Alrededor de 70 jóvenes de del Liceo Politécnico de Castro y del Liceo Polivalente de Queilen viajaron este jueves 29 de septiembre a la isla de Chelín con el fin de participar en el Primer Encuentro de Jóvenes y Patrimonio, actividad vinculada al programa Jóvenes con el Patrimonio del Consejo de Monumentos Nacionales.
En el lugar, los jóvenes asistieron a varias actividades en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario de Chelín reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Las arquitectas Macarena Almonacid y Olivia Medina, que estuvieron a cargo de las obras de restauración del templo, expusieron algunos detalles del proceso de restauración, las dificultades que enfrentaron y el trabajo con la comunidad, entre otras materias. Además, compartieron un curanto al hoyo con la comunidad.
Según un comunicado enviado por el Consejo de Monumentos Nacionales, este programa partió el 2012 y «busca generar pensamiento crítico y espacios de experimentación de los sentidos para abordar el patrimonio en sus diversas dimensiones. Este encuentro se realiza por primera vez en el Sitio Patrimonio Iglesias de Chiloé y más específicamente en la recientemente votada Zona Típica de Chelín».
Los trabajos de restauración fueron inaugurados en noviembre del año pasado según consignó La Opinión de Chiloé, y consideraron un presupuesto que rondó los 1.000 millones de pesos, el que fue destinado por la Subsecretaría de Desarrollo Regional. En su restauración participaron carpinteros chilotes y profesionales de la Fundación Amigos de las Iglesias de Chiloé (FAICH), organización con sede en el antiguo edificio de las Hermanas de la Caridad Cristiana Hijas de la Bienavenurada Virgen María de la Inmaculada Concepción levantado en 1874 en Ancud.
El templo se ubica en la isla Chelín, que hasta antes de la expulsión de los Jesuítas era parte de la cabecera de Puqueldón. Su construcción se realizó con maderas de ulmo, tepa, canelo y alerce probablemente después de la creación de la viceparroquia homónima en 1868 y se emplazó en la zona de Huechu Chelín o Chelín Alto o Gran Chelín, denominándose así porque se transformó en la cabecera religiosa del resto de islas, estimándose su finalización en 1888. El lugar donde está emplazado actualmente se le llama Chelín Bajo, nombre que se vincula a la configuración del poblado actual pero no a su denominación histórica.
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