Días de inconmensurable angustia han vivido los padres de una pequeña niña identificada como V.G. tras un desafortunado «descuido» que tuvieron los transportistas escolares encargados de dejarla en el Colegio Gabriela Paschuan en calle Anibal Pinto n.°1363 de Ancud el viernes pasado: la menor quedó literalmente encerrada en el furgón patente BWFK-80 por alrededor de cuatro horas, luego que los dos adultos a cargo de su cuidado en la ruta casa-jardín se les olvidara al interior del vehículo toda la mañana.
De acuerdo a antecedentes del parte policial n.°1169 de la Primera Comisaría de Carabineros de Ancud al que accedió La Opinión de Chiloé, familiares de la infante de 5 años estamparon esta seria denuncia el viernes 5 de agosto tras ser informados que de manera sorpresiva, y sin una explicación satisfactoria para ellos, el padre de la niña recibiera un extraño llamado a las 12.46 horas por parte de la dueña del transporte escolar y le señalara que estaba afuera de su casa con la menor esperándolo para entregársela porque a los dos sujetos se les había quedado encerrada dentro del furgón.
En efecto, la pequeña se subió al vehículo a las 08.10 horas en Villa Fuerte Real para ir a su jardín pero «desde el momento que abordó el vehículo hasta las 12.00 horas se mantuvo según lo informado por la propietaria al interior del citado furgón sin que nadie se haya dado cuenta de su presencia» ya que se habría quedado dormida y ni el conductor identificado como D.J.V.A. (pareja de la propietaria) ni su asistente H.G.A.A. se percataron que no la habían dejado en el jardín, cometiendo eventualmente una grave negligencia que podría haber tenido consecuencias insospechadas por el número de horas que estuvo encerrada sola al otro lado de la ciudad, en calle Arzobispo Eladio Vicuña (yendo hacia Lechagua).
Tras pensar lo peor y llevarla a un centro asistencial para verificar que no haya sufrido lesiones —algo que fue descartado por los médicos del Hospital San Carlos de Ancud—, los padres pasaron de la aflicción a la indignación de sólo imaginar lo que podría haberle ocurrido a la niña considerando que en menos horas, otros preescolares encerrados han fallecido por asfixia y deshidratación debido a acciones negligentes similares. Además, han vivido días angustiosos esperando una serie de exámenes médicos que permitan desechar cualquier atisbo de lesión.
La investigación actualmente es llevada adelante por la Policía de Investigaciones de Chile, aunque cercanos comentaron a La Opinión de Chiloé que ésta ha chocado con un presunto secretismo de testigos e involucrados; de hecho, el caso es relativamente desconocido por gran parte de los apoderados del Colegio Gabriela Paschuan de Ancud y otros que tienen contratado los servicios de los responsables eventualmente negligentes, más cuando la familia que fue víctima les pagaba alrededor de medio millón de pesos (cifra anualizada) por el transporte privado de sus hijos que falló de manea flagrante.
Desde el colegio aclararon que «el apoderado, tiene contratado un transporte escolar particular, ajeno a los transportes que mantiene nuestro Centro» agregando que «creemos que esta publicación, no hace más que enlodar nuestro trabajo y gestión, mancillando nuestro prestigio en el diario trabajo, que con mucho amor y cariño realiza todo el personal, desde los transportistas a la directora de nuestro centro».
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