Véase también:
Hospitales de Quellón y Castro en la mira: embarazada murió en dudosas circunstancias.
Hospital de Quellón: denuncian indignante caso de violencia obstétrica.
QUELLÓN/CASTRO (La Opinión de Chiloé) — A la espera de varios informes periciales se encuentra el Ministerio Público de Castro para determinar quienes serían los responsables de un dramático caso de una potencial mala praxis médica que terminó con la muerte de una mujer que ingresó al Hospital de Quellón embarazada, y que tras varios días salió sin vida desde el Hospital Dr. Augusto Riffart de Castro.
Tal y como consignó La Opinión de Chiloé, fue la propia hija de la fallecida quien publicó un detalle pormenorizado de lo que pasó con su madre, que estando embarazada de 35 semanas, concurrió por atención al hospital de la ciudad puerto iniciándose una serie de situaciones circunscritas a violencia obstétrica que habrían mutado hacia un actuar negligente que terminó con su muerte.
Relató que antes del fatídico hecho, la llevaron al Servicio de Urgencia del Hospital de Quellón «debido a que había presentado bastante sangrado», agregando que «me tuve que enojar para que se puedan apurar, la atendieron y la dejaron entrar sola a maternidad».
Desde ahí, nadie salió a informarles nada, los dejaron a su suerte, mientras que su madre estaba en una sala sin acompañamiento ni contención adecuada. Debido a que las molestias seguían, se determinó que debía quedar hospitalizada sin que le avisaran a algún familiar. Revelando que una nueva mujer era víctima de violencia obstétrica en ese centro de salud.
Tras estar un par de días, la dieron de alta el viernes 28 de mayo. «A nosotros no nos daban información de su estado de salud, sólo nos enteramos de cómo estaba porque ella nos contaba». En conversación con La Opinión de Chiloé afirmó que «no le hicieron ningún examen, ninguna ecografía ni nada por el estilo… no le dijeron nada más allá de que la placenta estaba muy abajo y que por eso sangraba».
La mañana del martes 1 de junio, la mujer volvió al Servicio de Urgencia con vómitos y dolor abdominal, quedando otra vez hospitalizada. ¿Informó el hospital de su situación de salud o algún diagnóstico? La familia informó que nunca.
El miércoles 2 de junio desde el Hospital se optó por su traslado a Castro, sin que le avisaran a sus parientes, quienes se enteraron de sorpresa cuando fueron a visitarla. La hija reafirmó aquello en conversación con La Opinión de Chiloé: «nunca nos dieron aviso de nada, si mi papá no hubiera ido al hospital, ni siquiera iba a saber que la derivaron a Castro, y todo lo que sabíamos era gracias a ella por conversaciones vía celular, vídeo llamadas, WhatsApp…».
Estando en Castro, se le habrían descubierto cálculos en la vesícula. Pasaron las horas, y de improviso, la mañana del 5 de junio su esposo recibe un llamado de una enfermera avisándome que se había realizado una cesárea de urgencia en la madrugada, y que recién ahí se le informa que estaban a punto de volver a ingresarla a pabellón «porque tenía la presión baja y mucho dolor debido a los cálculos», sin precisar nada más. El médico responsable, aparentemente, estaba inubicable.
La mujer estuvo sola, sin acompañamiento, el bebé prematuro estaba prácticamente abandonado en el hospital porque simplemente el personal de la salud decidió no avisar a la familia: continuaba la violencia obstétrica.
En efecto, aseguró que prácticamente desde que quedó hospitalizada en la ciudad puerto, nunca fueron informados de lo que estaba pasando, de sus exámenes (si es que realmente hicieron alguno), diagnósticos o procedimientos.
Luego, una vez que fue ingresada a la UCI del nosocomio de la capital provincial en estado crítico por complicaciones quirúrgicas, de manera sorpresiva el equipo médico que atendía a su mamá no los recibió , ya que «tuvimos que pasar a hablar con el director subrogante del Hospital y nos tenían la noticia de que a mi madre se le presentó una hemorragia en la segunda intervención, que era para sacar los cálculos, le dio una hemorragia la cual no saben de dónde empezó ni como se generó, y que le provocó dos paros cardiorrespiratorios en cirugía», dijo.
