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Impacto en Castro: bullying termina con menor de Liceo Aytué apuñalado en el tórax.
CASTRO (La Opinión de Chiloé) — En medio de la conmoción que causó en la comuna de Castro un violento hecho de sangre ocurrido durante la tarde de este jueves en las cercanías del Liceo Aytué, y que dejó a un escolar con una herida en la zona del tórax tras ser apuñalado por otro estudiante, la Fiscalía local de la capital provincial decidió formalizar al presunto responsable al determinar que habría existido intención de matar.
De acuerdo a información judicial que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, fue durante la noche de ayer que el imputado se presentó junto a su madre en dependencias policiales para entregarse, todo en medio de varias diligencias indagatorias encargadas a la Policía de Investigaciones (PDI) para dilucidar la dinámica de esta agresión que, en opinión del persecutor penal, fue de tipo homicida.
Enrique Canales, fiscal de la capital provincial, se refirió a este hecho indicando que en horas de la tarde de ayer «se recibió al turno de esta Fiscalía local una comunicación por parte de Carabineros que daban cuenta que en el Servicio de Urgencia del Hospital de Castro se encontraba ingresado un adolescente con una herida cortante en la zona torácica».
«Constituido el personal policial [complementario], confirmó esta información y dio cuenta inmediatamente al turno, por lo que se ordenó verbalmente una investigación a la Bicrim Castro de la PDI».
«Oficiales de esa institución policial realizaron una serie de diligencias hasta que lograron determinar la identidad del presunto agresor, resultando también ser un adolescente y compañero de curso de la víctima, y que la agresión habría ocurrido al exterior del establecimiento en el que ambos son alumnos una vez terminado el horario de la jornada habitual de clases», acotó.
Agregó que entendiendo que estaban ante un perpetrador que era menor de edad, procedieron a contactarse con la mamá «y finalmente es ella que llevó a este adolescente hasta esa unidad policial, ya de noche el día de ayer, siendo detenido en ese momento y puesto a disposición del Tribunal de Garantía en la jornada de la mañana de hoy».
En particular, la causa penal fue caratulada como un potencial homicidio simple en carácter de frustrado que prevé y sanciona el artículo 391 n.°2 del Código Penal, ello en atención a que según los antecedentes que se manejan, habría existido intención dolosa de matar.
Respecto a la dinámica de lo que pasó y el contexto, el subprefecto Alejandro Pino, jefe de la Bricrim de la PDI de Castro esbozó una de las hipótesis que se trabaja aseverando que «a eso de las 13.30 horas de ayer, en una riña que se produce entre dos menores de 14 años de edad, [uno de ellos] le ocasiona una herida cortopunzante a un menor».
Dijo que tras recibir los primeros datos del caso, «se pudo establecer en un tiempo inmediato la participación de uno de los menores y su posterior ubicación, siendo detenido en la jornada de la tarde y puesto a disposición del Tribunal de Garantía hoy en la mañana».
El fiscal Canales mencionó que el menor fue formalizado «como [presunto] autor del delito de homicidio frustrado, considerando la naturaleza de la lesión, la zona del cuerpo en la cual se realizó este apuñalamiento y finalmente, se decretó a su respecto, como medidas cautelares, el estar sometido al [control del] organismo auxiliar del Sename (…), además de la prohibición de acercarse a la persona de la víctima».
Si bien es cierto el Ministerio Público había solicitado medidas más gravosas entendiendo la gravedad del ilícito y la existencia de información indiciaria de matonaje escolar, el juez de turno consideró que no era necesaria su internación o arresto domiciliario.
Lo que se sabe hasta ahora es que el ataque ocurrió en un paradero de calle Galvarino Riveros, frente al cuartel del Cuerpo de Bomberos del área, luego que al menos dos estudiantes (entre los que estaba el imputado) interceptaron a la víctima e iniciaron una discusión que aumentó en intensidad hasta que el ahora formalizado decidió apuñalarlo en la zona torácica.
Tras ello, ambos escaparon del lugar abandonando a su compañero de curso, mientras que el adolescente lesionado se retiró del lugar y, a la altura del Supermercado O’Higgins, habría pedido la ayuda a un colectivero, quien lo trasladó al Servicio de Urgencia del Hospital Dr. Augusto Riffart de Castro.
En el centro asistencial se constató que el ataque con arma habría sido a la altura del corazón, y que afortunadamente el ingreso del cuchillo fue detenido por una costilla. De no mediar aquello, el joven hubiera recibido una estocada mortal sin posibilidad de sobrevida.
La causa detrás de este violento incidente se vincularía a presuntos actos de acoso o bullying escolar, refiriéndose que el imputado tendría antecedentes previos de portar arma cortopunzante al interior del liceo bajo la pasividad de inspectores y otros funcionarios.
Además, existirían registros de amenazas anteriores, sindicándose que directivos en el liceo Aytué tendrían conocimiento de aquellas sin haber tomado medidas a tiempo. Junto al herido, también estarían amenazados otros escolares que serían familia de la víctima.
Ayer, desde el recinto educativo habían difundido un escueto comunicado firmado por su director, Pedro Velásquez Rojas, en el que aseveraron que «la situación de esta investigación es de carácter privado y no público por tratarse de menores de edad», algo que es falso dado que los actos jurídico procesales son naturalmente públicos, mientras que lo ocurrido es un hecho de interés público.
Agregaron que «frente a los hechos sucedidos, se han iniciado las investigaciones y denuncias a los estamentos correspondientes y aplicación del Reglamento Interno del Liceo, una vez y previamente confirmada la situación a través del debido proceso», acotando que «cualquier tipo de agresión hacia un integrante de nuestra comunicad, debe ser denunciada al Liceo para proceder a la debida investigación de lo ocurrido. Al hablar de comunidad, entendemos a quienes forman parte de ésta, estos son: docentes, estudiantes, asistentes de la educación, padres, madres y/o apoderados que la conforman».
El día de hoy sin embargo, y sopesando el potencial error comunicacional de guardar silencio ante la gravedad de lo ocurrido, Velásquez Rojas salió a referirse a este hecho delictual indicando: «adherimos absolutamente al dolor que ha significado esta situación para la familia, especialmente para el estudiante que fue agredido fuera del recinto del liceo, aproximadamente a una cuadra de distancia, cuando se dirigía de vuelta a su hogar».
«Nosotros hemos estado en contacto, específicamente ayer con la tía quien lo asistió justamente en el hospital, y posteriormente con la mamá en la tarde de ayer también se hizo ver todo el apoyo que vamos a prestarle a esta familia como institución respecto a este hecho grave que obviamente es un aspecto que no se repite habitualmente en nuestro establecimiento», agregó.
Explicó que el adolescente imputado «está impedido de ingresar nuevamente, él está enfrentando una denuncia en Fiscalía respecto de esto, la investigación de la PDI ya inició curso, y nosotros estamos recopilando todos los antecedentes para aplicar el Manual de Convivencia Escolar porque es una falta muy grave».
Respecto al potencial incumplimiento del deber de garante y protector de los alumnos en el Liceo Aytué, el directivo no se pronunció.
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