SANTIAGO (La Opinión de Chiloé) — En medio del debate instalado en el mundo político respecto al proyecto que busca reducir la jornada laboral a 40 horas, el presidente Sebastián Piñera lanzó duras declaraciones tildando la iniciativa como “inconstitucional” y llamó al Congreso a rechazarla.
Fue así que el mandatario indico sobre aquél que «es inconstitucional porque significa gasto público y un parlamentario no puede generar gasto público porque entonces nadie se haría cargo de los equilibrios. Estoy seguro, o espero, que el Congreso no apruebe proyectos inconstitucionales», todo en una entrevista para Emol TV. Sus afirmaciones habrían sido en el contexto de lo que indica la legislación que indica que los proyectos que consideran financiamiento público sólo pueden ser propuestos por el Ejecutivo y no por diputados o senadores.
Agregó «ese es un juramento que hay que tomárselo en serio y, por tanto, estoy seguro o espero que el Congreso no apruebe proyectos que son inconstitucionales porque estarían faltando a su compromiso». Apeló al juramento que realizan los parlamentarios al asumir en su cargo que consiste en respetar la Constitución y la ley.
A través de twitter en tanto, aseveró «el sentido profundo del desarrollo es mejorar calidad de vida de todos y eso pasa por generar más tiempo libre para lo más importante: familia, amigos, cultura, deporte y recreación. Por eso impulsamos una reducción gradual de jornada de trabajo de 45 a 41 horas semanales promedio (…) debe ser con flexibilidad y responsabilidad para no afectar empleo ni salarios. Se aplicará gradualmente y generará 350 mil nuevos empleos. El otro mantiene rigidez y destruye empleos».
Consultado sobre si el Ejecutivo recurriría al Tribunal Constitucional de ser aprobado respondió: «Si fuera necesario, por supuesto». Añadió que «la discusión no es si rebajamos o no rebajamos la jornada: la vamos a rebajar de todas maneras; por supuesto, porque lo está planteando la oposición y lo estamos planteando nosotros«.
La diputada comunista Camila Vallejo, promotora de la iniciativa, respondió al respecto aseverando que «el Gobierno declaró la guerra al proyecto de 40 horas, y yo le quiero decir al Presidente que las 40 horas no van a ser una moneda de cambio para introducir precariedad laboral (…) Yo no voy a poner a disposición un proyecto tan transversal como éste para que introduzcan mecanismos de precarización laboral, donde se retroceda en derechos laborales fundamentales que han ido conquistando los trabajadores y trabajadoras».
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