«Los mismos doctores que le atendían su embarazo me dijeron que ella estaba bien, que era una mujer sana, que estaba fuera de riesgo y que ellos siendo doctores no entienden qué pasó y como pasó, porque mi mamá estaba bien, estaba sana, estaba viva, estaba llena de luz y estaba feliz con su embarazo, y me la mataron, me la mató el hospital de Quellón por su m***** de empatía que tienen y su poca vocación y profesionalismo y el hospital de Castro porque hicieron una intervención mal», aseveró la joven, indicando que hicieron una denuncia tras constatar un eventual encubrimiento por parte del centro de salud donde se registró la defunción.
Se les indicó que «debido a eso la sacaron de pabellón y la ingresaron a la UCI diciendo que las 48 horas que venían eran cruciales, prácticamente diciéndonos que no sabían si mi mamá viviría».
Posteriormente, la víctima presentó otros dos paros cardiorrespiratorios sin que pudiera ser estabilizada, falleciendo cerca de las 15.30 horas.
Luego de eso, como familia pidieron que se le practicara una autopsia para saber la real causa de muerte y se tuvieron que volver a Quellón porque les era imposible quedarse en Castro; sin embargo, cuando su papá retornó a la capital provincial, «el médico le responde a mi papá y a mi hermana mayor que no había alguna orden de autopsia», vale decir, se habría puesto en marcha un aparataje para cubrir todo lo que pasó.
Acota la joven que que «hice las averiguaciones y me dijeron ‘si ellos creen que hicieron bien su trabajo no se van a autodemandar, vayan directo a Carabineros de Castro y a PDI y hagan la denuncia, y ahí sacarán la autopsia’. A todo esto, el médico que ese día atendió a mi papá y a mi hermana les dice ‘pero caballero no se apure si el cuerpo de su mujer se encuentra refrigerado'».
Detalla que tendrían registros de esas conversaciones, y que tras ingresar una denuncia, finalmente se le practicó una autopsia en el Servicio Médico Legal de Ancud. Desde el Hospital se habría intentado que ello no ocurriera. ¿La razón? el rumor de un homicidio culposo era fuerte en sus pasillos.
Fue el fiscal que lleva la causa penal quien confirmó que era efectivo que el 5 de junio se ingresó una denuncia, algo que se había mantenido en secreto a toda la comunidad hasta que se hizo público el relato de la joven.
Así, Luis Barría Schneeberger aseveró que «en horas de la tarde [de ese día] se recibió una denuncia por una [presunta] negligencia médica en el Hospital de Castro, señalando que en horas de la madrugada una mujer proveniente del Hospital de Quellón habría dado a luz por una cesárea de urgencia y producto de esta, en horas de la tarde, la mujer habría fallecido».
«Se solicitó la presencia de la Policía de Investigaciones de Castro en el lugar y del Servicio Médico Legal con el fin de que realicen las primeras diligencias, los cuales acompañaron sus primeros informes», explicó, sin ahondar en mayores detalles al respecto.
Hay que mencionar que la hija de la fallecida aseveró que el domingo 6 de junio viajó a Ancud «y hablé con el doctor del SML que nos dice: ‘su madre murió por un shock hipovolémico hemoperitoneo’. Nosotros sin entender nada, le dijimos ¿puede ser mas claro por favor? y nos dice ‘aquí existen dos opciones, su madre tenia una bolsa de sangre en el estómago que los médicos no vieron y se reventó debido a la segunda intervención, o a su madre le suturaron mal la cesárea y comenzó a perder sangre'», dijo.
Desde el Ministerio Público de Castro se confirmó que una vez recibidos los reportes preliminares, se decidió que la Brigada de Homicidios de la PDI de Puerto Montt asumiera las indagatorias, ello porque existirían antecedentes indiciaros de un homicidio culposo cometido por profesionales de la salud.
La Opinión de Chiloé confirmó varios nombres que están en la carpeta investigativa que podrían ser responsables de este ilícito previsto y sancionado en el artículo 391 n.°2 en relación al artículo 490 del Código Penal, aunque por ahora no pueden ser revelados a la comunidad dado que la investigación sigue abierta y desformalizada.
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