendo que jamás fue condenado, exigiendo además que se le pague un millonario monto.

En efecto, el 10 de junio del 2014, la corporación fue notificada de un oficio desde el Juzgado de Familia de Castro, a fin de que adopte las medidas que estime necesarias a fin de resguardar la seguridad de los niños que se encuentran en la escuela Puyán en atención a una causa por abuso sexual de menor radicada en el Juzgado de Garantía.

Además, el asunto también escaló a la Superintendencia de Educación Escolar de la Región de Los Lagos que mediante el oficio n.º1115 del 5 de junio de 2014 oficializó una indagatoria respecto a las medidas adoptadas por la corporación ante la delicada denuncia.

Pues bien, ante ello la corporación dictó la Resolución n.º0175 el 5 de junio de 2014 donde se procedió a suspender temporalmente al profesor de sus funciones sin goce de remuneraciones hasta que se resuelva definitivamente su situación procesal.

Sin embargo, el aludido interpuso un Recurso de Protección ante la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, la que fue acogida.

Posteriormente, sería desvinculado, pero él demando en lo laboral y, dada que la suspensión condicional del procedimiento implicaba que efectivamente no existía condena, se llegó a un acuerdo para pagarle cerca de $14.000.000.- y reasignarlo a otro establecimiento educacional.

Hay que precisar aquí un dato relevante. La opinión de Chiloé accedió a una resolución judicial del 15 de julio de 2014 ante el Juzgado de Garantía de Castro donde, sorpresivamente, se revocó la suspensión condicional del procedimiento respecto a la menor.

¿Por qué? Aunque lo discutido ante el juez está sellado al ser una causa por un ilícito de índole sexual infantil, este medio pudo confirmar que la madre perdonó al profesor y reanudaron una relación sentimental, por lo que gracias a su declaración, se dejó sin efecto la medida de prohibición de acercarse a la niña.

Eso sí, el juez fue cauto y remitió un oficio al Juzgado de Familia de Castro para que evaluara una eventual vulneración de derechos de la mamá y del docente hacia la niña por todo estos antecedentes. Además, asentó su decisión «sin perjuicio de la responsabilidad que le pueda afectar a la madre de la víctima», todo ante los potenciales plazos de prescriptibilidad de los delitos de este tipo hacia niños. niñas y adolescentes.

Un patrón de conducta que ¿nadie ha visto?

Sin embargo, según antecedentes a los que accedió La Opinión de Chiloé, el caso que fue tramitado por la justicia en Castro no es el único. En efecto, durante la época de indagatorias se constató que el aludido también habría sido indagado en Santiago tras ser denunciado por otra niña de actos impropios.

Y por si eso no fuera poco, en la Oficina de Protección de Derechos de Osorno existirían registros en archivo que aluden a otra denuncia por eventuales hechos de connotación sexual con una menor donde está el mismo profesor; aquello habría ocurrido al interior del Colegio Misión de Rahue de San Juan de la Costa.

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