Las silenciosas cifras del Coqueluche en Chiloé: quintuplica la tasa nacional

Fotografía referencial.

ANCUD (La Opinión de Chiloé) — Preocupación ha causado la confirmación por parte de la Ministra de Salud, Carmen Castillo, de la muerte de tres bebés nacidos en distintos recintos de salud de Talca tras contagiarse de coqueluche (o tos convulsiva), que es causada por la bacteria Bordetella pertussis. Aunque hay otros cinco posibles casos de los cuales se está a la espera de los resultados de los exámenes de laboratorio, se ha señalado además que hay al menos 17 pacientes con resultado positivo.

La seremi de Salud de esa región, Valeria Ortiz, llamó a la tranquilidad e indicó al Diario El Centro que «los datos preliminares nos indican que son tres casos de distinta procedencia, por lo tanto, no se puede hablar de brote» añadiendo respecto a los casos sospechosos que «no todos [están] hospitalizados y nos encontramos a la espera de que se confirme o descarte que se trate de coqueluche u otra patología». Aunque trascendidos aseveran que los padres de los lactantes fallecidos serían simpatizantes de grupos antivacunas, una auditoría confirmará o descartará aquello.

Tras la muerte de estos tres infantes y la alarma pública que ha causado a nivel nacional, La Opinión de Chiloé procedió a indagar en las desconocidas cifras de esta enfermedad infecciosa aguda sumamente contagiosa dentro del archipiélago, encontrándose con datos sorprendentes si se compara con las cifras a nivel regional y nacional. De acuerdo a información de la base de datos ENO DIPLAS del Ministerio de Salud disponibles para comienzos de enero de 2016, la tasa de incidencia de la enfermedad en todo Chile alcanza los 4,1 pacientes por cada 100 mil habitantes, siendo la región de Los Lagos una de las que posee la tasa más alta con 10,3 casos por cada 100 mil habitantes.

Luego, según un Informe de la situación de enfermedades de notificación obligatoria en la Provincia de Chiloé al que tuvo acceso La Opinión de Chiloé, durante el año 2016 se reportaron 37 casos notificados en la red de salud, de los cuales un 92% correspondieron a niños de entre 0 y 4 años de edad. Del total de pacientes, un 68% eran varones y 32% mujeres, mientras que los datos del Servicio de Salud provincial acusan que un 11% no había sido vacunado.

La cifra anterior resulta bastante sorprendente porque da cuenta que en Chiloé la tasa de incidencia es de 19,6 casos por cada 100 mil habitantes, vale decir, más del doble de lo registrado en toda la región, e incluso quintuplica la tasa nacional. El informe no consigna ningún fallecido.

Prevención

La vacuna contra la tos convulsiva es la principal forma de prevención. Es gratuita y está incluida dentro del Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) y se coloca a los dos, cuatro, seis y 18 meses y posteriormente un refuerzo a los seis años y a los 13 años. Las inoculaciones en Chile partieron en abril del año 1951, pero a pesar de su enorme éxito en reducir la tasa de enfermos y muertes, el coqueluche sigue constituyendo un problema importante de salud pública.

Síntomas

Según el Ministerio de Salud, «el tiempo que transcurre desde la exposición al microorganismo hasta el desarrollo de los síntomas (período de incubación) se estima entre tres y quince días, pero puede durar hasta 21 días. Después de ese período en general hay síntomas respiratorios poco importantes, tos leve, estornudos o secreción nasal. Esta fase inicial se conoce como la etapa catarral y el cuadro clínico se asemeja al de un resfriado común. Se observan estornudos, enrojecimiento de los ojos y fiebre leve».

Después de una o dos semanas que duraría la etapa inicial «aparecen accesos incontrolables, cada uno con cinco a diez crisis de tos violenta, espasmódica y sin interrupción que suelen terminar con una inspiración también violenta y prolongada. Ésta es acompañada de un silbido o estridor inspiratorio característico, dado que el paciente lucha por respirar. Los portadores pueden transmitir el coqueluche desde la aparición de los síntomas hasta tres semanas después del inicio de los episodios de tos».

Para el Minsal, «la aparición de la tos característica revela el inicio de la segunda etapa o paroxística. Las crisis, que se suceden a intervalos regulares, a veces se repiten rápidamente y otras veces son separadas por intervalos de varias horas. Por lo general se produce un vómito inmediatamente después de la crisis. Esta etapa suele durar de dos a ocho semanas. La última etapa, la de convalecencia, dura de uno a tres meses y se caracteriza por una resolución gradual de los episodios de tos».

NOTA DE LA REDACCIÓN: La Opinión de Chiloé estimó la tasa de incidencia tomando como referencia la proyección de población estimada por el INE para el año 2016 en las 10 comunas de Chiloé: 186.933 habitantes.

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