PUDAHUEL (La Opinión de Chiloé) — Luego del baleo a un delincuente por parte de un carabinero de civil que fue víctima de un portonazo en Pudahuel, durante la madrugada de este viernes se confirmó el deceso del herido, trayendo de paso sorpresivas declaraciones de la familia Tamara, pequeña niña de 6 años que fue asesinada en una encerrona en Huechuraba a fines de febrero: acusaron que el ladrón sería el autor del disparo que se llevó a su hija.
Raúl Moya, padre de la menor, aseguró que conocía desde «hace mucho tiempo» la identidad de quien era el homicida de su hija, asegurando que «afortunadamente no tuvimos que seguir por justicia divina porque hoy, buscando hacer el mismo daño que ya nos había hecho a nosotros como familia, se encontró con alguien que si estaba dispuesto a devolverle los balazos y ya vieron los resultados».
«Jamás me podría causar felicidad esta noticia, porque nosotros, en la condición en la que estamos, nunca vamos a ser felices, porque la única felicidad que podríamos tener nosotros es traer devuelta a nuestra hijita, y eso evidentemente, no va a ocurrir jamás», expresó.
Sin embargo, dijo que al enterarse de la muerte del delincuente, como familia les generó «una profunda satisfacción, porque ya empezó mi hija a recibir la justicia que se merece».
Asimismo reafirmó sus declaraciones previas en las que pedía justicia por Tamara, exigiendo que los que fueran responsables pagaran con su vida.
Sobre este punto indicó que «jamás me podría desdecir o mostrar un doble discurso, entonces si tengo cierto grado de satisfacción, pero aún quedan dos más, y espero que caigan pronto».
Sobre los otros dos asaltantes involucrados en la muerte de la pequeña el 28 de febrero pasado, Moya señaló que «imagino que esos mismos son los que salieron arrancando hoy día y en el apuro de su huida, tengo confianza que hayan dejado las pistas suficientes como para que queden plenamente identificados y las policías lo agarren lo más pronto posible».
Así las cosas, y respecto a la actuación del carabinero de civil que fue víctima de esta encerrona en Pudahuel, dijo que el uso de su arma para defenderse «una solución extrema», pero agregó que «es la única forma en que se garantiza que esta bestia no siguiera causando más daño».
«Murió haciendo el mismo daño que nos causó a nosotros, es decir 25 días después de la muerte de mi hija no aprendió el tipo, no tuvo remordimiento de conciencia y siguió en lo mismo que estaba, entonces el encontró lo mínimo que se merecía», agregó.
Por su parte, Camila Almonacid, madre de Tamara indicó que esto «es difícil dentro de todo lo que está pasando, pero ya hay uno que no va a seguir haciendo daño en la calle y nos faltan muchos más todavía».
«Esto no va a terminar con solo hacer justicia por mi hija, porque vamos a seguir gritando por todos los otros niños que faltan, para que todos tengan justicia, esto recién está empezando y nosotros no vamos a parar», añadió la fuente.
Hay que recordar que la niña murió baleada en horas de la noche del domingo 28 de febrero, cuando al menos cuatro delincuentes intentaban robar el auto de su madre, en una encerrona en Huechuraba.
De acuerdo a información preliminar recopilada por La Opinión de Chiloé, los hechos ocurrieron en la avenida Pedro Fontova, entre los condominios Altos del Carmen y el Carmen en dirección al norte, cuando los sujetos efectuaron un disparo en medio del asalto cuando la madre les pedía poder sacar a la pequeña del vehículo.
La Brigada de Homicidios de la PDI aún trabaja para determinar la identidad de los asaltantes.
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