La moda de simular atropellos para sacar dinero a choferes ¿llegó a Ancud?

ANCUD (La Opinión de Chiloé) — Un vehículo avanza por una calle cualquiera acercándose a un paso señalizado sin la existencia de algún peatón, o con alguno esperando el cambio en el semáforo que le permita cruzar. Luego, de improviso alguien se abalanza sobre el automóvil generando un «accidente» que en varias ciudades del mundo se ha transformado en un lucrativo negocio para estafadores que están dispuestos a fabricar o simular lesiones con «olor a dinero» que algún conductor incauto —tras sentirse responsable frente a un atropello en pleno paso de cebra— pagará a modo de compensación o para resarcir el daño lo más veloz posible.

Lo interesante de esta escena es que la «víctima» podría llegar a abalanzarse ante cualquier vehículo, incluyendo alguna micro de la locomoción colectiva, teatralizando aparatosas caídas y presuntas lesiones que se esfuman cuando de manera veloz se levantan para no dejar escapar al conductor o para gritar a viva voz que paren al responsable. En algunos casos, siempre la ayuda de otros peatones que ven al «accidentado» en el suelo (pero no el atropello) aliviana el trabajo del estafador, porque sin saberlo ayuda a embaucar al conductor más rápidamente aprovechando la confusión.

¿Este cuento del tío habría arribado a la ciudad de Ancud? Eventualmente sí de acuerdo a un vídeo compartido por redes sociales donde se tiene como protagonista a una peatona que, a través de una teatral actitud, simula ser embestida con intenciones (des)conocidas por un jeep ¿para posteriormente generar una discusión y pedir reparación económica sobre el eventual daño causado?

En el registro audiovisual se observa de manera parcial parte del modus operandi del curioso «accidente» de la mujer: en la intersección de calle Pudeto con Blanco Encalada de la ciudad de Ancud, frente a la Plaza de Armas, esta persona es captada con una maleta aparentemente hablando por teléfono «despistada» frente al Juzgado de Familia y, al cruzar por el paso señalizado de calle Blanco Encalada, se abalanza sobre un jeep blanco que doblaba a baja velocidad y cae aparatosamente.

Inmediatamente parece apuntar al vehículo, uniéndose otro inocente peatón que no vio nada salvo a la mujer pidiendo la detención. ¿El cuento del tío está a punto de concretarse?

Un experto consultado por La Opinión de Chiloé señaló sobre este tema que independiente de si se está o no ante una estrategia delictiva de quien simula, todo conductor implicado en un accidente de tránsito donde se produzcan daños debe reportarlo a la autoridad policial afirmando que “es obligatorio, de hecho, la ley presume la culpabilidad de quien no lo hace y abandona el lugar del accidente (…) ante la suposición de que se produzcan lesiones, el conductor debe detenerse, prestar la ayuda que fuese necesaria y dar cuenta a Carabineros“.

Sobre el engaño, agregó que “si alguien te pide que lo ‘arreglen sin llamar a nadie’ y te pide dinero para terminar con todo de una vez, es evidente que hay algo raro porque si estás tan lesionado, ¿por qué no pides que te lleven al hospital? ahí no le cobrarán al conductor, sino que es el accidentado quien se transforma en el sujeto de cobro para el sistema de salud pública; si es un estafador, muy pronto será descubierto o no perseverará porque el negocio se le cae cuando comienza a tener accidente tras accidente tramitándose ante la justicia o cuando en el hospital comienzan a reconocerte”.

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