Escándalo por desconocidos negocios de familia Piñera tras Barrancones

Un nuevo escándalo sacude al presidenciable de Chile Vamos y ex presidente Sebastián Piñera luego de una investigación realizada por radio Bío-Bío sobre los intereses comerciales que tenía él y su círculo cercano tras cancelar la realización de termoeléctrica Barrancones en 2010: eran los principales accionistas de Minera Andes Iron, la sociedad matriz de Minera Dominga que pretende instalarse en la misma área.

Tras su publicación, el Fiscal Manuel Guerra señaló: «tomamos conocimiento hoy día de ese reportaje, lo tenemos ya en nuestro poder y lo estamos estudiando, y obviamente no podemos descartar de que sea un antecedente a investigar dentro de la causa que hoy día llevamos por el caso Exalmar (…) si bien se tratan de hechos distintos, estamos hablando de que podrían haber delitos de similar naturaleza, particularmente una eventual negociación incompatible o uso de información privilegiada, si es que hubiese algún elemento que permitiese establecer aquello».

Según un reportaje de radio Bío-Bío (leer acá), todo se remite a los primeros meses del gobierno de Sebastián Piñera cuando decidió, a través de una llamada desde el palacio de La Moneda, bajar el proyecto energético Barrancones, justificando entonces que «hemos enfrentado con sabiduría, responsabilidad y respetando nuestro estado de derecho el tema de la central termoeléctrica de Barrancones, y les puedo decir a todos los chilenos que, como Presidente, me siento feliz de poder preservar un santuario de la naturaleza. (…) Puedo decir a todos los amantes de la naturaleza que, como Presidente, me siento feliz de poder preservar un santuario de la naturaleza que he podido disfrutar con mis propios ojos”.

Según dejó entrever la radioemisora, todo fue una publicitada jugada mediática para dejarlo como uno de los defensores de la preservación de los ecosistemas de la Reserva Marina Islas Choros-Damas y la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt; sin embargo, lo que se reveló hace pocas horas es que Piñera, sus hijos, un amigo cercano y dos de sus ejecutivos tenían intereses comerciales en la zona, y más específicamente, en la compañía Minera Dominga que afectaría a tales reservas.

La radio señala que “todos formaban parte de un proyecto que se venía gestando desde hacía más de un año, que por esos días agarraba fuerza y que sólo unos meses después empezaría a tramitarse en el Sistema de Evaluación Ambiental (SEA)”, y que el ex presidente ocultó la información en su declaración de patrimonio, a pesar de extensa documentación que demostraría que Piñera y el entorno familiar participaban del proyecto Dominga antes de anunciar su candidatura en 2009.

La participación del ex presidente era indirecta a través de Mediterráneo Fondo de Inversión Privado (FIP), gestionado por Administradora Bancorp S.A., una de las empresas del Grupo Bancard, el family office de Piñera. Según radio Bío-Bío, Bancorp habría explicado que el ex presidente «no participa ni ha participado nunca en la administración» y que dicho negocio se realizó como parte “de sus inversiones en capital de riesgo” y estuvo “orientado a promover la inversión y desarrollar una industria relevante para nuestro país”, todo en el área de las Reservas que el mandatario decía proteger en público, mientras su empresa gestionaba un proyecto minero en privado.

A poco de bajar Barrancones, el proyecto minero siguió gestándose considerando dos minas de hierro a rajo abierto, plantas de procesos y depósitos de lastre y relaves, además de ductos y un puerto «apenas un kilómetro y medio de donde se iba a instalar la termoeléctrica», que gracias al llamado telefónico del presidente, ya no era un problema. Meses después, la familia Piñera se desprendió de su participación en una operación que habría implicado 6.765 millones de pesos.

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